martes, 12 de abril de 2011

¿Cuánto le crees a Dios?

Martes 12 de Abril de 2011.
¡Por la fe!
Por Riqui Ricón*
Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad… Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros (Hch 3. 12-13, 16).
De acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, señales, milagros y prodigios han de ser la característica de la vida de toda/todo Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo.
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Mar 16. 17-18).
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14. 12).
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia (Mat 10. 7-8).
Todo, absolutamente todo, lo que se trate de la vida en el Reino, de las Hijas e Hijos de Dios nacidos de Nuevo, se ha de llevar a cabo mediante la fe en Jesús. Lo único que se nos pide para poder hacer las cosas que Él hizo y aún mayores es creer, creerle a Él, creerle a Su Palabra.
Al creer a la Biblia, la Palabra de Dios, estás creyéndole a Dios pues, al fin y al cabo, Él es Su Palabra.
Lamentablemente muchas Hijas e Hijos de Dios quieren ver para creer; buscan por todas partes una mujer u hombre ungidos para que oren por ellos y ver si sienten alguna manifestación de ese poder en sus vidas (hasta en esto dudan).
Cuando la multitud se agolpó alrededor de Pedro y Juan por haber sanado al cojo de nacimiento que mendigaba en la puerta la Hermosa, Pedro dejó muy claro que no fue la unción o el poder que ellos tuvieran sino la fe en el nombre de Jesús, lo que obró aquel asombroso milagro.
¿Qué es la fe? Creerle a Dios, creerle a Su Palabra. Si Él dice que pondremos las manos sobre los enfermos y éstos sanarán, entonces, yo no tengo razón ni motivo para tener la más mínima duda de que sanarán, pues no es mi Palabra la que está comprometida sino la de Dios, y Él jamás deshonrará Su Palabra.
Sin fe es imposible agradar a Dios (He 11.6). Es la fe el detonante, el ingrediente principal, en nuestra relación con el Señor y para el Señor. La buena noticia es que Él ya nos dotó de la medida de fe. Una única medida para todos. La misma fe que tiene Jesucristo, Pablo o Pedro es la que tienes tú, ¿cómo lo sé? ¡La biblia lo dice!
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno (Ro 12. 3).
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra (2 P 1. 1).
Lo interesante de todo esto es que sucede lo mismo tanto para las sanidades como para cualquier problema o necesidad que tú estés enfrentando hoy, pues el justo vivirá por fe (He 10.38).
Amado Padre celestial, Tú conoces mi corazón y sabes cuánto te amo. Te doy gracias por lo que has hecho por mí y conmigo dando a Tu Hijo Jesús como pago por todos mis pecados haciéndome de nuevo ahora como Tu Hija/Hijo. Gracias por Tu Palabra que me da fe. Se que puedo confiar plenamente en Ti. Que lo que Tú dices en Tu Palabra es la Verdad y se va a cumplir. Gracias Señor puedo estar tranquila/tranquilo y segura/seguro. En todas las cosas soy más que vencedora/vencedor por medio Tuyo Jesucristo. ¡Todo lo puedo pues mayor eres Tú, Espíritu Santo, que esas conmigo, que el que está en el mundo. Soy sano por Tus heridas y libre por Tu Sangre. Lo creo y lo declaro en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Abril 12                                             Hch 3. /  Deu 17-18 /  Job 12

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