lunes, 1 de enero de 2024

¡Tú harás de este año el mejor año de tu vida!

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 01 Enero 

¡Tú harás de este año el mejor año de tu vida!


Por Riqui Ricón*

Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan

(Luc 5.38).

 

Siempre es hermoso recibir un presente. Abrir una bolsa de regalo o abrir la envoltura de un paquete que acabamos de recibir es emocionante. Se trata de la sorpresa por recibir algo nuevo que aún no conocemos. Tú puedes hoy comenzar este año nuevo con la misma sensación y expectativa pues tienes por delante los mejores días de tu vida.

 

Cuando alguien se convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su existencia anterior queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser parte de una nueva creación (2 Cor 5.17 CST).

No importa la edad que tengas, la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, no hace acepción de personas y te enseña claramente que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí TODAS son hechas NUEVAS. Ahora bien, o esto es verdad o no lo es. ¡No hay medias tintas!

 

¡Nada de eso! Dios, que es fiel, sabe que al escribiros no hemos vacilado entre el sí y el no, sino que al decir "sí" decimos sí, y al decir "no" decimos no. Porque Jesucristo, el Hijo de Dios, no representa ningún titubeo; ni tampoco es un "Sí" y un "No" simultáneos, dado que él es el "Sí" de Dios, aquel a quien yo, y también Timoteo y Silvano, os hemos predicado. En Cristo, todas las promesas de Dios son "Sí" y "Amén"; es decir, están confirmadas. Y para gloria de Dios se cumplen en nosotros, los que somos de Cristo (2 Co 1.18-20 CST).

¡Buenas noticias, puedes comenzar este Año Nuevo sabiendo que las promesas de Dios están confirmadas, y para gloria de Dios se han de cumplir en tu vida, pues tú eres de Cristo!

 

De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe

[por creerle a Dios, creyendo Su Palabra] de principio a fin, tal como está escrito:

«El justo vivirá por la fe [por creerle a Dios, creyendo Su Palabra].» (Ro 1.17 NVI).


Amado(a), no te dejes engañar por el acusador, quien es padre de mentira y homicida desde el principio, no le permitas robarte tu esperanza con sus mentiras. Él te chillará al oído, “¡No! Yo no miento. Esta es la realidad. Etc.”; mas tú fortalécete en el Señor y en el poder de Su Fuerza, permanece firme en la Palabra de Dios y declara: “Puede que esa sea la realidad, diablo, pero yo conozco la Verdad, y ésta es que yo soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y, entérate bien, yo soy más que vencedor(a) y TODO, absolutamente TODO, lo puedo en Cristo Jesús que me fortalece”.

 

Así es, ¡Tú eres esa Nueva creación que la Biblia habla! ¡Eres el vino nuevo que Dios tiene preparado para endulzar y alegrar este año que comienza! ¡En el Año Nuevo tú eres, y seguirás siendo, un(a) Hijo(a) del Todopoderoso Dios!

 

Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se arruinarán tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos (Mar 2.22 NVI).

Recuerda que el vino nuevo se pone en odres nuevos.

 

No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios (Ro 12.2 CST).

¡No escuches otras voces! Escucha solamente la Voz de tu Padre celestial que te anima a cambiar tu antigua forma de pensar. Renuévate en el espíritu de tu mente con la Palabra de Dios, la Biblia, y espera con gozo y alegría lo mejor de parte de Él, en este año que comienza.

 

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe 4.22-24).

 

A pesar de todo lo que el diablo diga, chille o patalee, tú, y solamente tú, eres ese(a) nuevo(a) hombre (mujer); ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, creado(a) según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

 

Así es, ¡la Biblia está hablando de ti!


Puedes comenzar este año sabiendo que el es año de ESPLENDOR, donde la Gracia Abundante, que está sobre ti, se manifestará para que desarrolles el máximo potencial en tu vida, salud, familia, economía y ministerio.

 

Por lo tanto, tómate de la Palabra de Dios, la Biblia, y has que suceda. Créele a Él, y has de la lectura y meditación de la Palabra de Dios la prioridad máxima en tu vida.

 

¡Recibe la Gracia Abundante para reinar!

 

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará (Sal 1.1-3).

Por difícil que parezca, ahora tú eres este(a) hombre (mujer) bienaventurado(a), y estás destinado, por la Palabra de Dios, para ser, en este Nuevo Año, un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; todo lo que hagas, prosperará.

 

¿Cómo podrás hacer esto posible? ¡Sencillo!

 

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).

¡Escrito está! Hazte el firme propósito de leer y meditar TODA la Biblia durante este año, ponla en tu mente, boca y corazón, y la fe crecerá en ti, y comenzarás a guardar y hacer todo lo que en Ella está escrito, y entonces (no antes, ni después, ni de ningún otra forma), harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

 

¡Dios lo dice! Y si Dios lo dice así, entonces forzosamente es Verdad y se cumplirá.

 

Otra cosa muy importante y necesaria para comenzar este año es que recuerdes siempre que,

 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió


Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Por el Amor que Dios siente por ti, Jesús fue a la cruz y pago el precio de todos tus pecados para adoptarte en Su familia como un(a) Hijo(a) legítimo y hacerte partícipe de Su naturaleza mediante todas estas preciosas y grandísimas promesas.

