Miércoles 10 de
Octubre de 2012.
¡La dulzura de vivir!
Por Riqui Ricón*
A Jehová cantaré en mi vida; A
mi Dios cantaré salmos mientras viva. Dulce será mi meditación en él; Yo me
regocijaré en Jehová (Sal 104.33-34).
Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra (Sal 104.
30).
Mientras más estudies y medites
la Palabra de Dios, su dulzura llenará tu vida y el canto y regocijo comenzarán
a fluir de una forma natural ya que te darás cuenta que el plan de Dios para tu
vida, no sólo es un buen plan, sino que es el mejor plan.
Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha
mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso
es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el
mundo no conoce a Dios (1 Jn 3.1 PDT).
La Biblia, que es la
Palabra de Dios, y no miente, es la luz que guía el camino de todo(a) Hijo(a)
de Dios Nacido(a) de Nuevo y es también el manantial, la fuente que salta para
vida eterna, del cual surge la certeza del amor de Dios para contigo. Es por
esto que la fe viene por el oír la Palabra de Dios.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón (He 4.12).
Todas las personas
buscan, y encuentran, razones para enfrentar la vida con optimismo. Ante los
retos que la vida les plantea, buscan en las cosas bellas que les rodean, como
la risa de los niños, el trinar de los pájaros, el viento sobre las copas de
los árboles, la cálida luz del sol al amanecer, etc. Es como si se necesitara
un pretexto para estar contento o al menos tener ánimo para encarar los
problemas.
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que
en ti confía (Sal 84.12).
Ahora, en Cristo Jesús,
tú has sido creado(a) de Nuevo por el Espíritu Santo y por la Palabra de Dios.
Él habló Su Palabra y tú puedes confiar en que será hecho todo lo que Él ha
dicho. Y, sin importar que tipo de problemas, enfermedades o aflicciones estés
enfrentando el día de hoy, ten por cierto que saldrás más que vencedor(a) de
todos ellos por medio de Aquel que te ha amado, Cristo Jesús.
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo:
¡Regocijaos! (Fil 4.4).
Esto es razón más que
suficiente para estar dichoso(a), cantando A Jehová cantaré en mi vida; A mi Dios cantaré
salmos mientras viva. Dulce será mi meditación en él; Yo me regocijaré en
Jehová, ¡en medio de tus problemas!
¡Dios jamás ha faltado
a Su Palabra! Y tú, mi amado(a), lo creas o no lo creas, eres el especial objeto
de Su Amor. Así está escrito.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
¡Dios prefirió entregar
a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Ahora tú estás en
Cristo, le perteneces en amor y, Cuando
alguien se convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su
existencia anterior queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser
parte de una nueva creación (2 Cor 5.17 CST). ¡Escrito está!
Tu vieja naturaleza tan
ligada al temor, duda y fracaso ya no existe más. ¡La Biblia lo dice así! No
necesitas buscar más pretextos para sobrellevar las vicisitudes de la vida,
ahora estás sobre de ellas.
Miren
lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer
posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos.
Ahora eres tan
completamente diferente que Dios, en persona, te llama Hijo(a). Tú eres ese(a)
de quien la Escritura se refiere al decir,
»El
Señor te permitirá derrotar a todos tus enemigos cuando te ataquen. Ellos irán
contra ti en una dirección, pero huirán de ti en siete direcciones diferentes. »El
Señor te bendecirá con graneros llenos y bendecirá todo lo que hagas. Te
bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da. Si obedeces los mandamientos
del Señor tu Dios y si vives como él quiere que vivas, él te convertirá en su
pueblo santo, como te lo prometió. Entonces todas las naciones de la tierra
verán que tú eres el pueblo del Señor y que él es tu protector, y te tendrán
miedo. »El Señor te hará extremadamente próspero y te dará muchos hijos, tus
animales tendrán muchas crías y tú tendrás muchas cosechas en la tierra que el
Señor les prometió a tus antepasados que te daría. El Señor te abrirá sus
riquezas y el cielo para enviarle lluvia a tu tierra en el momento preciso, y
bendecirá todo lo que hagas. Tendrás dinero para prestarles a muchas naciones
pero tú no pedirás prestado. El Señor te hará ir a la cabeza, no al final;
siempre estarás en la cima y no en el fondo. Esto sucederá si tú escuchas los
mandamientos que el Señor tu Dios te manda hoy y los obedeces cuidadosamente
(Deu 28.7-13).
Si acaso estás pensando
que tú no has podido guardar, ni obedecer, la Palabra de Dios, te animo a que
recapacites, ¡tú ya no eres la misma persona que eras antes! Ahora, por la
Sangre, muerte y resurrección de Jesucristo, tú eres, exactamente, ni más, ni
menos, la persona que Dios dice en Su Palabra que eres: ¡Un(a) Hijo(a)
Amado(a)! ¡Nacido(a) de Nuevo! ¡Nueva creación!
Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la
faz de la tierra.
Si puedes creer, ¡al que cree TODO le es posible!
Estas cosas os he hablado para
que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo (Jn 16.33).
Así que, decídete a
vivir como un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO y pon la Palabra de Dios en
tu mente, boca y corazón, y prepárate a gozar y cantar con tu Señor y Salvador
Cristo Jesús, pues aunque tendrás aflicciones, puedes confiar en que Dios tiene
Palabra de Honor: de todos tus problemas, enfermedades y aflicciones saldrás
más que vencedor(a).
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial,
ahora sé que soy libre para Alabarte y gozarme en Tu Presencia, pues Aquel que
fue engendrado por Dios, Cristo Jesús, me guarda y el maligno no me toca.
Gracias por amarme tanto que estando yo muerta(o) en delitos y pecados me has
dado Vida juntamente con Cristo. Señor Jesús, tu dijiste que el ladrón no viene
sino a hurtar, matar y destruir pero que Tú viniste a mí para darme vida y vida
abundante. ¡Lo creo y lo recibo! Por eso declaro que la vida plena y abundante
que compraste para mí al morir en la cruz y resucitar al tercer día, es mía y está
en mí. Soy una Nueva Criatura. Soy un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y,
de acuerdo a la Biblia, que es Tu Palabra y no miente, he sido creada(o) de
Nuevo por el Espíritu Santo no de una semilla corruptible (como era yo antes)
sino de la incorruptible semilla que es Tu Palabra, Señor. Espíritu Santo,
gracias por lo que has hecho y estás haciendo en mí. Te amo con todo mi
corazón. Padre, me has hecho dichoso(a), mil veces feliz. ¡Tengo la vida
resuelta! Yo en Ti confío. Por lo tanto, creo y declaro que estoy
predestinado(a) por la poderosísima Palabra de Dios para ser próspero(a), sano(a)
y saludable, ser cabeza y no cola, estar arriba y no más abajo, para vivir en
esta vida como un(a) Hijo(a) del Rey. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy
próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy Hijo(a) de Dios! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre
10 Apo
10 / Neh 13/ Sal 104.24-35
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