Sábado 5 de Enero
de 2013.
¡Alégrate!
Por Riqui Ricón*
Pero
alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque
tú los defiendes (Sal 5.11a).
La Biblia, que es la
Palabra de Dios, y no miente, es muy clara respecto al estilo de vida que Dios,
tu Padre, desea que vivas en este mundo. El júbilo y la alegría pueden ser, y
deben ser, una característica en tu vida.
Pero, ¿cómo puedes
tener júbilo y alegría cuando estás enfrentando problemas, enfermedades,
aflicciones o retos que te abruman? Entérate, la única manera posible para
enfrentar tus problemas, enfermedades, aflicciones o retos con júbilo y alegría
durante todo este año que comienza es confiando en Dios.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33).
Es poniendo toda tu
confianza en Dios, sabiendo que Él jamás va a faltar a Su Palabra, que, a pesar
de las aflicciones, puedes tener paz y estar alegre.
Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados (Rom 8.28).
Así es, tú puedes,
literalmente, estar alegre en medio de las aflicciones, con esa paz que
sobrepasa todo entendimiento, porque sabes, que sabes, que Dios está contigo,
que no te ha dejado, ni te dejará y que de todas las cosas saldrás más que
vencedor(a), porque todo lo puedes en Cristo que te fortalece. ¡Escrito está!
¡Es la Palabra de Dios!
En ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová,
bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor (Sal 5.11b-12).
Tú eres
un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y la Bendición de tu Padre está sobre
ti. La Bendición incluye la protección y el favor de Dios. El favor de
Dios es la Gracia de Dios. Teniendo el favor de Dios puedes tener el deseo y el
poder de Dios para hacer su voluntad con gozo. Este deseo y poder de Dios para
hacer Su Voulntad con gozo son un escudo de bendición alrededor de ti.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Efectivamente,
este año te vas a regocijar porque tú le amas y Él te ama tanto que prefirió
entregar a Su propio Hijo, Jesús, para que pagara todos tus pecados, y hacerte
justo(a). Y dice la Escritura que Dios bendecirá al justo. En el 2013 vivirás con
un escudo, rodeado(a) del favor y de la Gracia de tu Padre celestial.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que
se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (Heb 11.6).
Lo único que
Jesús te pide es que confíes en Él, que le creas a Él, que creas Su Palabra sin
dudar. La Biblia dice que Abraham creyó a Dios y eso, creerle a Dios, le fue
contado por justicia, es decir, fue hecho justo por creer la Palabra de Dios.
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo
vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de
la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el
fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo:
¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de
él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mat 14.28-31).
Ante el desafío de
caminar sobre el agua, Pedro solo necesitó una Palabra del Señor Jesús: ¡Ven!
La clave de todo esto
está cuando los problemas, enfermedades o aflicciones, soplan tan fuerte que
dejas de ver a Jesús, de atender y creer Su Palabra, para mirar las
circunstancias y recibir al miedo, que anula tu fe.
¡No, mi amado(a)! ¡2013
es un año decisivo en tu vida! Dile a esa situación: yo sé en quien he creído y jamás seré avergonzado(a) de haber confiado
en la Palabra de Dios. ¡Voltéale la espalda! ¡Déjala de ver! Y pon tus ojos
en Jesús, el autor y consumador de tu fe.
Alégrate y da voces de
júbilo cada día de este año, porque, en Cristo Jesús, tú eres un(a) Hijo(a) de
Dios Nacido(a) de Nuevo, y tienes la Palabra de Honor de tu Padre celestial que
nada, ni nadie, te podrán hacer frente en todos los días de tu vida, pues de la
misma forma que Él estuvo con Jesucristo, así está contigo. Caerán a tu lado
mil y diez mil a tu diestra, mas a ti no llegará, y aunque andes en valle de
sombra y de muerte, NO TEMERÁS mal alguno porque Dios está contigo.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? (Ro 8.31).
Este año estás destinado(a)
a tener más victorias de las que tuvo Josué, sólo haz de la Biblia la norma
máxima de tu vivir; poniéndola en tu mente, boca y corazón. Es lo único y lo
más importante que debes hacer.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
Si haces esto, entonces
(no antes, ni después, ni de ningún otra forma), ¡harás prosperar tu camino y
todo te saldrá bien!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial,
puedo ver en Tu Palabra, la Biblia, que Tu Voluntad expresa para mi vida es
Amor, gozo, paz y libertad. Sé, además, que Tú, Jesucristo, ya pagaste para
darme esa vida, plena y abundante, que es la Vida Eterna, la cual, yo,
______________ (tu nombre aquí), tengo todo el derecho a experimentar cada día,
pues, por el Nuevo Pacto en Tu Sangre, Jesús, soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo. Así que, tengo toda certeza y convicción que este año saldré más que
vencedor(a) en todas las cosas. No voy a permitir que aflicción alguna me robe mi
gozo y mi paz, pues conozco el final de la historia, ¡ya leí el final del
libro! ¡Saldré victorioso(a)! ¡Todo lo puedo en Ti, mi Señor Jesús! Llamo al
gozo y a la alegría a mi vida, pues, Jehová de
los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía. En el nombre
de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
5 Luc
7.18-50 / Gen 11
/ Sal 5
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