jueves, 11 de enero de 2024

¡Año de Esplendor!

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 11 Enero 

¡Año de Esplendor!

Por Riqui Ricón*

Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron (Luc 10.23-24).

Tú has sido destinado(a) por Dios a vivir los tiempos más emocionantes que la historia de la humanidad pueda registrar.

 

Aunque es cierto que nunca antes se habían visto los problemas tan serios como los que hoy afrontamos: guerras, hambrunas, crimen organizado por todos lados, corrupción a todos los niveles, violencia no solo en las calles sino también en los hogares, escuelas, cine, televisión etc., además de colapsos económicos en todo el mundo, enfermedades, carencia de valores, inundaciones, terremotos, tsunamis, sequías, cambio climático, calentamiento global, miedo, angustia, y desesperación, también es cierto que nunca antes el Espíritu Santo se había movido con tanta fuerza e insistencia entre Sus Hijas e Hijos.

 

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios (Ro 8.18-19).

 

Así es, amado(a), este es tu tiempo, estos son tus días, tú eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y tienes un propósito que cumplir. Esta es la razón por la cual sigues en este mundo, en lugar de estar ya en la Presencia de tu Padre celestial.

 

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mat 5.14-16).

Por todas partes el Espíritu Santo te está llamando a que confíes y creas Su Palabra. ¡Es de vital importancia que regreses a depositar toda tu fe y tu confianza en la Biblia, que es la Palabra de Dios!

 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió


Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

A pesar de los problemas y dificultades que hoy estés enfrentando, jamás debes olvidar que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti.

 

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).

 

No debes olvidar jamás que, por ese Gran Amor que Dios siente por ti, has sido llamado y constituido(a) un(a) legítimo(a) Hijo(a) de Dios.

 

Os he dicho todas estas cosas para que en mí encontréis vuestra paz. Siempre tendréis en el mundo pruebas que os afligirán, pero confiad en mí, porque yo he vencido al mundo (Jn 16.33 CST).

Jamás olvides que, aunque estés en medio de la aflicción, tú puedes confiar en Cristo Jesús y de todo problema, angustia o enfermedad saldrás más que vencedor(a) por medio de Su Amor.

 

Así es, ¡Saldrás más que vencedor(a)!

 

Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada (Luc 10.39-42).

Aunque el mundo se cae a pedazos a ti te ha tocado la buena parte Y NO TE SERÁ QUITADA. Tienes la Palabra de Dios. La Palabra de Honor del único Dios vivo y verdadero está contigo y en ti.

 

Es en la Palabra de Dios donde encuentras que hay cosas extraordinarias que Dios ha decretado acerca de ti para estos tiempos extraordinarios:

 

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil 4.13).

¡TODO lo puedes en Cristo Jesús!

 

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (JN 14.12).


¡Ahora, tú puedes hacer las cosas que Jesús hizo y aún mayores porque Él está con el Padre que es también tu propio Padre!

 

Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca (1 R 17.24).

Si hay algo que este mundo necesitado y agobiado necesita desesperadamente hoy en día, eso es poder mirar tu nivel y calidad de vida, esa vida plena y victoriosa que se compró para ti a precio de la Sangre y la Vida de Jesucristo, y que puedan decir, ahora conozco que eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y que la Palabra de Dios, la Biblia, ES VERDAD en tu boca.

 

Así quePelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos (1 Tim 6.12).

¡Este es tu tiempo, este es tu año! ¡Año de Gracia Abundante! ¡El mejor año de tu vida! ¡Año de Esplendor!

