Miércoles 11 de Enero de 2012.
¡Año de plenitud!
Por Riqui Ricón*
Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron (Luc 10.23-24).
Tú has sido destinada(o) por Dios a vivir los tiempos más emocionantes que la historia de la humanidad pueda registrar. Aunque es cierto que nunca antes se habían visto los problemas tan serios como los que hoy afrontamos: guerras, hambrunas, crimen organizado por todos lados, corrupción a todos los niveles, violencia no solo en las calles sino también en los hogares, escuelas, cine, televisión etc., además de colapsos económicos en todo el mundo, enfermedades, carencia de valores, inundaciones, terremotos, tsunamis, sequías, cambio climático, calentamiento global, miedo, angustia, y desesperación, también es cierto que nunca antes el Espíritu Santo se había movido con tanta fuerza e insistencia entre Sus Hijas e Hijos.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios (Ro 8.18-19).
Así es, amada(o), este es tu tiempo, estos son tus días, eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y tienes un propósito por el cual sigues en este mundo, en lugar de estar en la Presencia de tu Padre celestial. Por todas partes el Espíritu Santo te está llamando a que confíes y creas Su Palabra. ¡Es de vital importancia que regreses a depositar toda tu fe y tu confianza en la Biblia, que es la Palabra de Dios!
Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada (Luc 10.39-42).
Aunque el mundo se cae a pedazos a ti te ha tocado la buena parte Y NO TE SERÁ QUITADA. Tienes la Palabra de Dios. La Palabra de Honor del único Dios vivo y verdadero está contigo y en ti.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (JN 14.12).
Ahora, tú puedes hacer las cosas que Jesús hizo y aún mayores porque Él está con el Padre que es también tu propio Padre.
Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca (1 R 17.24).
Que este mundo necesitado y agobiado pueda mirar tu nivel de vida, plena y victoriosa, para que puedan decir, ahora conozco que eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y que la Palabra de Dios, la Biblia, ES VERDAD en tu boca.
Así que, Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos (1 Tim 6.12).
¡Este es tu tiempo, este es tu año! ¡Año de plenitud! ¡El mejor año de tu vida!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en este momento quiero agradecerte por haberme hecho quién yo soy. Gracias Señor Jesucristo, porque en Ti, en Tu sacrificio de amor por mí, yo fui justificada(o), perdonada(o) y santificada(o) de todos mis pecados para recibir una vida totalmente nueva y, gracias a esto, gracias a Ti, yo he nacido de nuevo como un(a) Hija(o) de Dios. Gracias por haberme escogido para vivir estos tiempos tan emocionantes. Ante cualquier, problema, angustia o enfermedad, yo en Ti he confiado, mi Dios. No voy a temer, ni voy a correr a esconderme, pues aunque ande en valle de sombra y de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú, mi Rey, Señor y Salvador, estás conmigo. La Verdad es que puede enfrentar este año con buen ánimo y alegría en mi corazón, pues yo soy la persona que Tú, mi Dios, dices en Tu Palabra que soy, ni más ni menos: ¡Soy Nueva Creatura! ¡Soy la sal de la tierra! ¡Soy la luz del mundo! ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡En todas las cosas soy más que vencedor por medio de Tu Amor, Señor Jesús! ¡Soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Como Hija(o) del Rey, llamo a la prosperidad y al bienestar en mi vida! ¡Voy hacer de estos días, los días mas emocionantes de mi vida! ¡Espíritu Santo, Tú estás conmigo y si Tú estás conmigo, ¿quién contra mí?! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 11 Luc 10.21-42 / Gen 18 / Sal 11
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