martes, 5 de abril de 2016

¡Qué hacer en tiempos de crisis!

 

1 de Abril

¡Confiar en Dios! ¡Confiar en Su Palabra!

Por Riqui Ricón*

Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno (Job 1. 20-22).

La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, te revela, desde Génesis hasta Apocalipsis (incluyendo Job), que la naturaleza de Dios, Sus planes y propósitos para contigo son buenos, agradables y perfectos.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis (Jer 29. 11).

Dios es bueno. ¡Dios es Amor! Dios te ama a ti y Su buena voluntad para contigo  siempre será agradable y perfecta (Ro 12.2).

Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar TODOS tus pecados, antes que perderte a ti.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Pon mucha atención porque nunca en los planes de Dios, ni en Su voluntad, ha considerado siquiera como viable la condenación de la humanidad.

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Ti 2.3-4).

Job estaba convencido de que Dios es bueno. Por esta convicción fue que en todas sus aflicciones no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. Fue esta confianza, esta certeza de fe en el amor y compasión de un Dios justo y bueno la que permitió a Job salir adelante lleno de bendición, pues al final entendió que Dios es la fuente de toda bendición.

Propósito y destino son palabras que deben llenar de entusiasmo la vida de todas las Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo. Tú has sido redimido(a) por Dios, esto es, has sido comprado(a) al precio de la Sangre de Su Hijo, Jesús, para ser trasladado(a) de una vida de despropósito, llena de pecado, temor, muerte y ESCLAVITUD a una Vida Nueva y Plena con el propósito de manifestar la LIBERTAD gloriosa de los Hijos del Rey.

Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa. «Antes no tenían identidad como pueblo, ahora son pueblo de Dios. Antes no recibieron misericordia, ahora han recibido la misericordia de Dios» (1 P 2.9-10 NTV).

Dado que Él, el Juez de toda la tierra, aceptó la Sangre del único justo como el precio exacto que satisface el pago de los delitos y pecados de TODOS los injustos, en la cruz del calvario tú fuiste justificado(a), hecho justo(a), por la Gracia de un Dios misericordioso.  Es por Su gran Amor con que te amó que tu Padre decidió perdonar todas tus transgresiones no acordándose más de tus pecados

Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades (He 8. 10-12).

Así, de esta forma, puedes dejar atrás, olvidar, la conciencia de pecado y la condenación para recibir la justificación y la conciencia de justicia pues tú has sido hecho(a) un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Puedes dejar de temer a la ira y al justo juicio de Dios sobre tus actos y comenzar, como Job, a creer en el Amor y en la Palabra de Dios.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Ro 8.28).

Al fin y al cabo, cuando realmente sabes (y comienzas a creer), que tu vida ya no es una casualidad ni resultado del azar o de la selección natural, sino que ahora tu Nueva Vida está llena del Amor y del Propósito de Dios, entonces, tú como Job, tienes la certeza, la plena seguridad, que tarde que temprano TODAS las cosas que te están sucediendo te ayudarán a bien.

¿Qué,  pues,  diremos a esto?  Si Dios es por nosotros,  ¿quién contra nosotros? (Ro 8.31).

No en balde eres, ¡un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo!


 
 
Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, este día puedo declarar con toda confianza que mi vida tiene propósito pues está escondida con Cristo en Ti, Señor. No permitiré al temor ni a la duda entrar a mi corazón para robar lo que legítimamente me pertenece. Señor Jesús, Tú pagaste el precio y yo lo he aceptado. Me propongo, en Tu nombre, Jesús, manifestar la Vida Plena y abundante que me has regalado. Gracias Señor. Por el Nuevo Pacto en Tu Sangre, ahora yo tengo Vida Eterna y todo el derecho a hacer de ella una Vida Plena y Abundante. Por el Nuevo Pacto en Tu Sangre he sido justificado(a), perdonado(a), santificado(a) y perfeccionado(a) para ser hecho(a) un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Gracias! ¡Muchas gracias, Señor Jesús! Sin importar las circunstancias que hoy estoy enfrentando, ahora sé que de todas ellas saldré más que vencedor(a), pues soy, efectivamente, un(a) Hijo(a) del Rey y todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Así que, creo y declaro que ¡soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a) para vivir una Vida Plena y Abundante! ¡Recibo Tu Amor! ¡Recibo Tu Gozo! ¡Recibo Tu Paz! ¡Por la Sangre de Jesús, la Sangre del Nuevo Pacto, que no hay forma que yo pueda perder en esta vida! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Abril 1                                   Mat 25.1-30 /  Núm 30-31 /  Job 1

 


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas al respecto?