 

Oremos en voz audible:

 

Amado Padre celestial, en este momento quiero agradecerte por haberme hecho quién yo soy. Gracias Señor Jesucristo, porque en Ti, en Tu sacrificio de amor por mí, yo fui justificado(a), perdonado(a) y santificado(a) de todos mis pecados para recibir una Vida totalmente Nueva y, gracias a esto, gracias a Ti, yo he Nacido de Nuevo como un(a) Hijo(a) de Dios. Gracias por haberme escogido para vivir estos tiempos tan emocionantes. Ante cualquier, problema, angustia o enfermedad, yo en Ti he confiado, mi Dios. No voy a temer, ni voy a correr a esconderme, pues aunque ande en valle de sombra y de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú, mi Rey, Señor y Salvador, estás conmigo. La Verdad es que puedo enfrentar este año con buen ánimo y alegría en mi corazón, pues yo soy la persona que Tú, mi Dios, dices en Tu Palabra que soy, ni más ni menos: ¡Soy Nueva Creatura! ¡Soy la sal de la tierra! ¡Soy la luz del mundo! ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!

¡En todas las cosas soy más que vencedor por medio de Tu Amor, Señor Jesús!

¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Como Hijo(a) del Rey, llamo a la prosperidad y al bienestar en mi vida! ¡Voy hacer de estos días, los días más emocionantes de mi vida! ¡Espíritu Santo, Tú estás conmigo y si Tú estás conmigo, ¿quién contra mí?! Tú y yo haremos de este año un año de Esplendor. En el nombre de Jesús. Amén.

 

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:


Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre!

¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

 

*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012

 

Tres Recomendaciones:

Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas recomendaciones:

1.     Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él. Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.

2.     Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla. ¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.

3.     En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2020

 

 


 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 11                              Luc 10.21-42 /  Gen 18  /  Sal 11


Cápsula del día.





Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 



NVI 



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 11                              Luc 10.21-42 /  Gen 18  /  Sal 11

 

 

San Lucas 10.21-42

Jesús se regocija

(Mt. 11.25–27; 13.16–17)

21En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. 22Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre;l y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo,m y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

23Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; 24porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

El buen samaritano

 

 

 

 


10.22: Jn. 3.35.

10.22: Jn. 10.15.


25Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle:n Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26Él le  dijo:  ¿Qué  está  escrito  en  la  ley?  ¿Cómo  lees? 27Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente;o y a tu prójimo como a ti mismo.p 28Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.q

29Pero él, queriendo  justificarse  a  sí  mismo,  dijo  a  Jesús:  ¿Y  quién  es  mi prójimo? 30Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 33Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue  movido  a  misericordia; 34y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en

su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Jesús visita a Marta y a María

38Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39Esta tenía una hermana que se llamaba María,r la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.1

 

Génesis 18

Promesa del nacimiento de Isaac

18

1Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. 2Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban


10.25–28: Mt. 22.35–40; Mr. 12.28–34.

10.27: Dt. 6.5.

10.27: Lv. 19.18.

10.28: Lv. 18.5.

10.38–39: Jn. 11.1.

Reina Valera Revisada (1960)-------------------------------------------------------------------------- 42


junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, 3y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. 4Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, 5y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo.  Y  ellos  dijeron:  Haz  así  como  has  dicho. 6Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. 7Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. 8Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.

9Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. 10Entonces

dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.a Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. 11Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las  mujeres. 12Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señorb ya viejo? 13Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? 14¿Hay para Dios alguna cosa difícil?c Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. 15Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.

Abraham intercede por Sodoma

16Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. 17Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, 18habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? 19Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. 20Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, 21descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré. 22Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.

23Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? 25Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de

toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 26Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo  este lugar por amor  a  ellos. 27Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque  soy  polvo  y  ceniza. 28Quizá  faltarán  de  cincuenta  justos  cinco;  ¿destruirás por

 


18.10: Ro. 9.9.

b  18.12: 1 P. 3.6.

c  18.14: Lc. 1.37.


aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. 30Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. 31Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. 32Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. 33Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.2

 

Salmo 11

 

El refugio del justo

Al músico principal. Salmo de David.

1        En Jehová he confiado;

¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave?

2        Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus saetas sobre la cuerda,

Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.

3        Si fueren destruidos los fundamentos,

¿Qué ha de hacer el justo?

4        Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono;

Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

5       Jehová prueba al justo;

Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.

6        Sobre los malos hará llover calamidades;

Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.

7        Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.3

 

 

 


Reina Valera Revisada (1960)--------------------------------------------------------------------------- 18.33

Reina Valera Revisada (1960)  1

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