Lunes
6 de Mayo de 2013.
¡Trastornando al mundo!
Por
Riqui Ricón*
Pero no hallándolos, trajeron
a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos
que trastornan el mundo entero también han venido acá (Hch 17. 6).
En este mundo hay muy pocas cosas
que sean más interesantes que la vida cristiana. ¡Somos los que trastornamos al
mundo entero! Así es, lo trastornamos con el Amor de Dios, el cual, ya ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Ro 5.5)
y a muchos les cuesta trabajo creerlo, pues somos testigos del Amor de Dios,
quien prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar los pecados de toda la
humanidad, antes que perder a un solo ser humano.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Los primeros creyentes
trastornaron al mundo entero de la misma forma que debe ser trastornado hoy en
día por nosotros, los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, pues el mensaje del
Evangelio, las Buenas Noticias de Jesucristo, no ha cambiado:
No predicamos juicio, ni castigo,
ni condenación, los cuales, ciertamente, podríamos esperar de un Dios Justo y
Soberano, sino que hablamos la mismísima Palabra de este Dios Justo y Soberano,
que se revela dispuesto a amarnos de tal forma que nos redime en justicia por
medio de la Sangre de Su Hijo Jesús.
¡Fíjense
qué gran amor nos ha dado el Padre, que
se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo
somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él
(1 Jn 3.1).
Dios, no solo te ha justificado y
perdonado todas tus faltas, sino que te justificó y perdonó con el propósito
expreso de adoptarte como Hijo(a) Suyo(a) según el puro afecto de Su Voluntad
(Efe 1.5). ¡Por Amor a ti!
¡Es este mensaje de Amor lo que
trastorna al mundo! ¡Es este mensaje de Amor lo que el mundo no puede
comprender! Por esto el mundo no te conoce, porque no han conocido esa clase de
Amor.
Porque la palabra de la cruz es locura a los que
se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios…
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados,
así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque
lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más
fuerte que los hombres (1 Co 1. 18, 23-25).
Tú, que has recibido a Jesús como
Rey, Señor y Salvador de tu vida, has Nacido de Nuevo como un(a) Hijo(a) de
Dios y ahora tienes la misión de ser un(a) testigo de esta Verdad. Es por este
Amor que eres transformado(a) y habilitado(a) para establecer el Reino de Dios
sobre la tierra.
para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios; fortalecidos
con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda
paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para
participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha
librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados (Col 1. 10-14).
Así que, si quitas tus ojos y
atención de cualquier problema o adversidad que estés encarando el día de hoy, entonces
podrás reconocer que has sido fortalecido(a) con todo poder y hecho(a) apto(a)
por tu Dios y Padre, pues, de acuerdo a la Biblia, la Palabra de Dios, que no
miente, tú eres linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para anunciar
las virtudes de Aquel que te llamó de las tinieblas a Su Luz Admirable (1 P
2.9).
Cuando tienes tus sentidos y
emociones enfocados en tus problemas y adversidades entonces dejas de mirar a
Jesús y dejas de poner atención a Su Palabra; así comienzas a sucumbir ante lo
que ves y percibes, exactamente igual a Pedro cuando ya estaba caminando sobre
el agua porque había creído la Palabra de Jesús cuando éste le dijo: ven.
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a
ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la
barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el
fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo:
¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de
él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mat 14.28-31).
Como puedes
ver, todo iba maravillosamente bien hasta que Pedro dudó. Pero, ¿por qué dudó
si ya había creído? Porque puso su vista en el fuerte viento y comenzó a sentir
miedo. Esta es precisamente la estrategia que Satanás utiliza, una y otra vez,
para tratar de derrotarte; que mires lo difícil y terrible de tus problemas, enfermedades
o circunstancias para que comiences a dudar de la Palabra de Dios: “bueno, es cierto que aquella vez me sanó PERO era tan solo un resfriado, o un
dolor de cabeza, ahora esto es más serio, el doctor y los análisis claramente
DICEN que… Bueno, es cierto que hasta hoy nada me ha faltado y muchas veces
Dios me ha ayudado, PERO ahora es
diferente, es muchísimo dinero y los abogados ya me HABLARON y la demanda… Ciertamente
Dios siempre nos había cuidado, PERO
ahora no sé que pasa, mi hijo(a) se ha descarriado y mi esposo(a)…”.
