Viernes
22 de Julio de 2011.
¡Dios
no puede mentir!
Por
Riqui Ricón*
Entonces
el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas
miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey.
Y
le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a
consultar a Baal-zebub dios de Ecrón, ¿no hay Dios en Israel para
consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en
que estás, sino que de cierto morirás. Y murió conforme a la
palabra de Jehová, que había hablado Elías (2
R 1.15-17).
En este episodio en
la vida del pueblo de Israel, como en muchos otros, la Biblia te hace
notar como algunas personas a pesar de conocer de Dios y saber de Su
Poder, ¡no creían a Su Palabra!
Aquí tenemos al rey
Ocozías quien, al ser confrontado por la Palabra de Dios, no se
arrepintió, ni buscó a Dios. ¿Por qué las personas actúan así?
Porque, aunque creen en Dios, no le creen a Dios, esto es, no creen a
Su Palabra.
¿Todavía
hay alguno entre ustedes que piensa que basta con tener fe? ¿Fe en
qué? ¿En que hay un solo Dios? ¡Hasta los demonios, lo creen y
tiemblan de espanto!
¡Tonto! ¿Cuándo vas a acabar de aprender que de nada sirve “creer”
si uno no hace lo que Dios quiere? La fe que no se plasma en buenas
obras no es fe verdadera (Sgo
2.19.20 BAD).
Te preguntarás,
¿entonces creer en Dios no es suficiente? Así es mi Amado(a), creer
en Dios NO es suficiente. Creer en Dios apenas y te coloca al mismo
nivel que los demonios y aún así ellos tiemblan. Lo único que
puede ser suficiente para realizar una Vida Plena y Abundante es que
le creas a Dios, creyendo Su Palabra. Sólo esta clase de fe te hace
actuar en obediencia a lo que sea que Él te esté pidiendo que
hagas.
Pero
sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan (He
11.6).
Sin fe, sin creerle
a Dios, creyendo Su Palabra, tú no puede agradar a Dios. Cuando te
acercas a Dios no sólo debe creer que Él existe, sino creer que en
Verdad Él es Dios y, por lo tanto, todo lo que Él dice es Verdad y
se cumple. Dios tiene Palabra de Honor y Él honra a los que
sinceramente le buscan.
Es,
pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve
(He 11.1).
Pero, ¿cómo puedes
estar seguro(a) de algo que no ves y que además las personas y las
circunstancias te aseguran que no sucederá; como cuando esperas un
milagro de sanidad ante un diagnóstico médico negativo como el
cáncer o la diabetes? ¿Cómo puedes tener la certeza de algo que
estás esperando cuando todo a tu alrededor te indica que no pasará;
como la restauración de tu matrimonio o ser libre de deudas?
¿QUÉ
ES FE? Fe es la plena certeza de que lo que esperamos ha de llegar.
Es el convencimiento absoluto de que hemos de alcanzar lo que ni
siquiera vislumbramos (He
11.1 BAD):
Esta certeza, esta
seguridad, sólo puede provenir de una fuente: La Biblia, que es la
Palabra de Dios. Esto es así, ya que sabemos que Dios no puede
mentir, pues lo que lo hace Omnipotente es que, precisamente, todo,
absolutamente todo, lo que sale de Su boca se cumple. La Palabra de
Dios tiene en sí todo el Poder de Dios para hacerse cumplir a si
misma.
Por
la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de
Dios,
de
modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía
(He 11.3).
Dios
creó todo el universo (lo visible y lo invisible), con Su Palabra.
El poder de la fuerza de Dios no son Sus ángeles, ni relámpagos,
sino Su Palabra. Así que, insisto, cualquier cosa que Dios dice se
cumple forzosamente.
Por
esto Dios no puede mentir. Aunque Él quisiera hacerlo no podría,
pues la mentira es todo lo contrario a la Verdad y, como ya vimos,
toda palabra que sale de la boca de Dios se cumple por sí misma ya
que es la Verdad.
Y
dijo Dios: Sea la luz;
y
fue la luz
(Gen 1.3).
Cuando
Dios dijo, sea la luz, ¡fue la luz y no otra cosa! Dios no dijo “sea
la luz” y esperó a ver qué sucedía o qué
resultaría de eso; sucedió exactamente lo que Él dijo que
sucedería: ¡Fue la luz!
A
manera de ilustración, imagina que el Señor quisiera jugarte una
broma y se apareciera a ti en un día domingo por la mañana
diciendo: “hola, ¿no te gusta la hermosa noche de viernes que te
estoy dando?”; no podrías replicarle por haberse equivocado.
Recuerda que Él es Dios, así que, ¿qué crees tú que pasará en
el momento mismo que las palabras “hermosa
noche de viernes” salgan de Su boca? Pues a
cambiar agendas y ajustar relojes porque, sin discusión alguna, ese
día dejará de ser domingo para volverse un hermoso viernes por la
noche. ¡Es Palabra de Dios! ¡Es Palabra de Honor!
Así
que, puesto que la Biblia, la Palabra de Dios, es la Verdad Eterna e
Infalible, entonces la Vida no se trata de si Dios es confiable o
no, sino, más bien, la Vida se trata de si decides tú confiar en Él
o no. Tu Vida se trata de si decides tú creer o no creer a Su
Palabra.
Aunque,
dado que Dios es cien por ciento confiable, sería un tremendo error
no creerle, ¿verdad?
Nunca
se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo
que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino,
y todo te saldrá bien
(Jos 1.8).
