Miércoles 11 de Mayo de 2011.
¡Por Tu Palabra, Señor!
Por Riqui Ricón*
Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él? (Jue 13. 12).
¡Cómo me gusta encontrar en la Biblia que lo único que tenemos que hacer es creer que la Palabra de Dios es la Verdad! Manoa, el padre de Sansón, no le cabía la más mínima duda de que lo que Dios les había dicho por medio del ángel se cumpliría, por eso pudo afirmar, Cuando tus palabras se cumplan…
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí (Jn 14. 1).
Amada, amado, es tiempo de poner mucha atención pues creer en Dios o creer en Jesús, NO SIGNIFICA creer que ellos existen. No se trata de tener la certeza de que Jesús caminó por este mundo enseñando, predicando y sanando, ni tampoco se trata de estar convencido que Dios fue el creador del universo. Lo realmente significativo para tu vida comenzará en el momento que comiences a creerle a Dios; a creerle a Su Palabra, la Biblia, como las Palabras que han salido de la boca de Dios y que, por lo tanto, se van a cumplir todas, sin faltar alguna de ellas.
y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados (Hch 20. 9-12).
¿Cómo puede alguien utilizar su fe para resucitar un muerto, sanar un enfermo, restaurar un matrimonio, salir de la pobreza o sanar su corazón? Realmente es sencillo si encontramos que en la Biblia Dios dice que lo podemos hacer, pues si Dios lo dice, entonces, es la Verdad e inevitablemente tiene que suceder.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14. 12).
El Padre de Jesús es Dios y resulta que, por la muerte y resurrección de Jesús y tu Nuevo Nacimiento, también es tu Padre. Así que las condiciones están listas para que comiences hacer las mismas cosas que Él hizo y aún mayores. Si le puedes creer a Dios, pues para la/el que le cree a Dios TODAS las cosas le son posibles.
Amado Padre celestial, que hermoso es saberse Tu Hija/Hijo. Que por medio del precio que Jesús pagó por mí ahora soy Tu heredera/heredero y coheredera/coheredero junto con Jesús. Gracias, Señor, porque tengo fe. La fe que me has dado, de la cual Tú, Jesucristo, eres autor y consumador. Gracias por Tu Palabra, la Biblia. Es Tu Palabra de Honor y alumbra mi vida y mi camino pues vivo confiado siempre y asegurado pues sé, que sé, que todo lo que has dicho se va a cumplir y que no faltaras a ninguna de Tus palabras. Gracias porque Tu Palabra es la certeza de todo lo que estoy esperando, de todo lo que aún no veo. ¡Te amo Señor! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Mayo 11 Hch 20. 1-16 / Jue 13 / Job 41
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué piensas al respecto?