sábado, 28 de mayo de 2011

¿Cómo puedes estar segura(o) que te irá bien en la vida?

Sábado 28 de Mayo de 2011.
¡Todo por Su Palabra!
Por Riqui Ricón*
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley (Ro 3.27-28).
¿Qué es la fe?
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (He 11.1).
¿Qué significa esto? ¿Cómo puede alguien estar seguro de cosas que no ve o estar convencido de que va a recibir lo que está esperando? La única manera de conseguir esto es teniendo la promesa, la Palabra de Honor, de que Dios lo va hacer, pues si Él lo dijo, entonces, lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces, Él lo va a ejecutar.
Por ejemplo, si Dios dice que todo lo puedes en Cristo que te fortalece (Fil 4.13), entonces, esa es la Verdad pues es la Palabra de Dios y tú decides si vas a CREERLE a Dios o a tus circunstancias, cualquiera que estas sean.
La ley de la fe fue establecida con Abraham cuando le creyó a Dios y eso, su fe, creerle a la Palabra que Dios le dio, le fue contado por justicia. ¡Fue justificado por creerle a Dios!
La Biblia, la Palabra de Dios que no miente dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo a que pagara todos tus pecados antes que perderte a ti. Y el propósito por lo que hizo esto es para que creas en Su Amor, que creas en Jesús, que creas en Su Palabra, y así tengas VIDA ETERNA. Jesús no viene a tu vida para condenarte a una vida de fracasos, ni enfermedad, ni pobreza, ni esclavitud, ni ningún tipo de derrota. ¡No mi amada(o)! Él está en tu vida para salvación y esto significa muchísimo más que solamente irse al cielo; significa tener la Palabra de Honor de Dios, tu Padre, para vivir una vida plena y abundante sobre la tierra.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33).
Esto no quiere decir que no vas a tener problemas. Los vas a tener y muchos, pero de todos ellos vas a salir más que vencedor(a) por medio de Aquel que te ama, Cristo Jesús. Vas a comprobar con tu fe, en tu propia vida, la libertad gloriosa de las Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo.
Por eso es que no hay jactancia en nuestro estilo de vida pues si somos santos es por Él que somos santos; si somos justos, es por Él que somos justos; si somos poderosos, es por Él que somos poderosos; si somos Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, es por Él, Jesucristo, que lo somos.
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
¡Todo por Su Palabra!
Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien... Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón. No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades. Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo (1 S 12.14, 20-22).
Precioso Señor Jesús, gracias porque por Tu Palabra me hiciste Nacer de Nuevo como Hija(o) de Dios, mi Padre. Me diste Tu fe y puedo creer. Hoy sé que en todas las cosas soy más que vencedor(a). No hay enfermedad, pobreza o circunstancia que me infundan temor para dejar de creer que soy Hija(o) del Rey. Todo lo puedo en Ti, Jesús, que me fortaleces. Estoy plenamente convencido que, con Tu muerte en la cruz, pagaste todos mis pecados y he sido justificada(o), perdonada(o) y adoptada(o) en Tu familia, Señor. Me propongo hoy, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a recibir y creer Tu Amor, a recibir y creer esta identidad de Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y a vivir conforme a Tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Mayo 28                               Ro 3.9-31  /  1 Sam 12  /  Sal 57

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