miércoles, 4 de enero de 2012

¡Aquí está lo que necesitas para recibir, hoy, tu primer milagro del año!

Miércoles 4 de Enero de 2012.
¡Basta una Palabra del Señor y un milagro sucederá!
Por Riqui Ricón*
Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo; por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero dí la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe (Luc 7.6-9).
Vemos en este episodio de la vida de Jesús aquí en la tierra, que se maravilló de aquel centurión porque él entendía, mejor que los israelitas, que la autoridad radica en la Palabra de Dios: solamente dí la palabra, dice el pasaje paralelo en Mateo capítulo ocho.
Los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo entendemos que la Biblia es la Palabra de Dios y por lo tanto tiene toda autoridad para hacerse cumplir así misma.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar… Tú diste alegría a mi corazón Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado (Sal 4.1b, 7-8).
Puedes poner toda tu confianza y tu fe en que, si Dios lo ha dicho, entonces, Él lo va a cumplir, si Dios lo ha hablado, entonces, Él lo va a ejecutar. ¡Él te hará ensanchar en medio de la angustia! Por la Palabra de Dios tendrás tal alegría en tu corazón que podrás vivir confiada(o), podrás vivir en paz.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33).
Sin importar si las cosas han comenzado bien o mal para ti en este año, tú puedes hacer algo: puedes decidir. Decide creerle a Dios. Decide creer la Palabra de Dios. Tú sabes que Dios no miente, y sabes que la Biblia es Su Palabra de Honor, entonces, tú puedes decidir ser como ese centurión que no necesito VER FÍSICAMENTE al Hijo de Dios, ni necesito ningún tipo de prueba o evidencia; decide creer que la Palabra de Dios es todo, y lo único que necesitas para salir más que vencedor(a). ¡Decide confiar en Dios!
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
A pesar de las dificultades y aflicciones de este mundo, no hay mayor seguridad, no existe mejor garantía, para vivir una vida plena, que saber, conocer y creer la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Pues, primero el cielo y la tierra dejarán de existir, antes que Él deje de cumplirte alguna de Sus promesas que ha puesto en Su Palabra.
Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra;  así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti (Isa 54.9-10).
Por la Palabra de Dios, ahora, en Cristo Jesús, Él ya no se enoja contra ti, sino que el Nuevo Pacto, el Pacto de Paz, determina la relación entre tú y Dios.
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).
Por la Palabra de Dios, tú has sido hecha(o), en este Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, un(a) Hija(o) amada(o) de Dios. ¡Un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo!
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3 Jn 2).
Por la Palabra de Dios, Él ya ha declarado cual es su buena voluntad para contigo: agradable y perfecta.
Así que, deja de ver tus problemas, enfermedades y circunstancias, pon tus ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, y dile de todo tu corazón: ¡Señor Jesús, solamente di la Palabra!
Oremos en voz audible:
Amado padre celestial, gracias, muchas gracias por haberme dado Tu Palabra, la Biblia. Es Tu Palabra de Honor y sé que en ella tengo la garantía, la plena seguridad y certeza, que Tu voluntad para conmigo es buena, agradable y perfecta. Precioso Señor Jesús, por el Nuevo Pacto en Tu Sangre, ahora yo soy un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y puedo hablarle a mis problemas y aflicciones, con toda autoridad, pues conozco Tu Palabra. ¡Soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera(o)! ¡El Amor, el gozo y la paz que Cristo Jesús compró para mí, con Su muerte y resurrección, son mi legítima herencia! ¡He declarado que el 2012 es el mejor año de mi vida y así será! ¡En todas las cosas soy más que vencedor por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡TODO LO PUEDO! ¡En Cristo Jesús ya he vencido al mundo, pues mayor eres Tú, Espíritu Santo, que vives y estás en mí, que cualquiera que esté en el mundo! ¡Padre, no dudaré jamás de Tu Palabra! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Enero 4                                              Luc 7.1-17   /  Gen 8-10 /  Sal 4

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