miércoles, 27 de abril de 2016

¡Cómo definir tus prioridades!

 
23 de Abril

¡Primero es La Palabra!

Por Riqui Ricón*

¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. Expondría mi causa delante de él, Y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría lo que él me respondiese, Y entendería lo que me dijera. ¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza? No; antes él me atendería. Allí el justo razonaría con él; Y yo escaparía para siempre de mi juez (Job 23. 3-7).

¡Encontrar a Dios y tener una relación con Él! ¡Wuau! Esta es la más grande garantía de éxito y felicidad en la vida. ¡Cuántas personas quieren saber dónde hallar a Dios! ¡Cuántas personas necesitan encontrar a Dios! Sin embargo, pareciera que no son tantas las que en verdad lo están buscando.

Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan (Pro 8. 17).

La mayoría de los cristianos confiesan creer que la Biblia es la Palabra de Dios. Muchos de ellos han llegado a llamarla El Manual del Fabricante, dando a entender que ahí, en las Escrituras, se encuentra la solución y respuesta a todos los problemas e interrogantes de la vida. Sin embargo, son muy, pero muy, pocos los que dedican más de cinco minutos diarios de su tiempo para el estudio de la Palabra de Dios.

Si en verdad tomas en serio esto, verás que es sorprendente pues el mismísimo Dios, Señor y creador del universo, de todo lo visible y lo invisible, afirma que:

Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas (Jos 1.8 NTV).

Así que, Dios mismo te da el secreto, la clave para el verdadero éxito en la vida: Hacer de tu lectura y meditación de la Biblia la norma máxima de tu vida, leyéndola de día y de noche.

¿Qué pasa entonces?

Como escribí hace un par de días:

“- Pero, pero, Riqui Ricón, ¡yo no puedo hacer eso! ¡No tengo tiempo! Eso quizá esté bien para un Pastor o ministro, pero yo tengo que ir a trabajar, estudiar, atender mi hogar, a mi familia,…

”El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre viene y se lo encuentra. Emocionado y lleno de ilusiones, vende todo lo que tiene y compra el terreno, con lo cual está adquiriendo, también el tesoro. ”El reino de los cielos es como un mercader de perlas que anda en busca de perlas finas. Cuando por fin descubre una verdadera oportunidad en una perla de gran valor que le ofrecen a buen precio, corre y vende lo que tiene para comprarla (Mat 13.44-46 BAD).

Si Dios te revelara el secreto para tener una Vida dichosa y la forma en que puedes hacer prosperar tu camino y todo te salga bien, ¿no harías todo lo que esté de tu parte por conseguirlo?...

…Bueno, quizá me entiendas mejor si te lo pongo en otro contexto: Si Dios te revelara, con certeza absoluta, el número ganador del sorteo de la lotería, ¿no harías todo lo posible por comprar un boleto o billete con ese número?...

… Así que, no se trata de si tienes tiempo o no tienes tiempo, tampoco se trata de si eres un(a) ministro(a) o no lo eres, sino que se trata realmente de si crees o no crees que la Biblia es Verdaderamente la Palabra de Dios. Y aquí entre nos, yo sé que sí crees”.

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él (1 Co 6.17).

Dios te creó a Su Imagen, conforme a Su Semejanza, esto es, espíritu, alma y cuerpo. Ahora, tú, que has hecho a Jesucristo el Señor y Salvador de tu vida, has Nacido de Nuevo; eres espíritu Nuevo creado por Dios, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.

Sin embargo, a diferencia de tu cuerpo, el cual alimentas tres veces al día, ¿pretendes desarrollar todo tu potencial como Hijo(a) del Reino alimentándote de la Palabra de Dios, la Biblia, tan sólo una o dos veces a la semana?

Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó… Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. (Hch 9. 34, 40-41).

¡Qué asombrosa es la vida de Pedro! Llena de poder y autoridad. Sin embargo, no siempre fue así; por poco se ahoga por tener miedo y dudar cuando intentó llegar a Jesús caminando sobre las aguas del mar de Galilea; además, poco después de haber jurado que él moriría por Jesús le negó tres veces, maldiciendo.

Mat 26:69-74 RV60  Pedro estaba sentado fuera en el patio;  y se le acercó una criada,  diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.  (70)  Mas él negó delante de todos,  diciendo: No sé lo que dices.  (71)  Saliendo él a la puerta,  le vio otra,  y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.  (72)  Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.  (73)  Un poco después,  acercándose los que por allí estaban,  dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos,  porque aun tu manera de hablar te descubre.  (74)  Entonces él comenzó a maldecir,  y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.

