lunes, 2 de mayo de 2011

¿Quién es tu maestro?

Lunes 2 de Mayo de 2011.
¡Mi Maestro!
Por Riqui Ricón*
Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros (Hch 15. 8).
Aunque Dios no hace acepción de personas si lo hace en cuanto a la fe de dichas personas. De acuerdo a la biblia, que es la Palabra de dios y no miente, Dios ama a todo el mundo sin distinción alguna y lo ama tanto que entregó a Su propio Hijo PARA QUE TODO AQUEL QUE EN EL CREA no se pierda sino tenga Vida Eterna. El regalo de amor para toda la humanidad ya fue dado por Dios y es, Vida Eterna en Cristo Jesús. ¿Es este regalo para todos? Desde luego que sí. Sin embargo, lo reciben sólo aquellas y aquellos que creen. Las/los que creen en Su Amor. Las/los que creen en Su Palabra. Las/los que creen en Jesús. Las/los que tienen fe.
Dios es Espíritu y tú y yo fuimos creados a Su imagen conforme a Su semejanza, por lo tanto, somos espíritu. ¡No tienes un espíritu sino que eres espíritu!
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida (Jn 6. 63).
La Palabra de Dios es espiritual y la tienes que discernir espiritualmente. Esto se consigue no con tu mente sino con tu corazón. La promesa del Nuevo pacto en la Sangre de Jesús, que Dios cumplió totalmente cuando hiciste de Jesucristo el Señor y Salvador de tu vida, te proveyó de un corazón Nuevo, te hizo espíritu Nuevo y te dio al Espíritu Santo dentro de ti, contigo, como tu amigo y ayudador por excelencia.
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Eze 36. 26-27).
Ciertamente espíritu hay en el hombre, Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda (Job 32. 8).
Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed (neh 9. 20).
Curiosamente, existen creyentes que se dicen ser Hijos de Dios Nacidos de Nuevo que piensan que las aflicciones que padecen son algún tipo de lección con la que Dios, su Padre, pretende enseñarles a ser piadosos o humildes. La Verdad, de acuerdo a la Biblia, es que Dios no está, para nada, escaso de recursos como para utilizar al diablo, con sus enfermedades, pobreza y aflicciones, para enseñarnos ninguna cosa. ¡El maestro de la Iglesia es el Espíritu Santo y el contenido de Su enseñanza es la Palabra de Dios que nos provee de sanidad, prosperidad, paz, gozo y, en fin, una vida llena de la plenitud de Dios!
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino… Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado  (Sal 119. 105).
Las Hijas y los Hijos de Dios Nacido de Nuevo sabemos que nuestro Padre es bueno y que, tanto Su Palabra como Su Voluntad, para con nosotros, es buena, agradable y perfecta.
Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas (Jos 23. 14).
Este Dios y Padre nuestro, que no hace acepción de personas sino que ama a todos por igual, tiene Palabra de Honor y va a cumplir cada una de Sus promesas que nos ha hecho.
Gracias Señor por haberme dado a Tu Hijo, Tu Palabra y a Tu Espíritu Santo. Gracias porque, efectivamente, ya no soy la misma persona pecadora atrapada en la maldad sino que ahora, en Cristo Jesús, soy una/un Hija/Hijo Tuyo, Nacida/Nacido de Nuevo. Gracias Espíritu Santo porque Tú eres mi mejor amigo, mi ayudador y mi maestro. Así que no recibo ningún tipo de aflicción como parte de alguna enseñanza para mi vida. ¡No! ¡Nada de eso! En el nombre de Jesús me someto a la Palabra de Dios, resisto a Satanás y éste huye de mí. Resisto la enfermedad, la pobreza y todo tipo de aflicción. Recibo mi salud, prosperidad, paz y gozo como parte de mi herencia, la que legítimamente me pertenece por la Sangre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Mayo 2                                              Hch 15. 1-21  /  Jos 23-24  /  Job 32

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