domingo, 14 de enero de 2024

¡Todo lo demás te ha de ser añadido!

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 14 Enero 

¡Todo lo demás te ha de ser añadido!

 Por Riqui Ricón*

Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos (Sal

14.5).

 

Amado(a), no te dejes engañar, la Biblia, la Palabra de Dios, es la Verdad y cualquiera de nosotros que camine a la Luz de Su Palabra no andará en tinieblas, ni en angustia, ni en temor, ni en desesperación, ni en enfermedad, ni en pobreza, ni en deudas, sino, como dice Jesucristo:

 

Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y

conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).

 

Así que, como tú has decidido creerle a Dios, le crees a Su Palabra y entonces no hay forma que puedas perder en esta vida. Tienes asegurada la victoria en esta batalla, pues es la buena batalla de la fe.

 

Esta batalla no es contra tu esposa o esposo, ni contra tu hija o hijo, ni contra alguno de tus suegros, ni contra ninguna de las personas que forman parte de tu vida,

 

sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efe 6.12).

 

Algunas personas pueden sentir temor ante lo difícil o determinante de los problemas que enfrentanpero NO NOSOTROS los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, comprados y redimidos al precio de la Sangre de Cristo Jesús, quienes sabemos y estamos convencidos que,

 

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo… Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn 4.4, 5.4-5).

Así que, tus enemigos tiemblan de espanto, porque Dios está con la generación de los justos, y esto es lo que tú ahora eres en Cristo Jesús: un(a) justo(a).

 

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Co 5.21).


Esto es así porque Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijos antes que perderte a ti.

 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).

Es por Amor a ti que Dios te ha justificado, te ha hecho justo(a) con la Sangre de Jesús. Cristo Jesús pagó con Su Vida todos tus delitos y pecados. Ahora no debes nada, no tienes que pagar nada. ¡Eres justo(a)!

 

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios (Ro 5.1-2).

En honor a la Verdad, la Biblia es la Verdad, eres tú quien ha sido justificado(a), hecho(a) justo(a), por Dios en la Sangre de Jesús, y son ellos, tus enemigos, los que tiemblan de espanto.

 

Efectivamente, sin importar las circunstancias que estés atravesando, la Verdad prevalece: tú eres la generación de los justos y Dios está contigo.

 

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro 8.31).

 

En un tiempo de tremenda crisis y escasez, Abraham vivió creyendo la Palabra que el Señor le había dado y dice la Escritura que le fue contado por justicia (Gen 15.6). ¡Fue hecho justo por creerle a Dios, creyendo Su Palabra!.

 

Por eso, los reyes de aquella región temblaban de espanto y se apresuraron a hacerse amigos de Abraham.

 

Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces. Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado (Gen 21.22-23).

La integridad de la Palabra de Dios es contundente, Él no miente ni se arrepiente, Él no cambia Su Palabra:

Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad. No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios (Sal 89.33-34).


¡No te dejes engañar! Tu vida está escondida con cristo en Dios. Tu vida consiste en mucho más que la comida, el techo o el vestido.

 

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jua 10.10).

Así es, ¡escrito está! El diablo solo viene a tu vida para hurtar, matar y destruir pero Cristo Jesús ESTÁ PRESENTE en ti para darte vida y VIDA ABUNDANTE.

 

Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas (Luc 12.29-31).

Por el Amor que el Señor siente por ti, has sido levantado(a) a la posición de Hijo(a) de Dios. Él sabe de qué cosas tienes necesidad y ha establecido en Su Palabra que te sean suplidas todas mientras tú actúas en la fe y en Su Palabra para establecer Su reino; primeramente en tu propia vida y posteriormente en esta tierra.

 

¡Busca el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás te será añadido! Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, Tú, por Amor me has hecho justo(a) en Cristo Jesús y ahora puedo disfrutar de Tu Plenitud para vivir una vida buena y abundante. Gracias, Señor Jesús, por lo que hiciste por Amor a mí al morir en esa cruz. Entiendo que mi permanencia en este mundo tiene el propósito de que, con Tu ayuda Espíritu Santo, comencemos a establecer Tu reino. ¡Venga Tu reino, Señor, y hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo! Por lo tanto, yo decido no estar en ansiosa inquietud por lo porvenir y confiar en Ti, confiar en Tu Palabra. Así que, declaro que YO SOY lo que Tú, mi Dios, dices en Tu Palabra que ahora soy: ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó! ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Yo soy Tu Hijo(a) y los he vencido, porque mayor eres Tú, que estás en mí, que el que está en el mundo!

¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! Tu Amor, gozo y paz ya están en mí para que yo haga de mi vida una vida plena y abundante; para que yo haga de mi vida una vida que vale la pena vivir. En el nombre de Jesús. Amén.

 

 Nota Importante:

 

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

 

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:


Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre!

¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

 

*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011

 

 

Tres Recomendaciones:

Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas recomendaciones:

1.     Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él. Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.

2.     Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla. ¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.

3.     En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2020

 


 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 14                              Luc 12.1-31 / Gen 21 / Sal 14

 


Cápsula del día.







Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 



NVI 



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 14                              Luc 12.1-31 / Gen 21 / Sal 14

 

 

 

San Lucas 12.1-31

La levadura de los fariseos

12

1En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la  levadura  de  los  fariseos,a que es la hipocresía. 2Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.b 3Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.

A quién se debe temer

(Mt. 10.26–31)

4Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. 5Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. 6¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de

 


12.1: Mt. 16.6; Mr. 8.15.

12.2: Mr. 4.22; Lc. 8.17.


Dios. 7Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

El que me confesare delante de los hombres

8Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; 9mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. 10A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.c 11Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; 12porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.d

El rico insensato

13Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que  parta  conmigo  la  herencia. 14Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

El afán y la ansiedad

(Mt. 6.25–34)

22Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. 23La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. 24Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 25¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? 26Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? 27Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloriae se vistió como uno de ellos. 28Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? 29Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis  de  comer,  ni  por  lo  que  habéis  de  beber,  ni  estéis  en  ansiosa inquietud. 30Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe

 

 

 


12.10: Mt. 12.32; Mr. 3.29.

12.11–12: Mt. 10.19–20; Mr. 13.11; Lc. 21.14–15.

12.27: 1 R. 10.4–7; 2 Cr. 9.3–6.


que tenéis necesidad de estas cosas. 31Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.1

 

Génesis 21

Nacimiento de Isaac

21

1Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con  Sara  como  había  hablado. 2Y Sara concibióa y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. 3Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. 4Y circuncidó Abraham a su hijo Isaacb de ocho días, como  Dios  le  había  mandado. 5Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo.

6Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá  conmigo. 7Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.

Agar e Ismael son echados de la casa de Abraham

8Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac. 9Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. 10Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo.c 11Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. 12Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.d 13Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente. 14Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba.

15Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, 16y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. 17Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. 18Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. 19Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de

beber al muchacho. 20Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y


Reina Valera Revisada (1960)-------------------------------------------------------------------------- 12.31

21.2: He. 11.11.

21.4: Gn. 17.12; Hch. 7.8.

21.10: Gá. 4.29–30.

21.12: Ro. 9.7; He. 11.18.


fue tirador de arco. 21Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.

Pacto entre Abraham y Abimelec

22Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec,e y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces. 23Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado. 24Y respondió Abraham: Yo juraré. 25Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado. 26Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy. 27Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto. 28Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte. 29Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte? 30Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo. 31Por esto llamó a aquel lugar Beerseba;18 porque allí juraron ambos. 32Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.

33Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno. 34Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.2

 

Salmo 14

 

Necedad y corrupción del hombre

(Sal. 53.1–6)

Al músico principal. Salmo de David.

1        Dice el necio en su corazón: No hay Dios.

Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.

2        Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido,

Que buscara a Dios.

3        Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.a

4        ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad,


21.22: Gn. 26.26.

18 Esto es, Pozo de siete, Pozo del juramento.

Reina Valera Revisada (1960)--------------------------------------------------------------------------- 21.34

14.1–3: Ro 3.10–12.


Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan?

5        Ellos temblaron de espanto;

Porque Dios está con la generación de los justos.

6        Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza.

7        ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,

Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.3

 

 


Reina Valera Revisada (1960)  14.7

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