Martes 14 de
Mayo de 2013.
¡Nada ni nadie te pueden detener!
Por Riqui Ricón*
Levantaos,
subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto
que es muy buena; ¿y vosotros no haréis nada? No seáis perezosos en poneros en
marcha para ir a tomar posesión de la tierra (Jue 18. 9).
Que hermoso es saber que tu vida,
como Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, está llena de acción y de aventura.
Tan solo necesitas ser como los hijos de Dan y comenzar a explorar la región.
¡Explora la Biblia! Lee y medita la Palabra de Dios hasta que te des cuenta que,
en Verdad, es muy Buena la Nueva Vida que has heredado.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta (Ro 12.2).
¿Cómo puedes llegar a este
conocimiento o revelación cuando tu propia vida parece ser algo totalmente
opuesto a una maravillosa aventura? ¡Sencillo! Sólo comprende y cree que, de
acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, la buena voluntad
de Dios para tu vida es agradable y perfecta.
No
os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad
que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad,
para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de
Dios (Ro 12.2 CST).
Dios te transforma en una persona
completamente nueva al cambiar tu forma de pensar.
Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo
al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).
Pensar y creer que el
Todopoderoso Dios ahora es tu Padre; pensar y creer que Él es bueno y que te
ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti;
pensar y creer que Jesucristo pagó todos tus pecados al morir en esa cruz y que
con su resurrección te dio derecho a ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de
Nuevo para gozar de la Vida Eterna; en fin, tener este tipo de fe
necesariamente te hace cambiar tu forma de pensar y de ver todas las cosas.
No
imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios
los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces
aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena,
agradable y perfecta (Ro 12. 2 NTV).
La única forma posible de
transformarte por medio de la renovación de tu entendimiento es cambiando tu
forma de pensar. Esto sólo lo consigues haciendo de la Biblia la prioridad
máxima y apremiante de tu vida. Todos los pensamientos y sentimientos de
fracaso, rechazo, temor, resentimiento, soledad y derrota que has acumulado a
lo largo de tu vida, sólo pueden ser eliminados con la luz de la Verdad. Esta
Verdad no es otra que la Biblia, la Palabra de Dios.
Así que la
fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Ro 10. 17).
La fe que necesitas para entrar a
poseer todo lo que ya es tuyo por la Sangre de Jesús, sólo la podrás
desarrollar como resultado de leer y meditar la Palabra de Dios.
Y él dijo: El Dios de nuestros
padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y
oigas la voz de su boca. Porque serás testigo suyo a todos los
hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿por qué te
detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre (Hch 22. 14-15).
Así que, amado(a), no te dejes
engañar, ¡no te detengas! Tú has sido escogido(a) por Dios para que conozcas Su
Voluntad y escuches Su Palabra, pues Él tiene todo un Plan para que en realidad
vivas una vida con propósito.
Donde quiera que estés,
cualquiera que sea la actividad que realices, estás destinado(a) a ser Luz en
las tinieblas, pues eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y la Palabra
de tu Padre celestial es Verdad en tu boca.
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y comienza a CREER que eres esa
Princesa, ese Príncipe, del Dios Altísimo y recibe tu sanidad, recibe tu libertad
y tu restauración, las cuales, Jesucristo compró para ti al precio de Su
Sangre.
¡Permítete
creer lo que Dios dice de ti en Su Palabra!
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,
de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo (Ro 8.15-17a).
¡El Espíritu de esclavitud y
temor nada tiene en ti! ¡Eres un(a) Hijo(a) y Heredero(a) del único Dios Vivo y
Verdadero! Él, tu Papá, ha establecido para este mundo y para este tiempo que
tú, Su Hijo(a), todo lo puedes en Cristo y que en todo problema, enfermedad o
aflicción, ¡eres ya más que vencedor(a) por medio de Aquel que te amó, Cristo
Jesús!
Así que, ¡no te detengas! Como
decimos los mexicanos, toma al toro por
los cuernos, sigue adelante, tómate de la mano del Espíritu Santo en
oración, llénate de la Biblia, que es la Palabra de Dios, y la fuente de tu fe
y disfruta la aventura de tu vida, pues lo mejor está delante de ti.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
¡Dios está contigo! ¡No hay forma
que puedas perder!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, gracias
porque este día puedo declarar en Tu Presencia que soy amado(a) y escogido(a)
por Ti. Me determino, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a no dejarme engañar por
palabras y pensamientos de desaliento, fracaso o derrota. Yo creo lo que Tú
dices acerca de mí: que por Tu Sangre, Señor Jesús, me has redimido de todo
pueblo, lengua o nación; y me has hecho un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de
Nuevo. Tú, Señor Jesús, me has hecho rey (reina) y sacerdote (sacerdotisa) para
nuestro Dios, y reinaré sobre esta tierra. Me levanto, en tu nombre Jesús, a cumplir
el propósito y destino Eterno que compraste para mí en esa cruz. Por lo tanto,
hoy declaro que soy sano(a), soy libre, soy próspero(a) y soy dichoso(a) en
todas las cosas. Resisto, con la Palabra de Dios, al espíritu de temor, al
desaliento y a la depresión; no recibo a la enfermedad, ni a la pobreza; perdono
a todos los que me han lastimado y defraudado y recibo la salud, el gozo, la
paz y el amor que son mi herencia y mi derecho, Voy hacer de mi vida una vida
que valga la pena vivirse. ¡Voy a vivir una vida plena y abundante! ¡Nada ni
nadie me pueden detener! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Mayo
14 Hch
21. 37-22. 29 / Jue 17-18 / Sal 43
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