Lunes 3 de Octubre de 2011.
¡Yo le creo a Dios!
Por Riqui Ricón *
Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribara (Neh 4. 1-3).
¡No temas, CREE solamente! Esta fue la respuesta que Jesús le dio a Jairo cuando llegó la noticia de que su hija había muerto y que ya no molestara más al maestro. Jairo tenía fe, creía que Jesús salvaría a su hija moribunda y fue y le pidió ese favor a Jesús. Jesús le dijo que sí iría con él para sanar a su hija y se encaminaron hacia su casa. Ahora, Jairo no sólo tenía una esperanza sino que TENÍA la Palabra de Jesús. Pero, a la mitad del camino, como suele suceder con frecuencia, llegaron con la noticia de la muerte de su hija; se hablaron palabras de muerte, destrucción y desesperanza (Mar 5. 21-43).
Nehemías es un prototipo de Jesucristo y, por lo tanto, un prototipo tuyo y mío también: tenía un sueño o visión, reconstruir las murallas de Jerusalén; tenía fe, pues sabía que Dios estaba con él; tenía propósito, pues había sido autorizado por el rey. Pero, enemigos, “al parecer”, más fuertes se levantan y hacen declaraciones sobre de él de fracaso, temor, debilidad, impotencia, duda, etc.
¿Qué hacer cuando has tenido fe para pedir y creer que Dios te va a ayudar en esa difícil situación y de repente parece que nada va a suceder o que, al contrario de lo que has pedido, todo se va a poner peor? Pues, ¡sigue creyendo! Fortalécete en el Señor y en el poder de su fuerza. Porque Él nunca ha abandonado a nadie. Jamás serás avergonzada(o) de haber confiado en Su Palabra.
Jesús le dijo a Jairo: ¡No temas, CREE solamente! Resiste ese espíritu de temor y duda que las circunstancias o las palabras de otros quieren implantar en tu espíritu para que dejes de creer y caigas en desánimo y desesperación. ¡Sé como Nehemías, echa mano de la oración, toma la Palabra de Dios como una espada, tu fe como un escudo y pelea la buena batalla pues estamos en guerra!
Jamás le des lugar en tu vida a la actitud diabólica de la resignación. ¡Dios el todopoderoso es tu Padre que te ama! La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, lo dice claramente: ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.31-32).
Así que, recuerda: pase lo que pase, suceda lo que suceda, vas a vencer. Di conmigo: ¡Yo le creo a Dios!
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre 3 Apo 3 / Neh 4 / Sal 98
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