Lunes 25 de Junio
de 2012.
¡Sí, Señor!
Por Riqui Ricón*
Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de
él, vino y se postró a sus pies. La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de
los hijos. Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija. Y cuando llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija acostada en la cama (Mar
7.25-30).
La Biblia, que es la Palabra de
Dios y no miente, establece que si tú has hecho a Jesucristo el Señor y
Salvador de tu vida entonces has Nacido de Nuevo como un(a) Hija(o) de Dios y,
de acuerdo a las Palabras de Jesús, tienes todo el derecho a comer del pan de
los Hijos que es la sanidad divina. Ser sano y tener una vida saludable es tu
derecho de acuerdo a las Escrituras.
Lo interesante es que muchas
Hijas e Hijos de Dios no lo creen así y por tanto lo dejan caer al piso donde
alguien que sí crea (aunque no tenga derecho legítimo) lo podrá hacer suyo.
Pero sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le
hay, y que es galardonador de los que le buscan (He 11.6).
Así que, la clave sigue siendo la
fe, esto es, creerle a Él, creerle a Su Palabra ya que si Dios lo dijo,
entonces, Él lo va a cumplir; si Dios lo hablo, entonces, Él lo va a ejecutar.
La única forma en que puedes agradar a tu Padre, la única forma en que puedes
hacerle esbozar una sonrisa de placer, es cuando actúas con fe, manteniéndote
constante y persistentemente creyendo que es Verdad lo que Él te dice y te
promete en Su Palabra.
Esto es lo que hizo la mujer
sirofenicia cuando respondió: Sí, Señor. Le reconoció como Señor, estableciendo
que lo que Él dice es cierto, que Su Palabra es la Verdad. No se fue triste, ni
avergonzada porque la hubiesen llamado perrillo. Tampoco se hizo la ofendida
sino que la certeza de su fe le permitió ser constante y persistente para
obtener de Jesús la liberación de su hija.
No es tu alabanza, ni tu
adoración, ni tu humildad lo que agrada a Dios sino tu fe.
Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gal 2.20).
Por tanto, nosotros también,
teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo
peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el
autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él
sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de
Dios (He 12.1-2).
Simón Pedro, siervo y apóstol
de Jesucristo, a los que habéis
alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe
igualmente preciosa que la nuestra (2 P 1.1).
Lo hermoso del Evangelio, las
buenas noticias, es que en Cristo Jesús no solamente fuimos justificados,
perdonados, santificados y regenerados, esto es, Nacidos de Nuevo para ser
hechos Hijas e Hijos de Dios sino que, además, se nos dio el regalo de la fe.
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la
luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para
que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre
los santificados (Hch 26.18).
Así es mi amada(o), tú y yo
tenemos la fe de Jesucristo que es la misma fe que tenían Pedro, Pablo y los
apóstoles. Somos Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo llenos de la fe de
Jesucristo para agradar a nuestro Padre celestial. Y, ¿cómo le agradamos? Pues,
como la mujer sirofenicia, ¡RECIBIENDO
POR LA FE en Jesús!
¿Tienes el día de hoy alguna
necesidad? Pues encuentra en la Biblia, la Palabra de Dios, las promesas
tocantes respecto a dicha necesidad y ve con tu Padre celestial dispuesta(o) a
recibir tu milagro por la fe en Cristo Jesús.
¡Así de fácil!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en esta
hora estoy dispuesta(o) a recibir y creer ese gran Amor con que me has amado.
Soy Tu Hija(o) y tengo derecho a TODO lo que es Tuyo. ¡Gracias! Por ti, amado
Jesús, soy sana(o) y soy libre para vivir la clase de vida que Tu deseas para
mí. Así que declaro, con mi fe puesta en Tu Palabra, que voy a vivir una vida
plena y abundante, prospera(o) y saludable, llena(o) de gozo, paz, amor y
felicidad. Nada ni nadie me pueden hacer frente todos los días de mi vida pues
Tú, Espíritu Santo, estás conmigo. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Junio
25 Mar
7.24-37 / 2 Sam 18 / Dan
11.20-45
yo pienso que necesitamos creerle a dios para recibir lo que el tiene para nosotros, pero como dice su palabra, sin fe es impocible agradar a nuestro dios.
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