Miércoles
24 de Abril de 2013.
¡El pecado destruido!
Por
Riqui Ricón*
Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino
que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser
anatema; ni estaré más con vosotros, si
no destruyereis el anatema de en medio de vosotros (Jos 7. 12).
Ciertamente Dios es bueno y
misericordioso, pero también es real y justo: aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable (Num 14.
18). Él no desea que lleves una vida de fracasos y derrotas, sino todo lo
contrario. El Señor ha establecido un Pacto totalmente Nuevo y diferente. Este
es un mejor Pacto, establecido sobre mejores promesas.
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un
mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (He 8.6).
Para hacer valer este Nuevo
Pacto, es necesario que el asunto del pecado, el anatema en medio de nosotros, sea
totalmente resuelto en tu vida, y no se trata de solamente vencer sobre el
pecado sino de destruirlo enteramente para que, así, Dios te acompañe
dondequiera que vayas y salgas siempre más que vencedor(a).
Desde la
ciudad gimen los moribundos, Y claman las almas de los heridos de muerte, Pero
Dios no atiende su oración. Ellos son los que, rebeldes a la luz, Nunca
conocieron sus caminos, Ni estuvieron en sus veredas (Job 24.
12-13).
Dios ha establecido en Su
Palabra, la Biblia, que Él no puede atender la oración de aquellos que, incrédulos, son rebeldes a la
luz y no quieren caminar por el único camino que está establecido.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí (Jn 14. 6).
Hay un camino de salvación; hay
un camino de libertad y de victoria establecido por Dios en Su Palabra y se
llama Jesús.
Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
No te confundas más, date cuenta,
de una vez por todas, que jamás ha sido la voluntad de Dios estar pendiente de
tus delitos, pecados y fracasos para castigarte y condenarte, y para enseñarte
así algún tipo de lección. No mi amado(a), la Verdad es que Dios te ama tanto
que prefirió entregar a Su propio Hijo para pagar tus deudas antes que perderte
a ti.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que
seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos!
Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por
qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Dios te ama
tanto que ha decidido dejar atrás todo ese asunto del pecado para hacer de ti
una Nueva criatura, una Nueva Especie de Ser que no existía antes: un(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Y, ¿cómo puede hacerse eso? Este
Dios y Padre amoroso diseñó un plan perfecto para liberarte, de una vez por
todas, de la esclavitud del pecado. Él no iba a dar a Su Hijo como precio justo
de tus pecados para que, una vez justificado(a) y perdonado(a), quedaras de
nuevo en la misma situación, esto es, a disposición del pecado.
Así que, diseñó este perfecto y
asombroso Plan de Redención que conocemos como el Nuevo Nacimiento.
Porque si
fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo
seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado juntamente con él, para
que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si
morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo
que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se
enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una
vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Ro 6.
5-11).
Ahora bien, de acuerdo a las
últimas palabras de Jesús en la cruz, consumado es, todo esto ya fue realizado en
la cruz y tú lo recibes por fe. ¿Qué significa esto? Que lo crees porque Dios
lo dijo y si Dios lo dijo, entonces, así es. Recibirlo por fe significa que no
es tan importante lo que tú veas, sientas o experimentes sino lo que la Biblia,
la Palabra de Dios que no miente, dice acerca de tu posición en Cristo Jesús
respecto al pecado. Esta es la verdad y no otra:
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8. 2).
Por la muerte, resurrección y Vida
de Jesucristo, tú has sido justificado(a) y perdonado(a) con el propósito de ser creado(a) por Dios como un ser totalmente
distinto al que antes eras.
siendo renacidos, no de simiente
corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece
para siempre (1 P 1.23).
De acuerdo a la Escritura, ahora
eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y no de una simiente que se pueda
corromper sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y
permanece para siempre. ¡Aleluya!
Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú
común (Hch 10.15).
—No contradigas a Dios —le volvió a decir la voz—. Lo que
Dios ha limpiado, limpio está (Hch 10.15
BAD).
Dios, tu
Padre, resolvió totalmente, de una vez y para siempre, el asunto del pecado al
redimirte y renovarte, esto es, comprarte con la muerte de Jesucristo y hacerte
totalmente Nuevo con Su Resurrección.
Oremos en
voz audible:
Gracias
precioso Padre celestial pues cada día comprendo más cuánto Tú me Amas. Has
dado Tu Palabra, Tu Palabra de Honor, y esta es infalible. Primero el cielo y
la tierra dejan de existir antes que se dejen de cumplir todas estas cosas que
has hablado acerca de mí. ¡Soy libre del pecado! ¡El pecado no se enseñorea más
de mí! ¡Nunca más! Por Tu Hijo Jesús he sido justificado y perdonado para ser
hecho Nueva creatura. No importa cómo me sienta o me vea a mí mismo(a) el día
de hoy, Tu Palabra, la Biblia, dice que no soy la misma persona que antes era. Ahora
soy _________ (tu nombre aquí), un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y no
de simiente corruptible sino de incorruptible por la Palabra de Dios que vive y
permanece para siempre. ¡Todo lo puedo! Estoy seguro(a) que de todo problema,
angustia o enfermedad voy a salir más que vencedor(a) por medio de Tu Amor mi
Señor Jesús. Poderoso Espíritu Santo, Tú estás en mí y conmigo, y si Tú estás
conmigo, en Verdad, ¿quién contra mí? ¡Gracias Padre! ¡Muchas Gracias! En el
nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril 24 Hch
10. 1-33 / Jos 7-8 / Job 24
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