22 de Diciembre
¡Para que conozcas bien la
Verdad!
Por Riqui Ricón*
Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las
cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo
enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros
de la palabra (Luc 1.1-2).
La Biblia, la Palabra de
Dios, es la Verdad y te presenta las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas. La
Biblia es la lámpara que alumbra el camino que se abre ante tus pies.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119.105).
La Palabra de Dios tiene la
virtud de producir fe en el creyente y ha sido escrita para tu beneficio y
bendición. Ha sido escrita para que, creyendo, conozcas que Dios no miente, que
TODO lo que Él ha dicho lo va hacer y TODO lo que Él ha hablado lo va a
ejecutar.
Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de
Cristo (Ro 10.17 NVI).
Por esto, es asunto de suma seguridad
para tu vida que cada día te fortalezcas con Su Palabra, pues cada situación
adversa que enfrentes el día de hoy intentará sembrar una mentira en tu corazón.
Mentiras como: ahora si está muy difícil; no vas a poder; siempre es lo mismo y
nunca va a cambiar; eres un(a) fracasado(a) e irresponsable; es incurable; es
imposible, etc., etc., etc.
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible (Mar 9.23).
Sólo necesitas recordar que
antes de desobedecer, Adán y Eva, dudaron de la Palabra de Dios para creer las
mentiras que Satanás, la serpiente antigua, les dijo.
No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de
él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal (Gen 3.4-5).
Desde ese
día hasta este momento, en el que te encuentras leyendo esto, el dilema en la
mente humana sigue siendo el mismo:
-este bicho rastrero dice una cosa y mi Dios y
creador dice otra muy diferente.
-¿cuál de los dos dirá la Verdad?
-¿a quién de los dos le voy a creer?
¿Y de quién te asustaste y temiste, que has faltado a la fe, y no te
has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he guardado silencio desde
tiempos antiguos, y nunca me has temido? (Isa 57.11).
El sistema
de este mundo (el cual Satanás robó al hombre y diseñó para su beneficio), se
basa en el engaño y la mentira que, cuando los crees, producen miedo y ansiedad.
Su propósito es robar tu fe, ya que con ella, con la fe, le puedes creer a
Dios, y conocerás la Verdad y la Verdad te hace libre.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
El ladrón,
Satanás, no viene sino a matar, hurtar y destruir, pero Jesús ha venido a tu
vida para darte la Vida Plena y Abundante de los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo:
Esto es, la Vida Eterna.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.23).
Dios te ama tanto que
prefirió entregar a Su propio Hijo, Jesús, antes que perderte a ti.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Hoy, faltando pocos días
para que celebres la Navidad, es muy buen momento para reflexionar que, a pesar
de cómo hayas vivido tu vida, el Amor que Dios siente por ti es lo que te
permite creer y confiar para recibir todas las buenas promesas que Él te ha
hecho en Su Palabra.
He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré
consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz,
paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré (Isa 57.18-19).
Dios es bueno y fiel a Su
Palabra. Él te ama tanto que por medio del sacrificio de Jesús pagó todas tus
deudas y por Su resurrección te dotó de esa Nueva Naturaleza por la cual hoy te
puede llamar Hijo(a) Suyo(a).
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Amado(a), convéncete a ti
mismo(a) que el mundo y su sistema basado en el miedo, la angustia y la
condenación siempre lucharán contra ti tratando de someterte a sus mentiras.
Esto es así puesto que tú, al igual que Jesús, no eres de este mundo y ahora
conoces la Verdad.
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del
mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
verdad (Jn 17.14-17).
Si le puedes
creer a Dios, pues al que le cree a Dios TODO le es posible.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en
este día quiero manifestarte lo agradecido(a) que estoy por haberme dado Tu
Palabra, la Biblia, como lámpara a mis pies y luz en mi camino. Gracias porque
es Tu Palabra de Honor y puedo confiar plenamente en Ti. Señor Jesús, por lo
que hiciste por mí, ahora soy un(a) Hijo(a) del Padre, tal como Tú lo eres. Con
Tu muerte en la cruz y Tu Sangre preciosa, derramada hasta la última gota, por
Amor a mí, pagaste todos mis pecados otorgándome la justificación; con Tu
resurrección me has dado una Nueva Naturaleza: Tu Naturaleza, la de Hijo(a) de
Dios y tengo la victoria sobre la muerte, pues la paga del pecado es muerte,
¡mas el regalo del Padre eres Tú, Jesucristo, la Vida Eterna! En Cristo Jesús,
yo _____________ (tu nombre aquí), soy justo(a), soy santo(a) y soy eterno(a).
Por lo tanto, amado Señor Jesús, no voy a temer sino a creer. Yo soy quien Tú
dices en Tu Palabra, la Biblia, que soy: en TODAS las cosas soy más que
vencedor(a), pues TODO lo puedo en Cristo que me fortalece. ¡Soy un(a) Hijo(a)
de Dios Nacido(a) de Nuevo y he vencido, pues mayor es el Espíritu Santo, que
está en mí y conmigo, que el que está en el mundo! Por Tu Palabra, ¡soy sano(a)!
¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! Y voy a vivir lo que resta de este año y de mi
vida, que es eterna, en el amor, el gozo y la paz que sólo yo puedo tener, pues
sé, sin lugar a dudas, que soy Hijo(a) del Rey. En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
22 Luc
1.1-25 / Ez 33
/ Isa 57
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