Lunes
19 de Agosto de 2013.
¡Porque
te ama!
Por
Riqui Ricón*
Jesús
le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
Respondió
la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No
tengo marido;
porque
cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto
has dicho con verdad.
Le
dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta
(Jn 4.16-19).
Este
es uno de los episodios más hermosos y emocionantes en la vida de
Jesús. Puedes constatar aquí que, con su propio ejemplo, el Señor
demuestra la naturaleza de Dios. Aquí tienes a Jesús quien después
de conversar con una mujer samaritana (lo cual era considerado
totalmente impuro por parte de los judíos de esa época), no le
recrimina su vida, ni sus pecados, pues esta mujer había tenido
cinco maridos y en ese momento cohabitaba con otro hombre. ¡No hay
un solo reproche departe del Señor hacia ella!
Presta
mucha atención ya que ahí tenemos a la persona más despreciable
del momento. Es una mujer y ha sentido en carne propia el prejuicio
sexual. Es samaritana y conoce el desprecio racial por parte de
romanos y judíos. Cinco veces ha fracasado como esposa y como mujer
y ha experimentado el profundo rechazo no sólo de las demás
mujeres, sino de la comunidad entera. Y, por si fuera poco, el hombre
con el que actualmente vive no le quiere dar su nombre. ¡Es a este
insignificante ser humano que, Dios hecho hombre, Jesús mismo,
decide revelarle Su Identidad!
Le
dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo;
cuando él venga nos declarará todas las cosas.
Jesús
le dijo: Yo soy, el que habla contigo
(Jn 4.25-26).
¡Asombroso!
Jesús no se lo reveló a Juan, ni a Pedro, no se lo dijo a Nicodemo,
ni a Jairo, no se manifestó a Caifás, ni a Poncio Pilato, sino que
se reveló a una mujer samaritana, allá en la soledad de aquella
tarde en el pozo de Jacob. ¡Maravilloso! ¡Jesús no está buscando
perfectos sino sinceros!
Jesús
es Amor puro. Él no anda llevando la cuenta de tus pecados y
transgresiones con el propósito de echártelos en cara y así darte
algún tipo de lección o reprimenda. ¡No! ¡De ninguna manera! Mira
el carácter de Jesús, Él es amor y sólo está buscando tu
corazón. ¡Es a ti a quien Él busca! ¡Eres tú el (la) importante
para Él!
¡Dios
te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que
perderte a ti!
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
que el mundo sea salvo por él
(Jn 3.17-17).
¡El
Amor que Él siente por ti lo ha llevado no sólo a justificarte
pagando todos tus pecados en esa cruz, sino que, precisamente por
eso, ahora te puede llamar Hijo(a) Suyo(a)!
Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios;
por
esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él
(1
Jn 3.1).
Así
que, sin lugar a dudas, puedes contar con Él. Sin lugar a dudas,
puedes estar seguro(a) de Su Amor por ti. Sin lugar a dudas, Él
jamás se olvidará de ti.
¿Se
olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse
del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de
ti (Isa 49.15).
Si
en estos días estás experimentando cualquier tipo de problema o
aflicción, sólo escucha a Jesús decirte, Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.
Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
porque
mi yugo es fácil, y ligera mi carga
(Mat
11.28-30).
Recuerda
siempre que, sin importar cómo haya sido tu vida pasada, si has
hecho a Jesús el Señor de tu vida, en esa cruz fuiste
justificado(a) con Su Sangre, perdonado(a) por Su amor,
santificado(a) por la purificación de tus pecados y perfeccionado(a)
por su Gracia, y ahora eres literal y legítimamente un(a) Hijo(a) de
Dios Nacido(a) de Nuevo.
El
cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras permanecerán para
siempre
(Mar
13:31 CST).
Todo
esto no es algo que Dios vaya hacer a tu favor sino algo que ya fue
hecho, está escrito en la Biblia, que es la Palabra de Dios y no
miente. Y puedes estar cien por ciento seguro(a) que si Dios lo dijo,
entonces, Él lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces, Él lo va
a ejecutar. A ti te toca creerlo, recibirlo y vivirlo.
Preguntó
Jesús al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le ocurre esto? Él le
contestó: Desde niño. Y muchas veces el espíritu lo arroja al
fuego o al agua, para matarlo. Si puedes, ayúdanos. ¡Ten compasión
de nosotros! Dijo Jesús: ¿Cómo
"si puedes"? Para el que cree, Todo es posible
(Mar 9:21-23
CST).
Sea
que estés enfrentándote a la enfermedad, pecado, necesidad
económica, problemas familiares, depresión, soledad o te encuentres
perfectamente bien, Jesús siempre te amará y te buscará a ti, no
para condenarte sino para salvarte.
Oremos
en voz audible:
Amado Padre
celestial, en esta hora te doy gracias por tan grande y hermoso Amor
que estando yo muerto(a) en delitos y pecados me diste Vida
juntamente con Cristo. ¡Por Tu gracia soy salvo(a)! Hoy sé que
aunque ande en valle de sombra y de muerte, puedo dejar de temer pues
Tú estás conmigo. También sé que caerán a mi lado mil y diez mil
a mi diestra más a mí no llegará ya que Tú, Jesús, mi Rey, Señor
y Salvador, me guardas y el maligno no me puede tocar. Soy un(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y todo lo que es nacido de Dios
vence al mundo. Gracias Jesús, Tú me hiciste así. Gracias Espíritu
Santo, Tú estás aquí conmigo, no me has dejado ni me dejarás. Me
determino, con Tu ayuda, a resistir al espíritu de temor pues no me
ha dado Dios espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor
sino que he recibido el espíritu de adopción y hoy puedo decirte
Abba, Padre, Papá, Papito. Así que, creo y declaro que de todo
problema, angustia o enfermedad voy a salir más que vencedor(a) por
Tu Gran Amor. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy
Feliz! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota
Importante:
¿Cómo
me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo
haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y
corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor
Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de
la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a)
pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí
acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y
te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para
siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y
mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y
profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de
las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios,
ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de
Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la
Biblia.
Agosto
19 Jn
4.1-26 / 1 Cr 15.1-16-6 / Zac 4
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