Lunes 28 de Enero
de 2013.
¡Lo mejor de tu vida lo
puedes soñar!
Por Riqui Ricón*
Cuando ellos lo vieron de
lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.
Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. Ahora pues, venid, y matémosle y
echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos
qué será de sus sueños (Gen 37.18-20).
La obra de tu enemigo, el diablo,
siempre ha sido la de matar tus sueños para así poder robarte tu identidad como
un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Sin embargo, tu Padre celestial, primero
te creó dándote la vida y luego te predestinó para ser heredero(a) de eterna
salvación al darte la identidad de Hijo(a)
Suyo(a) por medio de Jesucristo.
en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de
su voluntad (Efe 1.5).
Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó,
se convirtió en el salvador que da vida eterna a todos los que lo obedecen (He 5.9 BLS).
Así que ya no eres esclavo,
sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo (Ga 4.7).
En una ocasión el profeta Eliseo le
dijo a la mujer sunamita, la cual era estéril y no tenía hijos, y había tratado
tan bien a Eliseo que hasta un cuarto les había construido:
El año que viene, por este tiempo, abrazarás un
hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva.
Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el
tiempo que Eliseo le había dicho (2 R
4.16-17).
Esta mujer ya había perdido toda
esperanza de ver realizado su sueño de ser madre. Su sueño había muerto y ella
no consideraba posible volverlo a pensar siquiera. Por eso recriminaba al
profeta de hacer burla de su lamentable situación. La realidad era que ella no
podía tener hijos a causa de su esterilidad, pero la verdad fue que el profeta
habló en el nombre de Dios y ella pudo ver hecho realidad su sueño, ¡a pesar
que no tenía fe para creerlo!
¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cómo
puede alguien recuperar el hilo de una vida ya gastada? ¿Cómo puede un sueño ya
perdido hacerse realidad? Todo comenzó con el deseo de esta mujer de retener
bajo su techo al profeta de Dios y, por lo tanto, a Su Palabra.
Y ella dijo a su marido: He
aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón
santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de
paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él
viniere a nosotros, se quede en él (2 R 4.9-10).
Ella recuperó sus sueños y su
vida al anhelar y atesorar al profeta y a su mensaje, esto es, la Palabra de
Dios.
A causa de la vida que llevaron,
a muchos cristianos, que son Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, les parece, que ya
han perdido la oportunidad de realizar sus sueños y se resignan a llevar una
vida “normal” carente de sentido o significado.
El ladrón no viene sino para
hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia (Jn 10.10).
Nada está más lejos de la Verdad
que la resignación. Eres un(a) Hijo(a) de Dios y tienes todo el derecho a
retomar el hilo de tu vida. Tienes todo el derecho a volver a soñar y creer,
pues al que cree TODO le es posible.
Gracias a Cristo Jesús, tú, mi amado(a)
hermano(a), puedes aspirar, a partir de este instante, a vivir una vida
abundante en la plenitud de Dios.
No le permitas al diablo robarte tus
sueños y determínate a vivir en la certeza de tu fe, pues si Dios lo dijo,
entonces, Él lo va hacer, si Él lo habló, entonces, Él lo va a cumplir.
El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán (Mar 13.31).
¡No existe la más mínima
posibilidad de que Dios deje de cumplirte Su Palabra!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
No hay
fundamento más grande, en el cual puedas cimentar tu fe, que saber que Dios te
ama tanto, tanto, que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar TODOS tus
pecados, antes que perderte a ti.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que
seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! (1 Jn 3.1a).
Y no sólo pagó TODOS tus pecados
para hacerte justo, sino que por el gran Amor con que Dios te ha amado, decidió hacer de ti Su
propio(a) Hijo(a).
No importa si en este momento
tienes problemas económicos, familiares o estés padeciendo alguna enfermedad o
depresión, Dios te dice hoy, por medio de esta reflexión y de Su Palabra, que
tú eres importante para Él; que Él no te ha dejado, ni te dejará; que te ama
tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, Jesucristo, antes que perderte a
ti.
Hoy Dios, tu Padre, te dice que
es tiempo de regresar a casa y recuperar tus sueños.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en esta
hora quiero darte las gracias por tanto y tan grande Amor con que me has amado.
Gracias, Señor Jesús, por haber pagado por mí el precio de todos mis pecados y
haberme dado la Vida Eterna. Hoy puedo levantarme con la cabeza erguida y el
corazón agradecido, pues, por lo que hiciste por mí en la cruz, ahora soy un(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Soy nueva creación! Las cosas viejas
pasaron, he aquí que todas son hechas nuevas en mi vida. En el nombre de Jesús,
yo le llamo a la sanidad y a la salud de mi cuerpo; llamo a la estabilidad
emocional en mi vida, pues ahora sé quién yo soy: le llamo a mi libertad
financiera. Creo y declaro que soy la persona que Tú, mi Dios y Padre, dices en
Tu Palabra que yo soy. Soy libre y dichoso(a), pues el Todopoderoso está
conmigo. Voy a volver a soñar para realizar todo aquello a lo que he sido
llamado(a) a ser. En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso,
pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he
sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de
Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
28 Luc
20.27-47 / Gen 37 / Sal 28
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