17 de Marzo
¡Como un grano de mostaza!
Por Riqui Ricón*
Viniendo
entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto
os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte:
Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será
imposible (Mat 17.19-20).
Es muy interesante notar aquí que las palabras
“poca fe”, en la mayoría de las traducciones inglesas y en varias en español,
significan, literalmente, incredulidad o desconfianza en Dios.
Y él les dijo: «Por su falta de fe. En verdad les digo que si ustedes tuvieran fe
como un grano de mostaza, le dirían a este monte: 'Pásate de aquí para allá,' y
se pasaría enseguida, y la cosa no les sería imposible (MH-DuTillet).
Jesús
les dijo: Por su incredulidad;
porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a
este monte: "Muévete de aquí", y se movería, y nada les sería difícil (Sy
Español).
Y
Jesús les dijo: Por vuestra infidelidad;
porque de cierto os digo, que si tuviereis fé como un grano de mostaza, diréis
a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible
(Reina Valera 1865).
Jesús les respondió: --Porque ustedes no confían en Dios. Les aseguro
que si tuvieran una confianza tan pequeña como un grano de mostaza, podrían
ordenarle a esta montaña que se moviera de su lugar, y les obedecería. ¡Nada
sería imposible para ustedes! (BLS).
Fe es la certeza de lo que se espera la convicción
de lo que no se ve, pero ¿cómo puedo estar seguro de aquello que no puedo ver?
¿Cómo estar convencido de recibir lo que estoy esperando? Dicha certeza y
convicción sólo pueden provenir del hecho irrefutable e infalible de que tengo
la Palabra de Honor del único Dios vivo y verdadero respecto a esas cosas que
estoy esperando. Puesto que es La Palabra de Dios, sólo La Biblia te puede
proveer de tal certeza y convicción.
Sal 119:42 RV60
Y daré
por respuesta a mi avergonzador, Que en
tu palabra he confiado.
¿Cómo puedes estar seguro(a) de tu sanidad cuando
tu cuerpo se siente mal y los análisis clínicos y tu doctor dicen que estás muy
grave? ¿Cómo puedes estar convencido(a) de que tu hijo(a) vendrá a Cristo y
saldrá adelante con su vida cuando la evidencia diaria es que no te obedece y
anda con malas compañías? ¿Cómo puedes tener la certeza que tu matrimonio se
salvará cuando todos los días son pleitos y malas caras y ya se habla de
divorcio?
Rom 10:11 RV60
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
En estos (y todos los casos), la certeza de fe
llega cuando miras atentamente a lo que dice la Biblia, que es la Palabra de
Dios, y no miente; esto es, cuando encuentras una promesa de Dios a tu favor,
respecto a tu necesidad, entonces puedes estar cien por ciento seguro(a) que si
Dios lo dijo, Él lo va a cumplir, si Dios lo habló, entonces Él lo va a
ejecutar.
Núm
23:19 NTV Dios no es un hombre, por lo tanto no miente. Él no
es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin
actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?
Así, fe es creerle a Dios, creeyendo Su Palabra.
Los discípulos no pudieron echar fuera ese demonio
porque no creyeron que, de acuerdo a la Palabra de Jesús, tenían el poder y la
autoridad para hacerlo. Por eso Jesús exclamó:
¡Oh
generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta
cuándo os he de soportar? (Mat 17.17).
Ellos dudaron de lo que la Palabra de Dios dijo que
eran capaces de hacer y por eso, perdieron su identidad y no consiguieron
cumplir su propósito.
Tener fe como un grano de mostaza significa vivir
en lo supernatural de la Palabra de Dios; significa entrar a poseer la tierra y
establecer el reino de Dios, el reino de los cielos, con la total certeza de
que eres un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO y que, por lo tanto, lo que
es imposible a los ojos y mentalidad humana para ti SI ES POSIBLE.
Mar 9:23 RV60
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Sin embargo, en el momento que estos hechos
acontecieron en la vida de los discípulos, ellos aún no habían Nacido de Nuevo.