Como puedes ver, Pedro no era muy diferente a ti o a mí. Lo importante aquí es que, después de este triste y vergonzoso episodio, él Nació de Nuevo, recibió al Espíritu Santo como el cumplimiento de la promesa del Nuevo Pacto y puso la Palabra de Dios en su boca, mente y corazón. ¡Nunca más fue el mismo!

Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas… Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra (Hch 6. 2, 4).

La Biblia, que es la palabra de Honor de Dios y no puede mentir, es la fuente de tu FE y el fundamente de tu relación con Dios mediante Su Hijo Jesucristo.

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto (Jn 14. 6-7).

Para conocer bien a una persona necesitas pasar tiempo con ella, para conocer a Dios necesitas dedicarle tiempo a Su Palabra. No es la oración lo que te permite conocerle sino Su Palabra. La mayoría de los creyentes acuden a la oración para pedir, interceder, alabar y adorar, pero escuchan poco de Él y le conocen menos, pues no le han dado a la Biblia el lugar y la prioridad que merece en sus corazones y en sus vidas.

Éxo 33:11 NVI  Y hablaba el SEÑOR con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión.

Josué amaba tanto la presencia de Dios que nunca se separaba del tabernáculo de reunión, sin embargo, no fue en esa comunión, en la oración, que Dios le dijo que se esforzara y fuera valiente, y así lograría los objetivos de su llamado y ministerio. ¡Dios nos revela en Su Palabra, la clave del éxito en la vida!

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Jos 1. 8).

Josué fue un hombre de oración efectiva porque, obedeciendo a Dios, hizo de la Palabra de Dios la norma máxima de Su Vida.

Ese día en que el SEÑOR entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al SEÑOR en presencia de todo el pueblo: «Sol, deténte en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón.» El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero. Nunca antes ni después ha habido un día como aquél; fue el día en que el SEÑOR obedeció la orden de un ser humano. ¡No cabe duda de que el SEÑOR estaba peleando por Israel! (Jos 10.12-14).

Como en el caso de Josué, puedes ver que, efectivamente, la oración es poderosa, pero la Palabra de Dios, la Biblia, puesta en la boca, mente y corazón de un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, y que la usa para orar, es muchísimo más poderosa.

Conocer a Dios y tener una relación con Él es sencillo. Cristo Jesús abrió el camino. ¡Cristo Jesús es el Camino!

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

Jesús vino a darte esa vida abundante que es la Vida Eterna.

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Mar 16.17-18).

¡La Vida Eterna la respaldan los milagros, señales y maravillas!

Vivir la Vida Plena que Cristo Jesús adquirió para ti es fácil. Sólo sigue las instrucciones del Manual del Fabricante. Lee y medita la Palabra de Dios todos los días. Haz de la Biblia la norma máxima de tu existencia poniéndola en tu boca, mente y corazón, pues entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Al fin y al cabo, es la Palabra de Dios, es Palabra de Honor.

Oremos en coz audible:

Amado Padre celestial, hoy quiero darte las gracias por Tu hermosa, Eterna e Infalible Palabra, la Biblia. Gracias porque es lámpara a mis pies y luz en mi camino; es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos. Sé que Tú no mientes, ni te arrepientes, que lo que has dicho lo vas hacer, lo que has hablado lo vas a ejecutar y por lo tanto, tengo en Tu Palabra la garantía, la seguridad y convicción de que yo soy quién Tú, Señor, dices que soy: un(a) Hijo(a) Tuyo(a) Nacido(a) de Nuevo y amado(a) por Ti; Padre, yo soy Tu especial tesoro; en todo problema, angustia o enfermedad soy más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, Cristo Jesús, mi Rey, Señor y Salvador; todo lo puedo; soy sano(a) y soy libre. No moriré pues tengo Vida Eterna y tengo todo el derecho y los recursos para hacer de mi vida una vida Plena y Abundante en Tu Nombre, Señor Jesús. Tú lo has dicho y esta es Tu Palabra de Honor. Muchas gracias. En el nombre poderoso de Cristo Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Abril 23                Hch 9. 26-43 /  Jos 5-6 /  Job 23

 
 
 
 


 

 

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