domingo, 15 de enero de 2012

¡Sin duda, vendrá!

Sábado 14 de Enero de 2012.
¡Todo lo demás te ha de ser añadido!
Por Riqui Ricón*
Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos (Sal 14.5).
Amada(o), no te dejes engañar, la Biblia, la Palabra de Dios, es la Verdad y cualquiera de nosotros que camine a la Luz de Su Palabra no andará en tinieblas, ni en angustia, ni en temor, ni en desesperación, ni en enfermedad, ni en pobreza, ni en deudas, sino, como dice Jesucristo, Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
Así que, como tú has decidido creerle a Dios, le creer a Su Palabra, entonces, no hay forma que puedas perder en esta vida. Tienes asegurada la victoria en esta batalla, pues es la buena batalla de la fe.
Esta batalla no es contra tu esposa o esposo, ni contra tu hija o hijo, ni contra alguno de tus suegros, ni contra ninguna de las personas que forman parte de tu vida, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efe 6.12).
Algunas personas pueden sentir temor ante esto, pero NO NOSOTROS las Hijas y los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, comprados y redimidos al precio de la Sangre de cristo Jesús, quienes sabemos y estamos convencidos que, Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo… Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn 4.4, 5.4-5).
Así que, tus enemigos tiemblan de espanto, porque Dios está con la generación de los justos, y esto último es lo que tú ahora eres en Cristo Jesús: un(a) justa(o).
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Co 5.21).
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios (Ro 5.1-2).
La Verdad es que tú has sido justificada(o), hecha(o) justa(o), por Dios en la Sangre de Jesús, y son ellos, tus enemigos, los que tiemblan de espanto. Efectivamente, sin importar las circunstancias que estés atravesando, la Verdad prevalece: tú eres la generación de los justos y Dios está contigo.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro 8.31).
En un tiempo de tremenda crisis y escasez, Abraham vivió creyendo la Palabra que el Señor le había dado y, dice la Escritura que, le fue contado por justicia, fue hecho justo (Gen 15.6) y los reyes de aquella región temblaron de espanto y se apresuraron a hacerse amigos de Abraham.
Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces. Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado (Gen 21.22-23).
La integridad de la Palabra de Dios es contundente, Él no miente ni se arrepiente, Él no cambia Su Palabra: Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad. No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios (Sal 89.33-34).
¡No te dejes engañar! Tu vida está escondida con cristo en Dios y consiste en mucho más que la comida, el techo o el vestido. El ladrón solo viene a ti para hurtar, matar y destruir pero Cristo Jesús ESTÁ PRESENTE en ti para darte vida y VIDA ABUNDANTE (Jn 10.10).
Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas (Luc 12.29-31).
Por el Amor que el Señor siente por ti, has sido levantada(o) a la posición de Hija(o) de Dios. Él sabe de qué cosas tienes necesidad y ha establecido en Su Palabra que te sean suplidas todas mientras actúas en la fe y en Su Palabra para establecer Su reino, primeramente en tu propia vida y posteriormente en esta tierra.
¡Busca el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás te será añadido!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, Tú, por Amor me has hecho justa(o) en Cristo Jesús y ahora puedo disfrutar de Tu Plenitud para vivir una vida buena y abundante. Gracias, Señor Jesús, por lo que hiciste por Amor a mí al morir en esa cruz. Entiendo que mi permanencia en este mundo tiene el propósito de que, con Tu ayuda Espíritu Santo, comencemos a establecer Tu reino. ¡Venga Tu reino, Señor, y hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo! Por lo tanto, yo decido no estar en ansiosa inquietud por lo porvenir y confiar en Ti, confiar en Tu Palabra. Así que, declaro que YO SOY lo que Tú, mi Dios, dices en Tu Palabra que ahora soy: ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó! ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Yo soy Tu Hija(o) y los he vencido, porque mayor eres Tú, que estás en mí, que el qie está en el mundo! ¡Soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera(o)! Tu Amor, gozo y paz ya están en mí para que yo haga de mi vida una vida plena y abundante; para que yo haga de mi vida una vida que vale la pena vivir. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 14                                Luc 12.1-31  /  Gen 21  /  Sal 14

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