martes, 24 de enero de 2012

¡El Poder que está en ti!

Miércoles 18 de Enero de 2012.
¡Hijos del Rey! ¡Ceñidos de poder!
Por Riqui Ricón*
Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce (Sal 18.32-34).
Cada vez que leo el Salmo 18 no puedo más que recordar la promesa que Dios hizo de hacer con nosotros un Nuevo Pacto. Un Pacto que no pudiese ser invalidado por nuestros errores, ni pecados y que, por lo tanto, permitiera a Dios derramar Su Amor y bendiciones sobre nuestras vidas. Piénsalo bien, el Nuevo Pacto no depende de ti o de mí, ni de nuestras acciones, sino de la Palabra de Aquel que entrego Su Vida por amor a ti.
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer (He 8.6-13).
Es por este Nuevo Pacto en la Sangre de Jesucristo que tú fuiste renovada(o) por el Espíritu Santo, a través del Nuevo Nacimiento, de tal forma que, sin lugar a dudas, Él te ciñe de poder y HACE PERFECTO TU CAMINO.
Así que, no es que tú, con tus esfuerzos o “pagando el precio” en ayuno, oración o con algún tipo de sacrificio puedas estar firmes en las alturas, pues, No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zac 4.6).
Todo esto es realmente asombroso y maravilloso. Dios te manifiesta un Amor de verdadero Padre al diseñar un plan donde no haya forma en la que puedas perder. Es Su Gracia, eterna e infinita, manifestada en la persona de Jesucristo, lo único que te permite ser más que vencedor(a) por medio de ese Amor.
Así que, ¡ten ánimo y no temas! ¡Cree solamente! Eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo; siendo renacida no de una simiente corruptible sino de una incorruptible que es la Palabra de Dios que vive y PERMANECE PARA SIEMPRE. Sea cual sea la situación o necesidad que hoy estés enfrentando, estás ceñida(o) del Poder de Dios para salir más que vencedor(a) en cualquier cosa.
Dios no puede mentir, si Él lo dijo, entonces, lo va a cumplir; si Él lo habló, entonces, lo va a ejecutar. Por lo tanto, deja de escuchar esas voces malignas que te destinan al fracaso, la vergüenza y la condenación. Escucha a tu Padre que te dice: Yo, yo soy el que te ciñe de poder y hago perfecto tu camino; te hago de pies ligeros para que estés firme en tus alturas. Adiestro tus manos para la batalla porque vas a ganar; ensancho tus pasos delante de ti y tus pies no resbalarán.
¡Eres un(a) Hija(o) del Rey! ¡Ceñida(o) de Poder!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, te doy gracias en este día, pues yo sé que, de acuerdo a Tu Palabra, la Biblia, que no miente, por la Sangre de Tu Hijo Jesús, me has hecho Tu Hija(o) para reinar sobre la tierra. Gracias, Señor Jesús, pues ahora Tú eres el mediador de un mejor Pacto, establecido sobre mejores promesas. ¡Alabo y bendigo Tu Nombre! Porque ahora me encuentro ceñida(o) de Poder para vencer sobre todo problema, enfermedad o circunstancia que pretenda evitar que yo reciba el cumplimiento de todas y cada una de Tus promesas que has hecho en la Biblia. Mi camino es perfecto y estoy sobre las alturas. Por lo tanto, me determino a no pensar, hablar o sentir acerca de mí, como un(a) fracasada(o), ni frustrada(o), ni vencida(o), ni hipócrita, ni ningún otro pensamiento, palabra o actitud de engaño y mentira hacia mi persona. Por Tu Gracia y Amor yo soy quién Tú dices que soy: justificada(o) y perdonada(o); un(a) Hija(o) Tuya(o) Nacida(o) de Nuevo. Así que, tengo toda la autoridad y libertad para actuar y vivir manifestando lo que ya soy: justa(o), santa(o) y perfecta(o). No porque tenga que hacerlo como si careciera de ello, sino porque, gracias a Ti, Jesucristo, eso es lo que soy. En consecuencia, en este día, me declaro sana(o), libre, prospera(o) y en paz para vivir esa vida plena y abundante que mi Señor y Salvador Jesucristo compro para mí. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 18                                Luc 14.1-24  /  Gen 25  /  Sal 18

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas al respecto?