He
aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y
con la casa de Judá. No como el pacto que hice
con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice
Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de
aquellos días, dice Jehová: Daré mi
ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a
su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me
conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová;
porque perdonaré la maldad de ellos,
y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).
Recuerda que el Nuevo Nacimiento es el cumplimiento
del Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús e incluye un corazón nuevo, ser creado
espíritu nuevo (nacido de nuevo o renacido o regenerado) y al Espíritu Santo
dentro de ti.
Os
daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros
mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y
los pongáis por obra (Eze 36.26-27).
Y si a esto le agregas esa medida de FE, QUE YA
TIENES, te puedo asegurar que le dirás a ese monte que hoy estás enfrentando:
Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada te será imposible.
Saber y CREER que eres un(a)Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo te da la identidad correcta, te establece en quien tú eres ahora en
Cristo Jesús.
Ahora bien, la idea de poca, mediana o mucha FE es
totalmente errónea. Tú y yo hemos sido dotados por Dios con LA MEDIDA de FE,
que es exactamente la misma para todas Sus Hijas e Hijos.
Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe
que Dios repartió a cada uno (Ro 12.3).
Así que,
de acuerdo a la Palabra de Dios, tú tienes la misma fe con la que Pablo, Pedro
y los apóstoles, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando
la palabra con las señales que la seguían. Amén (Mar 16.20).
Simón Pedro, siervo y apóstol
de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y
Salvador Jesucristo, una fe
igualmente preciosa que la nuestra (2 P 1.1).
Eres un(a) Hijo(a) del Reino y tienes esa fe, como
un grano de mostaza.
¡Dios lo dice! Por lo tanto, ¡Es la Verdad!
Oremos en voz audible:
Amado Padre
celestial, hoy quiero darte las gracias por tanto y tan grande amor. Lo que
hiciste por mí al entregar a Tu propio Hijo para pagar mis pecados en mi lugar,
es algo tan maravilloso que nunca dejaré de agradecértelo. Señor Jesús, por Tu
muerte y resurrección, ahora yo tengo Vida Eterna y tengo entrada por un mismo
Espíritu al Padre. Cada día comprendo más que yo soy la persona que Tú, mi
Dios, dices que soy: ¡Un(a) Hijo(a) amado(a) del Rey! Por lo tanto, estoy
seguro(a) que Tú, Espíritu Santo, y yo, haremos de mi vida una vida que vale la
pena vivirse. No voy a dar lugar al miedo, ni a la duda, ni a la incredulidad.
¡Voy a creer solamente! ¡Yo tengo Tu fe, Señor Jesús! ¡Creo que por Tus heridas
soy sano(a), Señor Jesús! ¡Creo que es Tu deseo que yo prospere en todo y que
tenga salud, así como prospera mi alma! ¡Creo que todo lo puedo en Cristo que
me fortalece! ¡Creo que mayor es el que está en mí, que el que está en el
mundo! ¡Creo que este, y todos los días de mi vida, voy a salir más que vencedor(a)
en todas las cosas, por medio de Tu Amor, mi Dios! Lo creo en el nombre de
Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a)
Hijo(a) de Dios! Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Marzo
17 Mat 17
/ Núm 3-4 /
Ecl 3.16-4.16
San
Mateo 17
La transfiguración
(Mr. 9.2–13; Lc. 9.28–36)
17
1Seis días
después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a
un monte alto; 2y se transfiguró delante de ellos,
y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como
la luz. 3Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con
él. 4Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros
que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra
para Moisés, y otra para Elías. 5Mientras él aún hablaba, una nube
de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
6Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron
gran temor. 7Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo:
Levantaos, y no temáis. 8Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron
sino a Jesús solo.
9Cuando
descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión,
hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. 10Entonces
sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que
es necesario que Elías venga primero? 11Respondiendo
Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las
cosas. 12Mas os digo que Elías ya vino, y no le
conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo
del Hombre padecerá de ellos. 13Entonces los discípulos
comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.
