Martes 26 de Abril de 2011.
¡Fortalecida/Fortalecido con todo Poder!
Por Riqui Ricón*
Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra... Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego... De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés (Jos 11. 4, 6, 15).
Es evidente que lo que dice la Biblia es la Verdad. Jesucristo nos dijo que en el mundo tendríamos aflicciones pero que tengamos confianza pues Él ha vencido al mundo y por lo tanto nosotros con Él.
Sin importar cuál sea el problema o la situación adversa que hoy estés enfrentando, les puedo garantizar a todas y todos las Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, que Él no va a faltar a Su Palabra. Todo, absolutamente todo, lo que te ha dicho lo va hacer; todo lo que te ha hablado lo va a ejecutar.
Él prometió que primero el sol y la tierra dejarían de existir antes que Él te deje de cumplir Su Palabra. Es la Palabra de Dios, Palabra de Honor. Así que hoy puedes comenzar este devocional conmigo, diciéndole: Señor Jesús, yo daré por respuesta a mi avergonzador que en Tu Palabra he confiado pues jamás seré avergonzada/avergonzado de haber creído a Tu Palabra.
Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente (Mar 5. 35-36).
Cuando Josué enfrentó a muchísimos enemigos, Dios le dijo, no tengas temor de ellos. Cuando Jairo enfrentó la más terrible realidad al enterarse de la muerte de su hija, Jesús le dijo, no temas, cree solamente.
El temor es todo lo contrario a la fe. Ambas son fuerzas espirituales que combaten entre sí. El temor es duda y la fe es certeza; el temor es angustia y la fe es paz; el temor es tristeza ante la vida y la fe es alegría por la vida. El temor enferma y mata mientras que la fe te sana y te da vida.
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (Efe 6. 10).
¿Cuál es ese poder o esa fuerza con la que puedes estar fortalecido ante cualquier circunstancia? ¿Será Su gran musculatura y fuerza? ¿Serán los millones de ángeles a Su servicio? ¡No, amada/amado! ¡Piénsalo bien! El poder de la fuerza de Dios es Su Palabra. Él no necesita hacer otra cosa más que hablar. Dado que Él es Dios, Su Palabra tiene dentro de sí misma el poder para hacerse cumplir.
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido (Ro 4. 19-21).
Cuando escuchas otras voces o a tus sentidos para llenarte de duda y angustia te debilitas en la fe y aceptas el espíritu de temor. Sin embargo, en la Palabra de Dios, la Biblia, que no miente, eres fortalecida/fortalecido de tal manera que consigues la victoria sobre toda circunstancia pues la fe viene por oír, meditar y creer la Palabra de Dios.
él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa (Hch 11. 14).
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe (1 Jn 5. 4).
Amado padre celestial, hoy puedo declarar, con toda seguridad y autoridad, que nada, ni nadie en este mundo me puede vencer. Soy una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo y no de una simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es Tu Palabra, Señor. Me declaro sana/sano, libre y capaz de salir adelante en todo problema o situación que estoy enfrentando. Tú me creaste de nuevo para reinar sobre esta tierra y no para sufrir, así que, aunque ande en valle de sombra y de muerte no voy a temer mal alguno porque Tú, Jesucristo, estás conmigo. Todo esto lo oro y declaro conforme a Tu Palabra que es la Verdad. Me someto a Ti, Dios, y resisto al diablo; así que, éste tiene que huir de mí con todas sus enfermedades, mentiras, miedos, enojos, rencores, pobreza, escasez, depresión, desánimo y dudas. Nada de esto tiene algo en mí. Yo soy Tu Hija/Hijo y soy más que vencedora/vencedor por medio de Aquel que me ama, Cristo Jesús, mi Señor. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril 26 Hch 11. 1-18 / Jos 11-12 / Job 26
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