27 de Diciembre
¡Dios habla por ti!
Por Riqui Ricón*
Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la
mano del Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu
tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra,
Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.
Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus
hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios
tuyo (Isa 62.3-5).
Si bien es cierto que
hiciste de tu vida lo que la gana se te dio y que por eso estabas sin Cristo,
alejado(a) de la ciudadanía de Israel y ajeno(a) a los pactos de la promesa,
sin esperanza y sin Dios en el mundo (Efe 2.12),
ahora, puedes darte cuenta que en la Biblia el Plan de Dios para tu vida
siempre incluyó levantarte del polvo y la miseria a una condición que
difícilmente hubieras imaginado:
¡Ser corona de gloria en la mano de Jehová, y
diadema de reino en la mano del Dios tuyo!
Por lo que Cristo Jesús hizo
en la cruz, por Amor a ti, ahora Dios mismo te llama Hefzi-bá, que quiere
decir, mi deleite está en ti. ¡Asombroso!
Por
amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga
como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.
Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te
será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará (Isa 62.1-2).
¡Dios te ama tanto que
prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
¡Todo por amor a ti!
Pero
Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo
nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efe 2.4-6).
Así es mi amado(a), sin
importar la condición o los problemas que hoy enfrentes, jamás debes olvidar
que todo esto, el Evangelio, no es otra cosa más que el Amor que Dios siente
por ti.
¡Un Amor que lo hace
anhelarte y abrir Su boca para hablar acerca de ti y declarar Su Palabra de
Verdad a tu favor!
La próxima vez que te
encuentres en dificultades o en peligro, recuerda todo lo que Él ha hecho para salvarte
y lo que ha dicho al garantizarte una vida Plena y abundante,
El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Recuerda siempre lo que Dios
ha dicho en Su Palabra acerca de ti, porque entonces encararás cualquier
situación, por adversa que ésta sea, sabiendo que saldrás más vencedor(a), ya
que,
El
que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a
los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que
condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por
causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de
matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte,
ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo
por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 8.32-39).
Él te ha llamado Su Hijo(a),
y ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo significa Vivir una Vida
totalmente Supernatural, donde puedes echar mano de la Palabra de Dios para
vencer y alejar de tu vida, de una vez por todas, al miedo, a la ansiedad y a
la angustia.
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1
Jn 3.1 BAD).
Así que, faltando pocos días
para comenzar un nuevo año, fortalécete en el Señor y en el poder de Su fuerza,
que es Su Palabra. No le des lugar al temor ni a la duda que éste genera. ¡Ten
ánimo! Dios no te ha dejado ni te dejará jamás.
¿Qué podrías decir a todo
esto? ¡Si Dios es conmigo, ¿quién contra mí?! ¡Lo mejor de mi vida está delante
de mis pies!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en
verdad que es maravilloso saberme tan amado(a) por Ti. Entre más leo y medito
Tu Palabra más claro es, en mi corazón, el gran Amor con que me has amado.
¡Gracias, muchas gracias Señor! En verdad sé que no hay forma en que pueda
perder en esta vida. Señor Jesús, Tú me has dado vida y Vida Eterna, así que,
aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal
alguno, porque tú estás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza
con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, Y en Tu casa, Señor Jesús, moraré por siempre.
Tú, Señor, eres mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo
temerle? Tú, Señor, eres la fortaleza de mi vida, así que no le temo a nadie.
Aunque los perversos me ataquen y traten de destruirme, todos ellos serán
derrotados. No tendré miedo aunque todo un ejército me rodee. Confiaré en Ti,
mi Dios, aunque me declaren la guerra. Pues se que aunque mis padres me
abandonen, Tú, Señor, te encargarás de mí. Por lo tanto, declaro que: de todo problema, enfermedad o circunstancia,
yo, ___________ (tu nombre aquí), saldré más que vencedor(a) por medio de Tu
Amor, Señor Jesús. ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Soy
sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡El Amor, el gozo y la paz que Tu,
Jesucristo, pagaste por mí, al morir en la cruz y vencer a la muerte,
resucitando de entre los muertos, son míos, por derecho! En el nombre de Jesús.
Amen.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
27 Luc
3.1-20 / Ez 40-41 / Isa 62
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