Domingo 8 de Enero de 2012.
¡Esta es Su justicia!
Por Riqui Ricón*
Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia (Gen 15.6).
Lo más extraordinario de las buenas noticias que Dios tiene para ti este año, es que se reciben por fe, esto es, creyendo: creyéndole a Dios al creer Su Palabra. Ante la realidad de sus circunstancias, que le hablaban diciendo que moriría sin tener descendencia, puedo mirar a Abraham pensando: “bueno, Él es Dios, el Todopoderoso, no hay nada imposible para Él, así que si Él lo dice, entonces, es seguro que así sucederá”. Este simple razonamiento lo puso en la posición de creyente y le fue contado por justicia.
Dios te habla, fuerte y claro, todos los días por medio de Su Palabra, la Biblia. En ella, tu Padre te ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina (1 P 1.4).
Para hacer de este 2012 el mejor año de tu vida la lógica que tienes que aplicar es muy sencilla:
· Dios te ama tanto, que prefirió entregar a Su Propio Hijo, para que pagase todos tus pecados, antes que perderte a ti.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16.17).
· La Biblia, la Palabra de Dios, fue hablada para que creyeras y recibieras bendición, para hacer de tu vida una vida llena de la plenitud de Dios.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones (2 P 1.19).
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119.105).
· ¡Tú eres un(a) Hija(o) amada(o) de Dios!
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).
Entonces, la fe (creerle a Dios), es una garantía, pues ahora tienes la certeza de lo que estás esperando y la convicción de esas cosas que aún no ves, ya que, si Dios lo dijo, entonces Él lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces, Él lo va a ejecutar.
La fe, creerle a Dios creyendo Su Palabra, es un seguro de vida; y no de cualquier tipo de vida, sino de Vida Eterna. La Escritura lo asegura así: para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¿Te das cuenta por qué creerle a Dios, creer a Su Palabra, te es tomado por justicia?
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá (Ro 1.16-17).
Con todo esto en mente, ahora encara tu situación actual. ¿Habrá algo que Dios, el Todopoderoso, no pueda hacer por ti? ¡No! ¡Él todo lo puede! ¿Habrá algo que Dios, tu Padre, no quiera hacer por ti? ¡No! ¡Él te ama y te ha dado Su Palabra!
Así que, deja de tener miedo y de dudar acerca de lo que el 2012 tiene para ti. Cobra ánimo y sé valiente. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado (1 Tim 6.12).
Te lo aseguro, al que cree todo le es posible.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy quiero darte las gracias por tanto y tan grande amor. Lo que hiciste por mí al entregar a Tu propio Hijo para pagar mis pecados en mi lugar, es algo tan maravilloso que nunca dejaré de agradecértelo. Señor Jesús, por Tu muerte y resurrección, ahora yo tengo Vida Eterna y tengo entrada por un mismo Espíritu al Padre. Cada día comprendo más que yo soy la persona que Tú, mi Dios, dices que soy: ¡Un(a) Hija(o) amada(o) del Rey! Por lo tanto, estoy segura(o) que Tú, Espíritu Santo, y yo, haremos de este año el mejor año de nuestra vida. No voy a dar miedo, ni a dar lugar a la duda, ni a la incredulidad. ¡Voy a creer solamente! ¡Creo que por Tus heridas soy sana(o), Señor Jesús! ¡Creo que es Tu deseo que yo prospere en todo y que tenga salud, así como prospera mi alma! ¡Creo que todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Creo que mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo! ¡Creo que este año voy a salir más que vencedor en todas las cosas, por medio de Tu Amor, mi Dios! Lo creo en el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 8 Luc 9.1-27 / Gen 15 / Sal 8
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