Si dejas de
mirar a Jesús, si dejas de prestar atención a Su Palabra, automáticamente entrará
el miedo a tu vida para intentar anular tu fe.
Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31b-32).
Es esta Verdad la que te da la
victoria sobre todo problema, circunstancia o enfermedad. Sólo creyéndole a
Dios, creyendo la Palabra de Verdad, puedes levantarte de la condición de
esclavo(a) temeroso(a) hacia la libertad gloriosa de un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
¡Abba, Padre! (Ro 8.15).
La estrategia de tu adversario el
diablo es mantenerte constantemente ocupado(a) escuchando su chillona voz de
fracaso y derrota para hacerte creer, ¡sí! Leíste bien, hacerte creer que no
sirves, que no vales, que no eres digno(a) y mereces todo lo malo que te
sucede. Que Dios no está seguro de tu conversión y por lo tanto te está
probando con el fuego de la aflicción, y que bla, bla, bla. ¡Puras patrañas!
¡Puras mentiras!
El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque
es mentiroso, y padre de mentira (Jn 8.44b).
Satanás
pretende, con todos los recursos disponibles a su mano, que no creas que tú eres
la persona que Dios dice en Su Palabra que ahora tú eres. Pretende, con sus
mentiras, mantenerte revolcándote en el lodo de la depresión, autocompasión,
tristeza, soledad, enfermedad, pobreza, rencor, temor e incredulidad. ¡Esto es
lo que el mundo conoce! ¡Esto es lo que el mundo reconoce!
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma (3 Jn 2).
La Escritura
es muy clara acerca de la Voluntad y del Amor de Dios para contigo. ¡Esto es lo
que trastorna al mundo! Que a pesar de tu pasado y de cualquier circunstancia,
Dios te ama tanto que te ha fortalecido con todo poder y te ha hecho apto(a)
para vivir una vida plena y abundante.
¡Tu Padre
anhela que tú seas dichosa(o)!
Ahora bien, ya sabes lo que Dios
quiere para ti, pero ¿cómo se consigue esto?
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
¡Sencillo! Créele a Dios. Cree en
verdad que la Biblia es lo que siempre has dicho que es: la Eterna e Infalible
Palabra de Dios. ¡Dios no miente! Todo lo que Él ha hablado lo va hacer, todo
lo que Él ha dicho lo va a ejecutar. ¡Esta es la Verdad! Y…
¡La Verdad te hace libre!
Por esto, estás destinado(a) a
trastornar al mundo. Porque sin la aprobación del mundo, sólo confiando y
creyendo en Su Palabra de Amor, estás
habilitado(a) por Dios para levantarte del lodo cenagoso, como el (la) Hijo(a)
de Dios que ahora eres, y ejercer poder, autoridad y dominio a favor de tus
hermanas y hermanos y de aquellos que aún no le conocen.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, este día
quiero decirte que te amo con todo mi corazón. Quiero que sepas cuanto me
asombras con tu Gran Amor, pues estando yo destinado(a) a la perdición eterna,
no sólo me rescataste pagando todos mis pecados con la Vida de Tu propio Hijo
Jesús, sino que, además, me has hecho Tu Hijo(a), me has fortalecido con todo
poder y me has hecho apto(a) para anunciar éste, Tu Gran Amor. Gracias, Señor
Jesús, mi hermano mayor. Por todo lo que hiciste al morir y resucitar por amor
a mí, yo tengo Vida. Por Ti, Jesucristo, puedo hacer de mi vida una vida plena
y abundante. Llena de propósito y sentido. Gracias, glorioso y hermoso Espíritu
Santo que estás en mí y conmigo para ayudarme a lograrlo. Por todo esto, he
decidido ya no temer, ni dudar más. Tú estás conmigo y si Dios es conmigo,
¿quién contra mí? No recibo palabras, ni pensamientos, de condenación, fracaso,
ni derrota. En todas, absolutamente todas las cosas soy más que vencedor(a),
pues todo lo puedo en Ti y contigo. Me declaro sano(a), libre, próspero(a) y
feliz para anunciar las virtudes de Aquel que me llamó de las tinieblas a Su
Luz admirable. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Mayo 6 Hch 17. 1-15 / Jue 6
/ Job 36
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