viernes, 29 de abril de 2016

¡Cómo enfrentar CUALQUIER problema, angustia o enfermedad!

 
26 de Abril

¡Fortalecido(a) con todo Poder!

Por Riqui Ricón*

Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra...  Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego...  De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés (Jos 11. 4, 6, 15).

Es evidente que lo que dice la Biblia es Palabra de Dios, y es la Verdad. Efectivamente, Josué venció a más de treinta ejércitos diferentes que representan una cantidad como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra. Lo asombroso es que lo pudo hacer sólo por confiar en Dios y creerle a Su Palabra.

Hoy en día, Jesucristo te dice que en el mundo tendrás aflicciones pero que confíes en Él, que confíes en Su Palabra pues Él ha vencido al mundo y por lo tanto tú has vencido con Él.

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo  (Jn 16.33).

Sin importar cuál sea el problema o la situación adversa que hoy estés enfrentando, les puedo garantizar a todas y todos las Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, que Él no va a faltar a Su Palabra. Todo, absolutamente todo, lo que Dios te ha dicho lo va hacer; todo lo que Él te ha hablado lo va a ejecutar.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Luc 21.33).

Él prometió que primero el sol y la tierra dejarían de existir antes que Él te deje de cumplir Su Palabra. Es la Palabra de Dios, es Palabra de Honor. Así que hoy puedes comenzar este devocional conmigo, diciéndole: Señor Jesús, yo daré por respuesta a mi avergonzador que en Tu Palabra he confiado pues jamás seré avergonzado(a) de haber creído a Tu Palabra.

Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente (Mar 5. 35-36).

Nota que cuando Josué enfrentó a muchísimos enemigos, Dios le dijo, no tengas temor de ellos y cuando Jairo enfrentó la más terrible realidad al enterarse de la muerte de su hija, Jesús le dijo, no temas, cree solamente.

El temor es todo lo contrario a la fe. Ambas son fuerzas espirituales que combaten entre sí. El temor es duda y la fe es certeza; el temor es angustia y la fe es paz; el temor es tristeza ante la vida y la fe es alegría por la vida. El temor enferma y mata mientras que la fe te sana y te da vida.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza (Efe 6. 10).

¿Cómo puede alguien fortalecerse en el poder de la fuerza de Dios?

¿Cuál es ese poder o esa fuerza con la que puedes estar fortalecido ante cualquier circunstancia? ¿Será Su gran musculatura y fuerza? ¿Serán los millones de ángeles a Su servicio? ¡No, amado(a)! ¡Piénsalo bien! El poder de la fuerza de Dios es Su Palabra. Él no necesita hacer otra cosa más que hablar. Dado que Él es Dios, Su Palabra tiene dentro de sí misma el poder para hacerse cumplir.

Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido (Ro 4. 19-21).

Cuando escuchas otras voces o a tus sentidos y emociones para llenarte de duda y angustia, entonces te debilitas en la fe y aceptas el espíritu de temor. Sin embargo, Dios dice que tú no has recibido el espíritu de temor para que vivas esclavo(a) del miedo, la duda y la angustia, sino que, por el sacrificio de Jesús, por Su muerte y resurrección, ahora tu eres un(a) Hijo(a) legítimo de Dios: Un Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! (Ro 8.15).

Así que, en la Palabra de Dios, la Biblia, que no miente, tú eres fortalecido(a) de tal manera que consigues la victoria sobre toda circunstancia pues la FE ES por oír, recitar y meditar y la Palabra de Dios.

Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo (Ro 10.17 DHH).

Al leer, meditar y recitar La Palabra de Dios, te llenas de FE y quedas plenamente convencido(a) que Dios, Tu Padre, es poderoso y fiel para cumplir todo lo que te ha prometido.

Un(a) Hijo(a) de Dios como tú, sólo con la FE, alcanzará la victoria sobre el mundo y sus circunstancias.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe (1 Jn 5.4).

Así que, cuando estudias y meditas la Palabra de Dios, ésta produce FE en tu vida; produce esa FE que destruye el miedo y la angustia habilitándote para que recibas la promesa de la salvación, que es la Vida Eterna.

él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa (Hch 11. 14).

Por lo tanto, no albergues temor alguno. Haz de la Biblia la norma máxima de tu existencia. Sábete y cree que eres un(a) Hijo(a) Amado(a) de Dios. Y prepárate para vencer sobre toda circunstancia, problema o enfermedad.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).

Oremos en voz audible:

Amado padre celestial, hoy puedo declarar, con toda seguridad y autoridad, que nada, ni nadie en este mundo me puede vencer. Por Tu Amor, por el sacrificio de Jesús, por Su muerte y resurrección, yo soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y no de una simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es Tu Palabra, Señor. Me declaro sano(a), libre y capaz de salir adelante en todo problema o situación que estoy enfrentando. Tú me creaste de nuevo para reinar sobre esta tierra y no para sufrir, así que, aunque ande en valle de sombra y de muerte no voy a temer mal alguno porque Tú, Jesucristo, estás conmigo. Todo esto lo oro y declaro conforme a Tu Palabra que es la Verdad. Me someto a Ti, Dios, y resisto al diablo; así que, éste tiene que huir de mí con todas sus enfermedades, mentiras, miedos, enojos, rencores, pobreza, escasez, depresión, desánimo y dudas. Nada de esto tiene algo en mí. Yo soy Tu Hijo(a) Amado(a) y soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me ama, Cristo Jesús, mi Dios, Rey y Señor. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Abril 26      Hch 11. 1-18 /  Jos 11-12 /  Job 26

 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas al respecto?