Jesús sana a un muchacho
lunático
(Mr. 9.14–29; Lc. 9.37–43)
14Cuando llegaron
al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo:
15Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece
muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16Y
lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17Respondiendo
Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con
vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18Y
reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde
aquella hora. 19Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte,
dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20Jesús les
dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como
un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21Pero este género no sale sino con
oración y ayuno.
Jesús anuncia otra vez su
muerte
(Mr. 9.30–32; Lc. 9.43–45)
22Estando ellos
en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de
hombres, 23y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se
entristecieron en gran manera.
Pago del impuesto del templo
24Cuando llegaron
a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas,y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25El dijo:
Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Qué te parece,
Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos?
¿De sus hijos, o de los extraños? 26Pedro le respondió: De los
extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 27Sin
embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que
saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.
Números
3-4
Censo y deberes de los levitas
3
1Estos son los
descendientes de Aarón y de Moisés, en el día en que Jehová habló a Moisés en
el monte de Sinaí. 2Y estos son los nombres de los hijos de
Aarón:
Nadab el primogénito, Abiú, Eleazar e Itamar. 3Estos son los
nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para
ejercer el sacerdocio. 4Pero Nadab y Abiú murieron delante de
Jehová cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová en el
desierto de Sinaí; y no tuvieron hijos; y Eleazar e Itamar ejercieron el
sacerdocio delante de Aarón su padre.
5Y Jehová habló a
Moisés, diciendo: 6Haz que se acerque la tribu de Leví, y hazla
estar delante del sacerdote Aarón, para que le sirvan, 7y
desempeñen el encargo de él, y el encargo de toda la congregación delante del
tabernáculo de reunión para servir en el ministerio del tabernáculo; 8y
guarden todos los utensilios del tabernáculo de reunión, y todo lo encargado a
ellos por los hijos de Israel, y ministren en el servicio del tabernáculo.
9Y darás los levitas a Aarón y a sus hijos; le son enteramente dados de
entre los hijos de Israel. 10Y constituirás a Aarón y a sus hijos
para que ejerzan su sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.
11Habló además
Jehová a Moisés, diciendo: 12He aquí, yo he tomado a los levitas
de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros
nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas. 13Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo hice morir a
todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los
primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos
serán. Yo Jehová.
14Y Jehová habló
a Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo: 15Cuenta los hijos de
Leví según las casas de sus padres, por sus familias; contarás todos los
varones de un mes arriba. 16Y Moisés los contó conforme a la
palabra de Jehová, como le fue mandado. 17Los hijos de Leví fueron
estos por sus nombres: Gersón, Coat y Merari. 18Y los nombres de
los hijos de Gersón por sus familias son estos: Libni y Simei. 19Los
hijos de Coat por sus familias son: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. 20Y
los hijos de Merari por sus familias: Mahli y Musi. Estas son las familias de
Leví, según las casas de sus padres.
21De Gersón era la
familia de Libni y la de Simei; estas son las familias de Gersón. 22Los
contados de ellos conforme a la cuenta de todos los varones de un mes arriba,
los contados de ellos fueron siete mil quinientos. 23Las familias
de Gersón acamparán a espaldas del tabernáculo, al occidente; 24y
el jefe del linaje de los gersonitas, Eliasaf hijo de Lael. 25A
cargo de los hijos de Gersón, en el tabernáculo de reunión, estarán el
tabernáculo, la tienda y su cubierta, la cortina de la puerta del tabernáculo
de reunión, 26las cortinas del atrio, y la cortina de la puerta
del atrio, que está junto al tabernáculo y junto al altar alrededor; asimismo
sus cuerdas para todo su servicio.
27De Coat eran la
familia de los amramitas, la familia de los izharitas, la familia de los
hebronitas y la familia de los uzielitas; estas son las familias coatitas.
28El número de todos los varones de un mes arriba era ocho mil
seiscientos, que tenían la guarda del santuario. 29Las familias de
los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, al sur; 30y
el jefe del linaje de las familias de Coat, Elizafán hijo de Uziel. 31A
cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero, los altares, los
utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio.
