jueves, 5 de mayo de 2011

¿Es un castigo de Dios?

Miércoles 4  de Mayo de 2011.
¡Soy justa/justo y santa/santo!
Por Riqui Ricón*
Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción (Jue 2. 15).
Es muy importante no perder de vista que tanto la bendición como la maldición, ambas, son Palabra de Dios y, por lo tanto, inevitablemente se han de cumplir en el momento que se cumplen las condiciones establecidas para ello.
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham,  Isaac y Jacob,  que les había de dar (Deu 15. 20-30).
Ahora bien, aunque la maldición es la consecuencia al pecado, tenemos que notar que la Voluntad de Dios para nuestras vidas siempre ha sido bendecirnos. Él no es ningún juez sádico que está pendiente de nuestros delitos y transgresiones para aplicarnos su justicia inflexible. ¡No! ¡Nada de eso! Él es  nuestro Padre amoroso que nos guía y corrige indicándonos el camino correcto.
¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? (Ez 18. 23).
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 P 3. 9).
Así que, si te encuentras afligida/afligido o angustiada/angustiado por alguna situación y piensas que eso te lo envió Dios por alguna razón, detente, deja de pensar de esa forma. Si hay pecado en tu vida arrepiéntete, corre hacia tu Padre, pídele perdón confesando tu pecado pues fiel y justo es Él para perdonarte y limpiarte de toda maldad. Si no hay pecado, entonces, sométete a la Palabra de Dios resistiendo al diablo pues éste tendrá que huir de ti.
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5. 18).
Amado Padre celestial, yo sé que soy Tuya/Tuyo, una/un Hija/Hijo Nacida/Nacido de Nuevo y no de una simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es Tu Palabra. Por lo tanto, el maligno no me toca pues yo no practico el pecado. Te pido perdón por todos mis pecados que he cometido en este último día, te pido que mires la sinceridad de mi corazón y apliques, una vez más, la Sangre preciosa y poderosa de Tu Hijo Jesús sobre mi vida y corazón. Gracias Señor porque me has hecho Nueva Creación, justa/justo y santa/santo. Espíritu Santo, Tú estás conmigo como mi amigo y ayudador; así que, te pido me ayudes a creer que soy quien Tú dices que soy para dejar atrás esas actitudes, pensamientos, palabras y acciones pecaminosas. Yo soy quien dice la Biblia que soy: una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo totalmente libre de la ley del pecado y de la muerte. Así que, recibo mi perdón y mi herencia: salud, prosperidad, paz y gozo. En el nombre de Jesús. Amén.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios (1 Co 6. 9-11).
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Mayo 4                                              Hch 16. 1-15  /  Jue 2-3  /  Job 34

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