lunes, 11 de abril de 2011

¿Salvo o salvavidas?

Lunes 11 de Abril de 2011.
¡Muchísimo más!
Por Riqui Ricón*
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo (Hch 2. 21).
Ser salvo significa muchísimo más que irse al cielo con el perdón de nuestros pecados.
¡Dios es bueno! ¡Dios es Amor! El fabuloso Plan de Dios para la redención de la humanidad se originó a partir de estas dos cualidades de Dios: Su Amor y Su bondad. La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, nos enseña, desde Génesis hasta Apocalipsis, que Dios es incluyente, no excluyente. Siempre ha sido Su voluntad incluir al hombre en el gobierno y dirección del universo que Él ha creado.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios,  y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra (Gen 1. 26-28).
El problema del ser humano no es su libertad, ni su libre albedrío, sino que han decidido no creerle a Dios, no creerle a Su Palabra. Desde el principio fuimos creados a Su imagen, conforme a Su semejanza y Él nos bendijo con Su Palabra. La Palabra de Dios fue dicha para nuestro provecho y beneficio, y el hombre no le creyó.
No necesitas analizarlo mucho para darte cuenta que el primer pecado, el pecado de origen, no fue la desobediencia sino la incredulidad. Fue el no creer lo que Dios les había dicho para creer lo que Satanás decía lo que dio origen a la desobediencia de la Palabra de Dios.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6. 23).
No obstante, Dios no ha desistido, ni lo hará, en Su amor por ti y por mí. Él jamás ha estado dispuesto a ejecutar sentencia de muerte sobre tu vida sino todo lo contrario.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3. 16-17).
¿Te das cuenta? Dios ama a TODO EL MUNDO y su Plan de Amor y Redención es para TODO AQUEL que crea. Todo aquel que decida volver a creerle a Él, creerle a Su Palabra. Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 P 3.7).
Ahora bien, una vez que le reconoces como Señor y Salvador de tu vida Su Plan se ha puesto en marcha a tu favor. Eres justificada/justificado por Su Sangre; todos tus pecados son perdonados y olvidados; eres creada/creado de nuevo, esto es, el espíritu que tú eres, a imagen y semejanza de Dios, nace de nuevo pero ahora coma Hija/Hijo de Él. En ese momento adquiriste un propósito y destino muchísimo más grandes que los que tenías originalmente.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria (Efe 1. 3-14).
Te darás cuenta que ser salvo significa muchísimo más que irse al cielo con el perdón de nuestros pecados: redimidos, perdonados, amados, bendecidos con toda bendición, escogidos antes de la fundación del mundo, adoptados Hijos Suyos, aceptos en el Amado, herederos y predestinados con el propósito de que seamos para la alabanza de Su gloria. Todo esto significa, en resumidas cuentas, que ES EL ESTILO DE VIDA QUE TU MANIFIESTES AQUÍ EN LA TIERRA LO QUE LE DA GLORIA Y ALABANZA AL SEÑOR.
Eres una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo y has sido dejada/dejado sobre esta tierra para reinar ejerciendo el dominio y la autoridad que te han sido otorgados por Su Palabra.
Amado Padre celestial, te doy muchas gracias por Tu Palabra, que es la Verdad. Porque en ella encuentro cada vez más claro que soy Hija/Hijo Tuya/Tuyo con propósito. En verdad puedo ser feliz creyendo Tu Palabra y aceptando, de una vez por todas, que Tu Voluntad y mi destino son reinar y ejercer dominio en esta tierra. Hoy me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a creer, a creerte a Ti y a vivir siempre en victoria. Todo lo puedo en Ti, Jesucristo y en todas las cosas soy más que vencedor por medio de Tu Amor sobre de mí. Soy una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo y no hay forma que pueda perder pues si Dios, mi Padre, es conmigo, ¿quién contra mí? En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Abril 11                                             Hch 2. 14-47 /  Deu 15-16 /  Job 11

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