32Y el principal de los jefes de los levitas será Eleazar hijo del
sacerdote Aarón, jefe de los que tienen la guarda del santuario.
33De Merari era
la familia de los mahlitas y la familia de los musitas; estas son las familias
de Merari. 34Los contados de ellos conforme al número de todos los
varones de un mes arriba fueron seis mil doscientos. 35Y el jefe
de la casa del linaje de Merari, Zuriel hijo de Abihail; acamparán al lado del
tabernáculo, al norte. 36A cargo de los hijos de Merari estará la
custodia de las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas y
todos sus enseres, con todo su servicio; 37y las columnas
alrededor del atrio, sus basas, sus estacas y sus cuerdas.
38Los que
acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo de
reunión al este, serán Moisés y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del
santuario en lugar de los hijos de Israel; y el extraño que se acercare,
morirá. 39Todos los contados de los levitas, que Moisés y Aarón
conforme a la palabra de Jehová contaron por sus familias, todos los varones de
un mes arriba, fueron veintidós mil.
Rescate de los primogénitos
40Y Jehová dijo a
Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes
arriba, y cuéntalos por sus nombres. 41Y tomarás a los levitas
para mí en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los
animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de
los hijos de Israel. Yo Jehová. 42Contó Moisés, como Jehová le
mandó, todos los primogénitos de los hijos de Israel. 43Y todos
los primogénitos varones, conforme al número de sus nombres, de un mes arriba,
fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.
44Luego habló
Jehová a Moisés, diciendo: 45Toma los levitas en lugar de todos
los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar
de sus animales; y los levitas serán míos. Yo Jehová. 46Y para el
rescate de los doscientos setenta y tres de los primogénitos de los hijos de
Israel, que exceden a los levitas, 47tomarás cinco siclos por
cabeza; conforme al siclo del santuario los tomarás. El siclo tiene veinte
geras. 48Y darás a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate de
los que exceden. 49Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los
que excedían el número de los redimidos por los levitas, 50y
recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en dinero, mil trescientos
sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario. 51Y
Moisés dio el dinero de los rescates a Aarón y a sus hijos, conforme a la
palabra de Jehová, según lo que Jehová había mandado a Moisés.
Tareas de los levitas
4
1Habló Jehová a
Moisés y a Aarón, diciendo: 2Toma la cuenta de los hijos de Coat
de entre los hijos de Leví, por sus familias, según las casas de sus padres,
3de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que
entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión. 4El
oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión, en el lugar
santísimo, será este: 5Cuando haya de mudarse el campamento,
vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él
el arca del testimonio; 6y pondrán sobre ella la cubierta de
pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus
varas. 7Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y
pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para
libar; y el pan continuo estará sobre ella. 8Y extenderán sobre
ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le
pondrán sus varas. 9Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero
del alumbrado, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos sus
utensilios del aceite con que se sirve; 10y lo pondrán con todos
sus utensilios en una cubierta de pieles de tejones, y lo colocarán sobre unas
parihuelas. 11Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, y lo
cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varas. 12Y
tomarán todos los utensilios del servicio de que hacen uso en el santuario, y
los pondrán en un paño azul, y los cubrirán con una cubierta de pieles de
tejones, y los colocarán sobre unas parihuelas. 13Quitarán la
ceniza del altar, y extenderán sobre él un paño de púrpura; 14y
pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los
garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar; y
extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las
varas. 15Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario
y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento,
vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa
santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el
tabernáculo de reunión.
16Pero a cargo de
Eleazar hijo del sacerdote Aarón estará el aceite del alumbrado, el incienso
aromático, la ofrenda continua y el aceite de la unción; el cargo de todo el
tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario y de sus utensilios.
17Habló también
Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 18No haréis que perezca la
tribu de las familias de Coat de entre los levitas. 19Para que
cuando se acerquen al lugar santísimo vivan, y no mueran, haréis con ellos
esto: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su oficio y en su
cargo. 20No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas,
porque morirán.
