Sábado 19 de Noviembre de 2011.
¡Más allá del cielo!
Por Riqui Ricón*
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (1 P 2.9-10).
La palabra evangelio significa buenas noticias y esto es, en verdad, el Evangelio de Jesucristo, ¡buenas noticias! Tú has sido escogida(o) y adquirida(o) por Dios como real sacerdocio y nación santa con el propósito de ser embajador(a) Suya(o) en esta tierra.
No se trata de irte al cielo al final de tus días ya que, de hecho, tus días jamás van a llegar a su fin. Se trata de vivir una Vida con Propósito, plena y abundante, pues ahora, al haber Nacido de Nuevo y con Jesús en tu corazón como Rey y Señor de tu vida, eres apta(o) para participar de la herencia de los santos en luz.
Por la Presencia del Espíritu Santo en tu vida estás fortalecida(o) con todo poder conforme a la potencia de Su gloria, para toda paciencia y longanimidad, con gozo, para que vivas como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. Esto es lo que dice la Biblia, que es la Palabra de Dios, quien no miente y, por lo tanto, es LA VERDAD.
No importa como fuera tu vida anteriormente, ahora le perteneces a Dios y has alcanzado misericordia. Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, Jesucristo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti. Y esto lo hizo con toda la intención de poder hacerte Su Hija(o).
Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos (He 2.10).
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Jn 3.1a).
Ahora como Hija(o) de Dios NACIDA(O) DE NUEVO tienes TODO EL DERECHO a una vida plena y abundante, aquí y ahora, sobre el planeta Tierra.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3 Jn 2).
En el antiguo testamento, la lectura bíblica para hoy, la Biblia nos enseña un poco más acerca del amplio significado de la salvación que Jesucristo compró para ti al pagar TODOS tus pecados en esa cruz: He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad (Jer 33.6).
Salud, prosperidad, abundancia de paz y de verdad son apenas algunos de los derechos que contempla el ser linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, ya que ahora, en verdad puedes vivir una vida plena y abundante como Hija(o) del Dios Altísimo.
No tienes por qué resignarse a padecer enfermedad alguna sólo porque tu cuerpo físico así lo siente o los médicos lo confirman. Esa pudiera ser tu realidad momentánea pues la Verdad dice: quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados (1 P 2.24).
Así que, sin importar cuál sea tu situación o como te sientas el día de hoy, ten por cierto que puedes, en el nombre de Jesús, de una vez por todas, saberte y creer que eres linaje escogido, real sacerdocio, un(a) Hija(o) de Dios y RECIBIR, en este momento, lo que Jesús ganó para ti, tu sanidad, prosperidad, gozo, paz y amor.
¡No temas! ¡Cree solamente! ¡Al que cree, todo le es posible! ¡Sé sana(o)! ¡Sé libre! ¡Sé prospera(o)! ¡Recibe lo que legítimamente es tuyo! ¡En el nombre de Jesús!
Oremos:
Amado padre celestial, cada día me doy cuenta más y más de la grandeza y hermosura de Tu Amor para conmigo. No puedo parar de darte las gracias y decirte lo mucho que te amo. Sólo Tú, Señor, has podido planear y llevar a cabo tan perfecto y maravilloso plan, gracias al cual hoy sé quién soy yo y para que estoy aquí. Por Ti, Jesucristo, y sólo por Ti, soy un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo. Soy linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Ti, mi Dios, para que anuncie las virtudes de Aquel que me llamó de las tinieblas a Su luz admirable; yo ______________ (di tu nombre aquí) que en otro tiempo no era nadie, pero que ahora soy Hija(o) del único Dios, vivo y verdadero; yo ______________ (di tu nombre aquí) que en otro tiempo no había alcanzado misericordia, pero ahora, por Cristo Jesús, he alcanzado Tu misericordia. Tengo Vida Eterna y puedo vivirla y la voy a vivir, plena y abundantemente. En Tu Nombre, mi Señor Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre 19 1 P 2 / Jer 33-34 / Sal 135
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