Domingo 25 de Diciembre de 2011.
¡Alégrate!
Por Riqui Ricón*
Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme (Isa 60.21).
El perfecto y amoroso Plan de dios para tu vida ha contemplado siempre el hacerte justa(o) por medio de la Sangre de su hijo Jesucristo quien PAGÓ YA TODOS tus pecados. Le llamamos el Plan de Redención y tiene el propósito expreso de hacerte Suya(o), Su propia(o) Hija(o) y darte a heredar la tierra PARA SIEMPRE.
Es por eso que en este día, día de Navidad, el ángel anunció, No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor (Luc 2.10-11). Y los ángeles proclamaron: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! (Luc 2.14).
La Noticia es tan Buena, tan Grande, tan Hermosa y tan Poderosa que el temor ha de ser echado fuera de la vida de los hombres por la vida de otro hombre, Jesucristo, el Mesías Salvador.
¡Evangelio! ¡Buenas Noticias! Se dará gloria a Dios en las alturas pues ha llegado a la tierra la Paz y la Buena Voluntad de Dios para con TODOS nosotros.
¡Alégrate! Tienes un Salvador. Vino y pagó ya todos tus pecados haciéndote justa(o). Al morir en tu lugar te justificó delante de Dios para darte acceso a la Vida Eterna. Una Vida con propósito, una vida abundante y plena que sólo pueden experimentar los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo.
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados… Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús (Efe 2.1, 4-7).
¡Ah! ¡El Amor de Dios! Este gran amor con que te amó tiene nombre, se llama Jesús y es el Señor. Ahora tú y yo estamos vivos para Él, para llevar vidas plenas y victoriosas. Nunca más le des lugar al temor y la angustia, que producen duda e incredulidad; no les des lugar por nada, sino deja, permite, que ese gran Amor con que Él te ama llene tu vida, con Su Plenitud.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).
¡Sábete, de una vez, en este día especial, que eres un(a) Hija(o) amada de Dios! ¡Nacida(o) de Nuevo! ¡Alégrate! ¡Dios lo habló y Él mismo lo ha hecho!
Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová (Ez 37.14).
Oremos en voz audible:
Amado Señor Jesús, este día, muy especialmente, quiero que sepas cuanto te amo y lo agradecida(o) que estoy por lo que has hecho por mí y en mí. Tú eres mi roca y mi Salvador; eres el dueño de mi corazón; alfa y omega, principio y fin; eres la luz de mi vida, mi fortaleza, mi alto refugio, admirable, consejero, Dios fuerte y príncipe de paz. ¡Jesús, Tú eres el Señor! Expresamente acepto, una vez más, lo que hiciste por mí en la cruz, Tu sacrificio de Amor, Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí. ¡Gracias, muchas gracias, Señor! Por Ti, ahora yo, ___________ (tu nombre aquí), soy un(a) Hija(o) del Dios Vivo y Verdadero y he Nacido de Nuevo para disfrutar de la Vida Eterna, la Vida Plena y Abundante a la que sólo nosotros, los Hijos del Rey, tenemos derecho en Tu Sangre. Por lo tanto, me determino, con toda Tu ayuda, Espíritu Santo, a honrar la Sangre de Jesús y vivir la Vida Plena y Abundante que se compró para mí. Padre celestial, tengo la paz y la garantía en Tu Palabra, la Biblia, y aunque sé que en el mundo tendré aflicciones, puedo creer y confiar en Ti, pues de todas ellas saldré más que vencedor(a), pues todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Ya no le daré más lugar a los sentimientos de tristeza, melancolía, fracaso, ni derrota. ¡No estoy sola(o), ni fracasada(o)! Sea enfermedad, pobreza o aflicción, ¡Yo soy de Dios y les he vencido, pues mayor es Él, que está en mí, que el que está en el mundo! ¡Me determino a ser dichosa(o). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre 25 Luc 2.1-20 / Ez 37 / Isa 60
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