21Además habló
Jehová a Moisés, diciendo: 22Toma también el número de los hijos
de Gersón según las casas de sus padres, por sus familias. 23De
edad de treinta años arriba hasta cincuenta años los contarás; todos los que
entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión. 24Este
será el oficio de las familias de Gersón, para ministrar y para llevar:
25Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo de reunión, su
cubierta, la cubierta de pieles de tejones que está encima de él, la cortina de
la puerta del tabernáculo de reunión, 26las cortinas del atrio, la
cortina de la puerta del atrio, que está cerca del tabernáculo y cerca del
altar alrededor, sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio y todo lo
que será hecho para ellos; así servirán. 27Según la orden de Aarón
y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todos sus
cargos, y en todo su servicio; y les encomendaréis en guarda todos sus cargos.
28Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el
tabernáculo de reunión; y el cargo de ellos estará bajo la dirección de Itamar
hijo del sacerdote Aarón.
29Contarás los
hijos de Merari por sus familias, según las casas de sus padres. 30Desde
el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años los contarás;
todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
31Este será el deber de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo
de reunión: las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus basas,
32las columnas del atrio alrededor y sus basas, sus estacas y sus
cuerdas, con todos sus instrumentos y todo su servicio; y consignarás por sus
nombres todos los utensilios que ellos tienen que transportar. 33Este
será el servicio de las familias de los hijos de Merari para todo su ministerio
en el tabernáculo de reunión, bajo la dirección de Itamar hijo del sacerdote
Aarón.
34Moisés, pues, y
Aarón, y los jefes de la congregación, contaron a los hijos de Coat por sus
familias y según las casas de sus padres, 35desde el de edad de
treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años; todos los que entran en
compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión. 36Y fueron
los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos cincuenta. 37Estos
fueron los contados de las familias de Coat, todos los que ministran en el
tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón, como lo mandó
Jehová por medio de Moisés.
38Y los contados
de los hijos de Gersón por sus familias, según las casas de sus padres,
39desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta
años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de
reunión; 40los contados de ellos por sus familias, según las casas
de sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta. 41Estos son los
contados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que ministran en el
tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón por mandato de
Jehová.
42Y los contados
de las familias de los hijos de Merari, por sus familias, según las casas de
sus padres, 43desde el de edad de treinta años arriba hasta el de
edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el
tabernáculo de reunión; 44los contados de ellos, por sus familias,
fueron tres mil doscientos. 45Estos fueron los contados de las
familias de los hijos de Merari, los cuales contaron Moisés y Aarón, según lo
mandó Jehová por medio de Moisés.
46Todos los
contados de los levitas que Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron por
sus familias, y según las casas de sus padres, 47desde el de edad
de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que
entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de obra en el tabernáculo
de reunión, 48los contados de ellos fueron ocho mil quinientos
ochenta. 49Como lo mandó Jehová por medio de Moisés fueron
contados, cada uno según su oficio y según su cargo; los cuales contó él, como
le fue mandado.
Eclesiastés 3.16-4.16
Injusticias de la vida
16Vi más debajo
del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí
iniquidad. 17Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará
Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que
se hace. 18Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de
los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son
semejantes a las bestias. 19Porque lo que sucede a los hijos de
los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los
unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más
el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. 20Todo va a un
mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21¿Quién
sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu
del animal desciende abajo a la tierra? 22Así, pues, he visto que
no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su
parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
4
1Me volví y vi
todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los
oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus
opresores, y para ellos no había consolador. 2Y alabé yo a los
finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía.
3Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha
visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
4He visto
asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del
hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
5El necio cruza
sus manos y come su misma carne.
6Más vale un puño
lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.
7Yo me volví otra
vez, y vi vanidad debajo del sol. 8Está un hombre solo y sin
sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos
se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo
mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
9Mejores son dos
que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10Porque si
cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere,
no habrá segundo que lo levante. 11También si dos durmieren
juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12Y
si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces
no se rompe pronto.
13Mejor es el
muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos;
14porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació
pobre. 15Vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el
muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél. 16No tenía fin la
muchedumbre del pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después
tampoco estarán contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de
espíritu.
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