Martes 1 de Noviembre de 2011.
¡Si puedes creer, al que cree TODO le es posible!
Por Riqui Ricón*
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación… Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino… Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra… Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; Y no quede yo avergonzado de mi esperanza. Sostenme, y seré salvo, Y me regocijaré siempre en tus estatutos. (Sal 119.97, 105, 107, 116-117).
El rey Ezequías fue uno de los mejores reyes que haya tenido el reino de Judá, tanto que la Escritura dice de él: Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre… En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió (2 R 18.3, 5-7).
Cuando Senaquerib, rey de Asiria, después de una campaña militar muy exitosa donde había invadido varios reinos, llegó con su gran ejército para destruir Jerusalén, Ezequías se fortaleció en el Señor para escuchar y creer la Palabra de Dios, por lo cual fue librado milagrosamente de su enemigo.
En este día, probablemente, tú, mi estimada(o) amiga(o) necesites, como el rey Ezequías, un gran milagro. Si ese fuere tu caso, te tengo muy buenas noticias, la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, dice que CIERTAMANETE Él llevo tus enfermedades, sufrió tus dolores y por sus heridas tú ya fuiste sanado (Isa 53.4-5); que Él desea que tú seas prosperada(o) en TODAS las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma (3 Jn 2).
Quizá tú pienses que Dios apoyó a Ezequías porque él era rey de Judá o que Jesús podía sanar a los enfermos o dar de comer a multitudes porque Él es el Hijo de Dios. Pues yo te preguntaría ¿eso es todo lo que se necesita? ¿Ser reina o rey o Hija o Hijo de Dios?
¡Excelente! ¡Más buenas noticias! La Biblia, que es la Palabra de Dios y no puede mentir, dice que por la Sangre de Jesús tú ya has sido hecha(o) reina o rey para Dios y que reinarás sobre esta tierra.
Y si eso te pareciera poco, pon toda tu atención y corazón a lo que dice 1ª de Juan 3.1:
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.
¡Eres llamada(o) Hija(o) de Dios por el mismísimo Dios!
Quizá tú hayas acudido ya a la oración y te parece que nada da resultado y te encuentras como aquel padre de familia que vino a Jesús diciendo, traje mi hijo a tus discípulos y no pudieron sanarle, pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Entonces, te ruego que medites en la respuesta que Jesús le dio: ¡Si puedes creer, al que cree TODO le es posible!
Si puedes creer que la Biblia es la Palabra de Dios y no miente. Si puedes creer que la Biblia es la Verdad. Si puedes creer que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti. Si puedes creer que por la Sangre de Jesús haz sido hecha(o) para Dios reina/rey y sacerdotisa/sacerdote y reinarás sobre la tierra. Si puedes creer que por Su gran Amor con que te ha amado, Dios te ha nombrado Su Hija(o). Entonces, puedes orar con plena certeza de fe que Dios es contigo y si Dios es contigo, ¿quién contra ti? Y aunque andes en valle de sombra y de muerte no temerás pues Dios, tu Padre, está contigo.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado (Isa 26.3).
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
Oremos:
Amado Padre celestial, sé perfectamente que puedo confiar en Ti. Sé perfectamente que Tu Palabra, la Biblia, es la Verdad. Y sé que aún esta certeza me la has dado Tú por el gran Amor con que me amas. Gracias, Señor Jesús, porque estando yo en tinieblas me trasladaste a Tu luz admirable; estando yo muerta(o) me has dado vida y la vida que has comprado para mí con Tu Sangre es una vida buena, plena y abundante. ¡Soy un(a) Hija(o) del Rey de reyes y Señor de Señores! ¿Quién me puede vencer? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito en Tu Palabra: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó. Por lo cual estoy segura(o) de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús mi Señor. Así que, creo y recibo esa vida saludable, libre de la enfermedad, que Tú compraste para mí. Creo y recibo esa vida plena y abundante llena de dicha y paz donde tendré problemas y aflicciones pero de todos y todas saldré más que vencedor(a). ¡No hay forma en que pueda perder en esta vida! ¡Gracias Señor Jesús! Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre 1 1 Tim 3 / Isa 36-37/ Sal 119.97-120
34Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37porque nada hay imposible para Dios.h 38Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. (Lc 1.34-38).
ResponderEliminar¿Habrá algo imposible para Dios?
Me recuerda las 4 preguntas del Ricón: 1, 2, 3 y 4 (ja, ja, ja) ¡Muy buenas!
Gracias, ¿quién eres?
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