 

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).

 

Dado que tú eres ese(a) Hijo(a) legítimo y amado(a) de Dios, despójate de la vieja naturaleza viciada como si fuera un vestido viejo, renuévate en el espíritu de tu mente, sabiendo, y creyendo, que eres un(a) Hijo(a) del Dios Altísimo y comienza a reinar con la Gracia Abundante, pues este año es el año de tu ESPLENDOR.

 

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

 

¡Créele a Dios! ¡Créele a Su Palabra!

 

Toma todas y cada una de Sus promesas y vive este año sabiendo que primero el cielo y la tierra dejarán de existir antes que Dios, tu Padre, deje de cumplirte Su Palabra. Confía en Él y serás dichoso(a), pues Él lo hará.

 

¡Prepárate a reinar utilizando la Gracia Abundante que Dios, tu Padre, te ha dado! Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, este día me dispongo a comenzar un nuevo año con la certeza, la convicción, de quién yo soy. Señor Jesús, por lo que Tu hiciste, por Amor a mí, ahora tengo identidad, soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Hoy me olvido, ciertamente, de lo que está atrás y me extiendo a lo que tengo por delante, la meta, el premio del Supremo llamamiento de vivir esta vida como un(a) Hijo(a) del Rey. ¡Cómo pagar todo esto! ¡Cómo no vivir en Tu Gracia Abundante, precioso Dios! Declaro, en el nombre de Jesús, que este año será el mejor año de mi vida. Este es el año de mi sanidad y de una vida en salud. Llamo a la prosperidad económica y a la restauración de todos los lazos familiares. Bendigo mi casa y mi familia, declarando que Tú, glorioso Espíritu Santo, nunca faltarás en la vida y corazones de mis seres queridos y que tu Palabra morará abundantemente en todos nosotros. Llamo a la luz y la libertad que me dan el


saberme un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Año Nuevo, tú serás el año de mi Esplendor donde voy a reinar mediante la Gracia Abundante. ¡En todas las cosas saldré más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, mi Señor Jesús! ¡Todo lo puedo! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡El Amor, el gozo y la paz son las características de mi Nueva Naturaleza en Cristo! En el nombre de Jesús. Amén.

 

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre!

¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

 

*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012 

 

 

Tres Recomendaciones:

Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas recomendaciones:

1.     Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él. Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.

2.     Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla. ¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.

3.     En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2020

 

 

 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 1                                Luc 5.27-39   / Gen 1-2 / Sal 1

 



Cápsula del día.




Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 




NVI 



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 1                                Luc 5.27-39   / Gen 1-2 / Sal 1

 

 

San Lucas 5.1-26

Llamamiento de Leví

(Mt. 9.9–13; Mr. 2.13–17)

27Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. 28Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.


29Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. 30Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos,   diciendo:   ¿Por   qué   coméis    y    bebéis    con    publicanos    y    pecadores?e 31Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

La pregunta sobre el ayuno

(Mt. 9.14–17; Mr. 2.18–22)

33Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben? 34Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos? 35Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán. 36Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. 37Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se  derramará,  y  los  odres  se  perderán. 38Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. 39Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.1

 

Génesis 1-2

La creación

1

1En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra estaba desordenada y vacía,

y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3Y dijo Dios: Sea la luz;a y fue la luz. 4Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

6Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8Y llamó Dios a la expansión

Cielos.b Y fue la tarde y la mañana el día segundo.

 

 


5.30: Lc. 15.1–2.

Reina Valera Revisada (1960)------------------------------------------------------------------------ 39

1.3: 2 Co. 4.6.

1.6–8: 2 P. 3.5.


9Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13Y fue la tarde y la mañana el día tercero.

14Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17Y las puso Dios en la

expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23Y fue la tarde y la mañana el día quinto.

24Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

26Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,c conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.d 28Y los bendijo Dios,e y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

29Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

2

1Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.a 3Y


1.26: 1 Co. 11.7.

1.27: Mt. 19.4; Mr. 10.6.

1.27–28: Gn. 5.1–2.

2.2: He. 4.4, 10.


bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó,b porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

El hombre en el huerto del Edén

4Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 5y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 6sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. 7Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.c

8Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 9Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para

comer; también el árbol de vidad en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. 11El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; 12y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. 13El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. 14Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.

15Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

18Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y

las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para

él. 21Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona,1 porque del varón2 fue tomada. 24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.e 25Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.2


2.2–3: Ex. 20.11.

2.7: 1 Co. 15.45.

d  2.9: Ap. 2.7.

Heb. Ishshah.

Heb. Ish.

2.24: Mt. 19.5; Mr. 10.7–8; 1 Co. 6.16; Ef. 5.31.

Reina Valera Revisada (1960)------------------------------------------------------------------------ 2.25


Salmos 1

 

SALMO 1

El justo y los pecadores

1       Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores,

Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

2        Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

3        Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,a

Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae;

Y todo lo que hace, prosperará.

4        No así los malos,

Que son como el tamo que arrebata el viento.

5        Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.

6        Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.3

 

 

 

1.3: Jer. 17.8.

3  Reina Valera Revisada (1960)--------------------------------------------------------------------------- Sal 1.6

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