sábado, 24 de diciembre de 2016

¡Cómo obtener fuerza ante cualquier circunstancia!

 

11 de Diciembre

¡Tú tienes a tu alcance el poder y la fuerza de Dios!

Por Riqui Ricón*

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (Efe 6.10).

Siempre que leía este pasaje de la Biblia me sonaba bonito y muy esperanzador, pero nunca me había detenido a pensar cómo me podía fortalecer en el Señor y en el poder de Su fuerza.

¿Será que el poder de la fuerza del Dios Todopoderoso está a tu alcance? Primero habrá que responder, ¿cuál es el poder de la fuerza de Dios? ¿Sus músculos? ¿Sus ángeles? ¿Sus truenos y relámpagos? No se necesita mucha sabiduría para darse cuenta que el poder de la fuerza de Dios radica en Su Palabra, puesto que Él es Dios, sólo necesita decir la Palabra y ésta se cumple inmediatamente.

Por la fe hemos podido entender que el universo entero surgió por la palabra de Dios, quien de lo que no se veía hizo todo lo que ahora vemos (He 11.3 CST).

¡El Poder de Dios radica en la Palabra de Dios! Esto es algo que sabía muy bien aquel centurión que fue al encuentro de Jesús,

Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe (Mat 8.5-10).

Así que, para que tú puedas resistir en el día malo y estar firme habiéndolo acabado todo necesitas hacerte fuerte en la Palabra de Dios.

Pero sin fe [sin creerle a Dios, creyendo Su Palabra] es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (He 11.6).

Así que la fe [creerle a Dios, creyendo Su Palabra] viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Ro 10.17 BAD).

La Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, es la Verdad; es la fortaleza de los siglos en la cual tú puedes confiar perpetuamente. Sea cual sea tu situación o condición actual, ésta es temporal y circunstancial; aunque a ti te parezca determinante o definitiva, no lo es. Lo único determinante y definitivo es la Verdad, y la Verdad es lo que Dios ha hablado acerca de ti:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Jn 3.16).

La Verdad es que ¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, Jesús, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti!

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.17).

¡Jesús no vino a condenarte sino a darte, a otorgarte, la Vida Eterna que solamente un(a) Hijo(a) de Dios puede tener!

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

¡La Vida que Jesús YA te ha dado es una Vida Plena y Abundante! Es el ladrón, Satanás, el que te quiere hurtar, matar y destruir con sus engaños y mentiras; metiendo miedo en tu corazón para que así pongas tus ojos en las circunstancias y dejes de ver a Jesús y dejes de atender a Sus Palabras.

quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados (1 P 2.24).

La Verdad es que por lo que Él hizo en la cruz, ¡tú has sido declarado(a) justo(a) y, por lo tanto, tienes derecho a ser sano(a) de toda enfermedad!

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil 4.13).

¡Tú puedes hacerle frente a cualquier problema, reto o aflicción, con la certeza que saldrás más que vencedor(a)!

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Fil 4.19).

¡Puedes estar cien por ciento seguro(a) que ante cualquier necesidad tu Padre suplirá TODO lo que te falte!

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

Fortalecerte en el Señor y en el Poder de Su fuerza significa que, en Verdad puedes dejar de preocuparte y angustiarte por tratar de ser feliz y vivir una Vida Plena y Abundante: déjalo todo en manos de Dios, ¡Dios es digno de confianza!

Así que, ¡Fortalécete en el Señor y en el Poder de Su Fuerza! Haz de la Biblia, la Palabra de Dios, la norma y pauta de tu vida, ponla en tu mente, boca y corazón.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).

Recuerda que la palabra entonces significa, ni antes, ni después, ni de ninguna otra forma.

¡Dios mismo te indica el secreto para que hagas prosperar tu camino y que todo te salga bien! ¡Lee la Biblia! ¡Medita en ella de día y de noche! ¡Dios no puede mentir! ¡Jamás serás avergonzado(a) de haber creído la Palabra de Dios!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, hoy puedo con toda certeza declarar que, a pesar de mis circunstancias, soy un(a) hombre (mujer) feliz porque confío en Ti. Sé que Tu Palabra, la Biblia, es  la Verdad y que el conocimiento de la Verdad me hace libre. ¡Soy libre! Soy libre de todo temor y ansiedad; el mismísimo Señor Jesús, que fue engendrado por Dios, me guarda y el maligno no me toca. Tú, oh Dios, estás conmigo y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? Tú todo lo puedes. No hay problema, angustia o enfermedad que pueda hacer valer ningún derecho sobre mi vida, que es la Vida Eterna que Tú, Jesucristo, compraste para mí al pagar todos mis pecados en la cruz. En Tu muerte yo morí y esa vieja naturaleza quedó ahí, en la cruz. Con tu resurrección tengo Vida Eterna, la vida plena y abundante que sólo puede tener un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Muchas gracias, Señor Jesús! Por lo tanto, me fortalezco en el poder de Tu fuerza, que es Tu Palabra, y resisto a la enfermedad, pobreza, tristeza, angustia y depresión. Yo soy lo que está escrito en Tu Palabra que soy. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) del Rey! Por tanto, con toda autoridad y plena certeza, yo le llamo al Amor, al gozo y a la paz, que son mi derecho, para vivir mi Vida en Plenitud y Abundancia. En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Diciembre 11                                Efe 6   /  Ez 17  /  Isa 46



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