jueves, 28 de abril de 2016

¿Qué hay con el pecado?

 
24 de Abril

¡El pecado destruido!

Por Riqui Ricón*

Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros (Jos 7. 12).

Ciertamente Dios es bueno y misericordioso, pero también es fiel y justo: aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable (Num 14. 18).

No obstante, Él no desea que lleves una vida de fracasos y derrotas, sino todo lo contrario y, por eso mismo, el Señor ha establecido un Pacto totalmente Nuevo y diferente.

Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (He 8.6).

El Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús es un mejor Pacto, establecido sobre mejores promesas.

Para hacer valer este Nuevo Pacto, es necesario que el asunto del pecado (el anatema en medio de nosotros), sea totalmente resuelto en tu vida. Y no se trata de solamente vencer sobre el pecado sino de destruirlo enteramente para que así Dios te acompañe dondequiera que vayas y salgas siempre más que vencedor(a).

Desde la ciudad gimen los moribundos, Y claman las almas de los heridos de muerte, Pero Dios no atiende su oración. Ellos son los que, rebeldes a la luz, Nunca conocieron sus caminos, Ni estuvieron en sus veredas (Job 24. 12-13).

Dios ha establecido en Su Palabra, la Biblia, que Él no puede atender la oración de aquellos que, incrédulos, son rebeldes a la luz y no quieren caminar por el único camino que está establecido.

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Jn 14. 6).

Hay un camino de salvación; hay un camino de libertad y de victoria establecido por Dios en Su Palabra y se llama Jesús.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

No te confundas más, date cuenta, de una vez por todas, que jamás ha sido la voluntad de Dios estar pendiente de tus delitos, pecados y fracasos para castigarte y condenarte, y mucho menos enseñarte algún tipo de lección mediante alguna aflicción. No mi amado(a), la Verdad es que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo para pagar tus deudas antes que perderte a ti.

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).

La Verdad es que Dios te ama tanto que ha decidido dejar atrás todo ese asunto del pecado para hacer de ti una Nueva creatura, una Nueva Especie de Ser que no existía antes: un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.

¿Cómo puede hacerse eso? Este Dios y Padre amoroso diseñó un Plan Perfecto para liberarte de una vez por todas de la esclavitud del pecado. Él no iba a dar a Su Hijo como precio justo de tus pecados para que, una vez justificado(a) y perdonado(a) quedaras de nuevo en la misma situación, esto es, a merced del pecado.

Así que, diseñó este Perfecto y asombroso Plan de Redención que conocemos como el Nuevo Nacimiento a través del Nuevo Pacto.

Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Ro 6. 5-11).

Ahora bien, de acuerdo a las últimas palabras de Jesús en la cruz, consumado es, todo esto ya fue realizado en la cruz y tú lo recibes por fe. ¿Qué significa esto? Que lo crees porque Dios lo dijo y si Dios lo dijo, entonces, así es. Recibirlo por fe significa que no es tan importante lo que tú veas, sientas o experimentes sino lo que la Biblia, la Palabra de Dios que no miente, dice acerca de tu posición en Cristo Jesús respecto al pecado. Esta es la Verdad y no otra:

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8. 2).

Por la muerte, resurrección y Vida de Jesucristo, tú has sido justificado(a) y perdonado(a) con el propósito de ser creado(a) por Dios como un ser totalmente distinto al que antes eras.

siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).

De acuerdo a la Escritura, ahora eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y no de una simiente que se pueda corromper sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. ¡Aleluya!

Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común (Hch 10.15).

—No contradigas a Dios —le volvió a decir la voz—. Lo que Dios ha limpiado, limpio está (Hch 10.15 BAD).

Si puedes creerlo o no puedes creerlo no es importante (en verdad que te sería muy conveniente pues te darías cuenta que sólo así obtienes la victoria permanente sobre el pecado). Si estás en Cristo entonces eres una Nueva creatura. Eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Dios lo afirma así en Su Palabra y esa es la única Verdad que cuenta.

Así que, Dios, tu Padre, resolvió totalmente, de una vez y para siempre, el asunto del pecado al redimirte y renovarte, esto es, comprarte con la muerte de Jesucristo y hacerte totalmente Nuevo con Su Resurrección.

Oremos en voz audible:

Gracias precioso Padre celestial pues cada día comprendo más cuánto Tú me Amas. Has dado Tu Palabra, Tu Palabra de Honor, y esta es infalible. Primero el cielo y la tierra dejan de existir antes que se dejen de cumplir todas estas cosas que has hablado acerca de mí. ¡Soy libre del pecado! ¡El pecado no se enseñorea más de mí! ¡Nunca más! Por Tu Hijo Jesús he sido justificado y perdonado para ser hecho Nueva creatura. No importa cómo me sienta o me vea a mí mismo(a) el día de hoy, Tu Palabra, la Biblia, dice que no soy la misma persona que antes era. Ahora soy _________ (tu nombre aquí), un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y no de simiente corruptible sino de incorruptible por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. ¡Todo lo puedo! Estoy seguro(a) que de todo problema, angustia o enfermedad voy a salir más que vencedor(a) por medio de Tu Amor mi Señor Jesús. Poderoso Espíritu Santo, Tú estás en mí y conmigo, y si Tú estás conmigo, en Verdad, ¿quién contra mí? ¡Gracias Padre! ¡Muchas Gracias! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Abril 24                Hch 10. 1-33 /  Jos 7-8 /  Job 24

 
 
 
 
 

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