Viernes
2 de Agosto de 2013.
¡Con
las Promesas de Dios!
Por
Riqui Ricón*
Todos
vivirán en paz y prosperidad; disfrutarán de sus propias vides e
higueras porque no habrá nada que temer. ¡El SEÑOR de los
Ejércitos Celestiales ha hecho esta promesa! (Miq
4.4 NTV).
La
buena Voluntad de Dios para tu Vida siempre ha sido agradable y
perfecta; los pensamientos que Él tiene acerca de ti son
pensamientos de paz y no de mal. Tu Padre celestial quiere que vivas
en paz y en prosperidad, que no le temas a nada y que disfrutes de la
Vida. Y no solamente desea todo esto para ti, sino que además te lo
promete en Su Palabra, la Biblia.
Pues
yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR—. Son
planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una
esperanza (Jer 29.11
NTV).
Todas
las Promesas que Dios, tu Padre, te ha heho en la Biblia son sí y
amén para todo aquel que le cree, creyendo Su Palabra.
porque
todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén,
por medio de nosotros, para la gloria de Dios (2
Co 1.20).
Todas
las Promesas que Dios te ha heho en la Biblia están ahí para que tú
puedas participar de la naturaleza divina; esto es, para que te des
cuenta que ahora eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo,
amado(a) de tu Padre y, por lo tanto, puedes estar seguro(a) que Él
te dará todas las cosas.
Mediante
su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar
una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a
aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia.
Y, debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas
promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la
naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por
los deseos humanos (2 P 1.3-4
NTV).
¡Dios
no miente! ¡Todo lo que Él ha dicho acerca de ti lo va a cumplir!
¡Todo lo que ha hablado acerca de ti en Su Palabra, Él mismo lo va
a ejecutar!
¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él
todas las cosas? (Ro
8.31-32).
Así
que, sin importar cuál sea la aflicción, enfermedad o problema que
estés enfrentando el día de hoy, ten por cierto que Dios va a
actuar a tu favor si sólo se lo pides.
Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama,
se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide
pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una
serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas
a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los
cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mat
7.7-11).
Ya
es tiempo que asimiles y comprendas tu Identidad como Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo: Si Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su
propio Hijo antes que perderte a ti,
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
que el mundo sea salvo por él
(Jn 3.16-17).
Si
Dios te ama tanto que ahora te llama Su propio(a) Hijo(a).
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados
hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos!
Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no
comprende por qué lo somos (1
Jn 3.1 BAD).
Entonces,
¡Cómo no te dará juntamente con Él, TODAS las cosas!
Jehová
de los ejércitos, Dichoso
el hombre que en ti confía (Sal
84.12).
Para
salir más que vencedor(a) de cualquier problema, angustia o
enfermedad tienes que dejar de poner tu atención a lo dificil o
tremendo de tu situación; en lugar de eso, pon tus ojos en Jesús,
el autor y consumador de tu fe. Presta atención a Su Palabra. Busca
y encuentra esas promesas que Él te ha hecho tocantes a tu
necesidad. ¡Creelas! ¡Confiésalas en voz alta! ¡Llama las cosas
que no son como si fueran! Y entonces, ¡alégrate! ¡Gozate porque
tu redención está cerca!
Y
se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos
esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado,
nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación
(Isa 25.9).
Así
es, mi amado(a), sólo tienes que creer y confiar en la Palabra de
Dios, que es Su Palabra de Honor.
Pues
todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante
«¡sí!». Y, por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa
«sí») se eleva a Dios para su gloria. Es
Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por
Cristo. Él nos comisionó y nos identificó como suyos al poner al
Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza
todo lo que él nos prometió (2
Co 1.20-22 NTV).
Entonces,
Ahora
puedes contar con la salvación que Dios te ha prometido; ahora
puedes afirmar sin temor a equivocarte que la salvación es tuya,
porque Él siempre cumple Su Palabra (He 10.23 BAD).
Amado Padre
celestial, este día quiero agradecerte Tu Gran Amor para conmigo,
que estando yo muerto(a) en delitos y pecados me diste Vida
juntamente con Cristo. Sólo por Tu Gracia soy salvo(a). Sólo por Tu
Gracia soy lo que soy: ¡Un(a) Hijo(a) legítimo(a) y amado(a) de
Dios! Señor Jesús, gracias por la Vida Nueva que compraste para mí.
Gracias porque no es una vida común y corriente. Por ti, Señor
Jesús, ahora puedo gozar la Vida Eterna de un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo. ¡Tengo Vida de Reino! ¡Tengo Vida de Poder! Por
Ti, mi amado Jesús, he Nacido de Nuevo y ahora Dios, el
Todopoderoso, es Abba, Padre, mi Papá. Gracias por todas y cada una
de Tus Promesas que me has hecho. Leer de ellas en Tu Palabra, la
Biblia, me hace conocer la Verdad y la Verdad me hace libre. ¡Tengo
entendimiento y resplandezco como el resplandor del firmamento! Soy
libre para recibir, por medio de la fe en Ti, Jesucristo, esta Nueva
Vida. Soy libre para recibir, por medio de la fe en Tu Palabra, esta
identidad de Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, siendo
renacido(a), no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por
la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Soy libre para
recibir, por medio de la fe en Tu Palabra, el cumplimiento en mi Vida
de todas y cada una de Tus Promesas. Por lo tanto, amado Padre
celestial, todas y cada una de las Promesas que están en Tu Palabra
son mías y para mí. Hoy
puedo orar a Ti con la certeza de que me escuchas y me respondes.
Tengo gozo y paz en mi corazón pues puedo pedir y recibir. Por lo
tanto, en el nombre poderoso de Cristo Jesús, declaró que soy
sano(a) y libre de toda enfermedad o dolencia; creo y recibo la
voluntad expresa de mi Padre, Dios Todopoderoso, para ser y vivir
prosperado(a) en todas las cosas. Echo fuera de mi vida todo
pensamiento de temor y duda resistiendo todo engaño y mentira acerca
de mí. Yo soy lo que la Biblia dice que soy. Un(a) Hijo(a) amado(a)
de Dios; especial tesoro de mi Padre; todo lo puedo en Cristo que me
fortalece y en todas las cosas, absolutamente todas las cosas, soy
más que vencedor(a) por medio del Amor de Cristo Jesús, mi Rey,
Señor y Salvador. Señor Jesús, hoy me alegro en el gozo y la paz
que brindan el ser la persona que Tú dices que soy. Amén.
Nota
Importante:
¿Cómo me hago Hijo
de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la
siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y
corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor
Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de
la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a)
pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí
acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y
te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para
siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y
mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y
profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de
las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios,
ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de
Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la
Biblia.
Agosto
2 2
Co
1.1-2.4 / 2 R 14 / Miq 4
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