Recuerda que esta es
Palabra de Dios. Esta es Palabra de Honor. Y puesto que Dios lo dice
así, entonces aquí está el secreto, la única forma en que puedes
hacer prosperar tu camino y que todo te salga bien: ¡Haz de la
lectura y meditación de la Biblia la norma máxima de tu existencia!
Jehová
de los ejércitos, Dichoso
el hombre que en ti confía (Sal
84.12).
¿Entonces? ¿Cómo
puedes tener la certeza de aquello que estás esperando, cómo puedes
estar convencido(a) de cosas que aún no ves? ¡Sencillísimo! Sólo
tienes que encontrar en la Biblia, que es la Palabra de Honor de
Dios, alguna de las promesas que Él te hace tocante a tu necesidad y
hacerla valer para ti mismo(a).
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
Puedes hacer valer
para ti mismo(a) cualquier promesa que hay en la Biblia porque sabes
que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes
que perderte a ti.
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados
hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos!
Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no
comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD)
Puedes hacer valer
para ti mismo(a) cualquier promesa que hay en la Biblia porque sabes
que eres un(a) Hijo(a) legítimo y amado de Dios, tu Padre.
Así que, si tienes
una Promesa de tu Padre tocante a cualquier necesidad, entonces
puedes estar cien por ciento seguro(a) que todo saldrá bien,
Por
tercera vez el rey envió a un oficial con otros cincuenta soldados.
Cuando éste llegó hasta donde estaba Elías, se puso de rodillas
delante de él y le imploró: —Hombre de Dios, le ruego que respete
mi vida y la de estos cincuenta servidores suyos. Sé
bien que cayó fuego del cielo y consumió a los dos primeros
oficiales y a sus soldados. Por eso le pido ahora que respete mi vida
(2 R 1-13-14 NVI).
La actitud del
tercer capitán de cincuenta fue muy diferente a la del rey Ocozías.
Sabía y creía que podía morir junto con sus cincuenta hombres. Por
eso actuó con justicia al acercarse humilde y prudentemente al
profeta Elías pidiendo misericordia. Reconocer y creer que el
profeta en Verdad era Hombre de Dios y que Dios respalda Su Palabra
en él, le salvó la vida a él y a sus cincuenta. Lo cual no sucedió
con el rey de Israel.
Entonces
la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios,
y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca (1 R
17.24).
¡Así que existe
algo que el Único y Todopoderoso Dios NO puede hacer, y eso es
mentir
Jehová
de los ejércitos, Dichoso
el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
Oremos
en voz audible:
Amado
Padre celestial, que hermoso es saber que puedo confiar total y
absolutamente en Tu Palabra, la Biblia. Gracias Señor porque lámpara
es a mis píes Tu Palabra y luz en mi camino. Gracias por Jesús, por
Su Amor y por el cumplimiento de Tu Palabra en Su Vida para mi
Redención y Salvación. ¡Bendito Tu Nombre y bendito Tú, mi Señor
Jesús! Por lo que Tú hiciste por mí en la cruz ahora yo puedo
vivir en paz, victoria y libertad. ¡Tú pagaste el precio por mí!
Gracias, muchas gracias. No voy a temer. No tengo nada por qué
temer, Tú eres mi Padre, Dios, Rey y Salvador. ¡Gracias por Tu
Sangre! ¡Gracias por el Nuevo Pacto! ¡Gracias por Tu Palabra de
Honor! Por el gran Amor con que me has amado ahora yo soy Tu Hijo(a)
y yo en Ti confío. Tú dices en Tu Palabra que dichosos son el
hombre y la mujer que en Ti confían. ¡Soy dichoso(a)! Pues sin
importar las circunstancias que hoy enfrento, Tú, mi Dios, cumplirás
Tu propósito en mí y saldré adelante más que vencedor(a). Pues
aunque ande en valle de sombra y de muerte, Tú estás conmigo y,
¿qué puedo decir a esto? Si Dios es conmigo, ¿quién contra mí?
Gracias, Señor Jesús, por lo que Tú hiciste por Amor a mí al
morir en esa cruz, ahora yo tengo la Vida Eterna de un(a) Hijo(a) de
Dios Nacido(a) de Nuevo y puedo ser constante, alegre y persistente
al esperar en Tu Palabra. El cielo y la tierra pasarán, más Tu
Palabra no pasará. Así que, está es la confianza que tengo en Ti,
que si Te pido alguna cosa conforme a Tu Voluntad, conforme a Tu
Palabra, sé que Tú me oyes, y si sé que Tú me oyes, también sé
que tengo todo lo que Te he pedido. Por lo tanto, resisto al espíritu
de temor, duda, pobreza y enfermedad, creyendo y recibiendo lo que
Tú, mi Señor y Salvador, Jesucristo, pagaste para mí. ¡Soy
sano(a) y libre de toda enfermedad y dolencia! ¡Soy libre del temor,
la ansiedad y la duda! Pues no he recibido el espíritu de esclavitud
para estar otra vez en temor, sino que he recibido el espíritu de
adopción y hoy clamo, ¡Abba, Padre! Declaro mi libertad y
prosperidad financiera. Recibo el Amor, gozo y paz que Tú, Espíritu
Santo, has puesto en mí para vivir una vida plena y abundante. En el
nombre de Jesús. Amén
Nota
Importante:
¿Cómo me hago Hijo
de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la
siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y
corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor
Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de
la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a)
pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí
acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y
te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para
siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y
mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y
profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de
las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios,
ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de
Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la
Biblia.
Julio
22 1
Co 9 / 2 R 1-2 / Am 7
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