Sábado 12 de Noviembre de 2011.
¡Todo el bien que hay en mí!
Por Riqui Ricón*
… para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús (Fil 1.6).
Este versículo encierra un secreto maravilloso, la fe activa, la fe eficaz, te muestra todo el bien que YA ESTÁ dentro de ti por Cristo Jesús. Insisto en afirmar que esto es maravilloso pues, una vez más, se nos revela un plan perfecto y lleno de Amor que sólo Dios pudo concebir para ti y para mí.
Efectivamente, como dice la Escritura, la Biblia, que no miente, cuando reconociste a Jesucristo como tu Señor y Salvador naciste de Dios. ¡NACISTE DE NUEVO!
En la lectura bíblica del día de ayer, leíamos que por medio de Jesús fuimos regenerados y renovados, lo que significa ser hechos TOTALMENTE NUEVOS. No una simple retocada o manita de gato, como se dice por ahí, sino TOTALMENTE NUEVOS.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
La semilla que se utilizó para hacerte de nuevo fue, nada más y nada menos que, la infalible, inalterable, eterna y perfecta Palabra de Dios.
Piénsalo bien, el Señor no iba a entregar a Su propio Hijo para rescatarte de la esclavitud del pecado para luego dejarte con la misma naturaleza que te había atado como esclava(o). De otra manera el sacrificio de Jesús hubiera sido ilógico e inútil. No mi amada(o), el Plan de Dios para tu vida es tan asombrosamente perfecto como lo es el mismo Jesucristo.
En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo (1 Jn 4.17).
Esto significa que tú y yo somos una nueva especie de ser que no existía anteriormente, diseñados y equipados por Dios para ser más que vencedores, establecer el Reino de los Cielos sobre la tierra y manifestar TODO EL BIEN que está en nosotros por Cristo Jesús.
Y quiero decirte que no importa si tú no te sientes o te ves de esa manera pues no andamos por vista sino por fe. Dicho de otra manera, en este día o en este momento de tu vida, no es lo importante como tú te sientas o veas a ti misma(o), sino lo que Dios dice acerca de ti, y si Dios lo dijo, entonces, Él lo va a cumplir, si Dios lo hablo, entonces, Él lo va a ejecutar.
Tú ya no eres más un hombre malo o una mala mujer, ni un(a) pecadora(o) empedernida(o). Eso es lo que el diablo QUIERE QUE SIGAS CREYENDO. ¡No! ¡Nada de eso! Pues en honor a la Verdad, tú eres lo que Dios DICE que eres:
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él (1 Jn 3.1 NVI).
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).
Esto no quiere decir que tú tienes que hacerte nueva(o) a ti misma(o) sino que Él ya lo hizo por Amor a ti. ¡Lo hizo en la cruz! ¡Lo hizo al declararlo con Su Boca y ponerlo por escrito en Su Palabra, la Biblia!
¡Asombroso! ¿Verdad?
Así que, sin importar la enfermedad, problema o situación que puedas estar enfrentando hoy, debes saber y creer que, por la Palabra de Dios, saldrás adelante con la victoria en tus manos. El cielo y la tierra pasarán mas Su Palabra no pasará. Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Oremos:
Amado Padre celestial, cada día que pasa comprendo más y más de Tu gran e infinito Amor que me tienes. Señor Jesús, en verdad me asombro de Ti al ir comprendiendo el alcance de lo que hiciste por mí en la cruz. ¿Qué, pues, diré a esto? Si Tú eres por mí, ¿quién contra mí? Padre, Tú no escatimaste ni a Tu propio Hijo, sino que lo entregaste por Amor a mí, ¿cómo no me darás también con él todas las cosas? ¿Quién me acusará si soy escogida(o) de Dios? Dios es el que me justifica. ¿Quién me condenará? Cristo, Tú moriste y pagaste el precio de TODOS mis pecados por Amor a mí; más aún, también resucitaste para darme esta vida nueva, vida eterna, plena y abundante; además, Tú, Jesús, estás a la diestra del Padre e intercedes por mí. ¿Quién me separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti soy muerta(o) todo el tiempo; Soy contada(o) como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas soy más que vencedor(a) por medio de aquel que me amó. Por lo cual estoy segura(o) de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar de Tu Amor, oh Dios, que es en Cristo Jesús mi Señor. Estoy dispuesta(o) a creer, recibir y vivir esta Verdad eterna y absoluta. En el nombre de Jesús. Amén
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre 12 Fil / Jer 19-20 / Sal 128
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