Domingo 14 de
Octubre de 2012.
¡Vencidos y debajo de
mis pies!
Por Riqui Ricón*
Entonces le dijeron sus sabios, y Zeres su
mujer: Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien
has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él (Est 6.13).
¡Qué asombroso es esto!
¡La Palabra de Bendición sobre tu vida YA FUE DICHA por Dios y aún tus enemigos
reconocen que no podrán vencerte sino que caerán delante de ti!
Los sabios de Amán y
Zeres su mujer sabían bien de la cobertura de protección que estaba sobre el
pueblo judío. Sabían, al igual que Balam, cientos de años antes, que
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de
hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He
aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla (Num 23. 19-20).
El pueblo de Israel,
bajo la normatividad del Antiguo Pacto, podía estar seguro de la protección, provisión
y salud que representaba la Bendición de Dios sobre sus vidas, pues Él, Dios
mismo, lo había prometido. ¿Cuánto más tú que has sido levantado(a) a la
posición de Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo gracias al Nuevo Pacto, el cual
ha sido establecido sobre mejores promesas?
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los
habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo (1 Jn 4. 4).
Cualquiera que sea la
situación o problema que en estos momentos estés enfrentando, puedes estar seguro(a)
que vas a salir adelante; la victoria, que sólo Él te puede proporcionar, es
tuya, pues tú eres de Dios y ya has vencido.
¡Mayor es el que está
en ti que el que está en el mundo!
Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré
y andaré EN ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo… Y yo os recibiré, Y seré para vosotros
por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso (2 Co
6.16, 18).
¡No hay
lugar a dudas! ¡No existe otra forma de interpretarlo! De acuerdo a la Biblia,
que es la Palabra de Dios, y no miente, Dios habita en ti y, el Todopoderoso,
Aquel que todo lo puede, se ha declarado tu Padre y te llama Hija(o).
Miren lo grande que es el amor que el Padre
nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de
Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos
conoce, pues el mundo no conoce a Dios (1 Jn 3.1 PDT).
¡Todo por Amor! ¡Por Amor a ti! ¡Dios te ama tanto que prefirió entregar
a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Ahora
Dios es tu Padre y tienes que aprender a mirarte a ti mismo(a) como un(a)
Hijo(a) Amado(a) y a mirarlo a Él como tu único Padre amoroso.
Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido
el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Ro 8.15).
Abba es
una expresión que solamente utilizaban los niños judíos para referirse
cariñosamente a su padre y tú eres animado(a) por Dios mismo a rechazar el
espíritu de esclavitud y temor, pues eres un(a) Hijo(a) legítimo de Dios y le
puedes decir con toda confianza, ¡papá, papito!
¿Qué hombre hay de vosotros,
que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un
pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está
en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mat
7.9-11).
Ahora
bien, la Biblia dice que el que pida, pida con fe, no dudando nada.
Así que,
no dudes que Dios te ama, te ama tanto que prefirió pagar tus pecados con la
vida de Su Hijo, Jesús, antes que perderte a ti.
No dudes
que ahora, en Cristo Jesús, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo;
creado(a) totalmente nuevo(a) por Dios; las cosas viejas pasaron he aquí TODAS
son hechas nuevas.
No dudes
que Él ya ha hablado Palabras de Amor y Bendición sobre tu vida, por lo tanto,
todo lo puedes en Cristo que te fortalece y en todo problema, angustia o
enfermedad, tú eres más que vencedor(a) por medio de Aquel que te amó, Cristo
Jesús.
Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que
ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (1 P
2.9-10)
No dudes
que tú eres linaje de Dios y que a ti, como a Mardoqueo, todo enemigo,
enfermedad, problema o circunstancia que venga en tu contra, no te vencerá sino
que caerá por cierto delante de ti.
Oremos en
voz audible:
Amado
Padre celestial, la Biblia que es Tu Palabra y no miente, me enseña claramente que
soy Tu Hija(o), que Tú me amas y que ya he vencido, porque el mayor que está en
mi eres Tú, mi Padre, el Todopoderoso. Por esto, declaro que toda enfermedad,
problema económico, familiar o emocional ya están vencidos y debajo de mis pies.
No me vencerán sino que ciertamente caen delante de mí. Yo, ____________ (tu
nombre aquí), soy linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios y anuncio las virtudes de Aquel que me llamó de las
tinieblas a Su luz admirable, Jesucristo, mi Señor y Salvador. Gracias, Señor,
porque en toda circunstancia yo soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que
me amó, Cristo Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy
dichoso(a)! En el nombre de Jesús. ¡Amén!
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre
14 Apo
14 / Est 5.1-6.14 / Sal 106.24-48
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