3 de Enero
¡Tú estás firme, parado(a) sobre
la Roca!
Por Riqui Ricón*
Todo
aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es
semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y
ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río
dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba
fundada sobre la roca (Luc 6.47-48).
Al comenzar un año nuevo,
muchas personas hacen un balance y se proponen nuevas metas; valoran sus
haberes y deberes y hasta plantean estrategias. Otras, solamente hacen
propósitos casuales pues pretenden vivir su vida como siempre lo han hecho:
sobrellevando el paso.
Porque
como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está
muerta (Sgo 2.26).
¡Este año está destinado a
ser el mejor año de tu vida! Para que esto sea así, tú tienes que hacer que
suceda. No basta sólo declararlo. Hay que actuar en consecuencia, pues la fe
sin obras es muerta. Declara tus sueños, planifica tus metas de este año y pon
manos a la obra. ¡Ve tras ellos porque son tuyos; te pertenecen!
Cava hondo hasta que
encuentres el VERDADERO FUNDAMENTO que es la Palabra de Dios, entonces, de
acuerdo a las enseñanzas de Jesús, el río de la vida vendrá y golpeará con
ímpetu, mas a ti no llegará, ni siquiera lo notarás porque no te podrá mover.
Podrán
caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará (Sal 91.7 NVI).
Por la Gracia de Dios eres
lo que eres, un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y es por esto que la
Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, es el fundamento de tu vida (de lo
contrario no estarías leyendo esto).
SI CREEN
USTEDES que Jesús es el Cristo, que es el Hijo de Dios y que es su Salvador, [entonces y sólo entonces] son hijos de Dios (1 Jn 5.1a BAD).
Cuando aceptaste a Jesús como
Señor y Salvador de tu vida le creíste a Dios, creyendo Su Palabra y por esa
fe, tú Naciste de Nuevo pero ahora como un(a) Hijo(a) del Rey.
Pues
ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente
imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece (1 P 1.23 NVI).
Tú no eres más la misma
persona fracasada y pecadora que antes eras. Si crees esto, si le crees a Dios,
creyendo Su Palabra, entonces te levantarás para hacer de este año un año de
Esplendor. Lo que significa que este año desarrollarás tu máximo potencial.
¡Levántate
y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del SEÑOR brilla sobre ti! Mira,
las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los
pueblos. Pero la aurora del SEÑOR brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará
su gloria! (Isa 60.1-2 NVI).
Pero, ¿cómo se hace esto? Jesús
lo expresó claramente cuando dijo, el que oye mis palabras y las hace, éste
estará firme y no caerá.
Lámpara
es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119-105).
Escuchar la Palabra es
relativamente fácil, pero, ¿qué significa hacer la Palabra? Significa, ¡Creer!
¡Creerla! ¡Creerle a Él, creyendo a Su Palabra! Significa hacer tuya la Palabra
de Dios, poniéndola en tu boca, mente y corazón, leyéndola y meditándola de día
y de noche hasta que obtienes esa certeza de lo que estás esperando de este año
y estás convencido(a) de que lo obtendrás a pesar de que aún no lo puedas ver.
Mas
tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Yo me
acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez
millares de gente, Que pusieren sitio contra mí (Sal 3.3-6).
Hacer la Palabra significa
saber y creer que Dios es bueno y que durante todo este año Él será un escudo
alrededor de ti; vivirás con Su gloria y con la cabeza bien en alto, pues Dios
ha declarado que te responderá cuando tú a Él clames.
Pon mucha atención porque aunque
parezca que han puesto sitio contra ti, no vas a temer a la multitud de
personas y/o problemas que este año tú vas a resolver, pues sabes que sabes,
que Dios, tu Padre, es el que te sustenta.
Aunque
ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).
Aunque andes en valle de
sombra y de muerte no temerás porque el Señor está contigo, y si Dios es
contigo, ¿quién contra ti? Te garantizo que sabiendo y creyendo esto, vas a
dormir en paz todas las noches de este año. Al fin y al cabo, ¡escrito está!
¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Rom 8.31).
No prestes tus oídos a la mentira.
Si pones tus ojos en lo difícil de tus circunstancias, entonces tu adversario
el diablo, mediante tus emociones y sentimientos, podrá alterar tus
pensamientos inundándolos de miedo, duda e incredulidad. ¡Pon tus ojos en
Jesús, el autor y consumador de tu fe!
Y
cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras
ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de
Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus
profetas (a Su Palabra), y seréis prosperados (2 Cro 20.20).
Aprende de Adán y Eva, ellos
no creyeron la Palabra de Dios, pues Él les dijo, “ciertamente morirán”. Sin embargo, sí creyeron la mentira de
aquel que les dijo, “no morirán
sino que serán como Dios, sabiendo el bien y el mal”.
Y, ¿sabes? ¡Ese no fue el mejor de sus años!
Dios siempre ha deseado que
tomes de Su Plenitud y alcances el cumplimiento de todas Sus promesas y, este
año, Él está particularmente interesado en que construyas sobre la Roca y en
que te determines a vivir en la luz y la libertad que produce la Plenitud de
Dios en ti, al ser tú un(a) Hijo(a) del Rey.
Comienza hacer de este el
mejor año de tu vida por medio de la Biblia, pon la palabra de Dios en tu boca,
mente y corazón, haciendo de su lectura y meditación la prioridad de cada día
de tu vida.
Dijo entonces Jesús a los
judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,
seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
Nunca se apartará de tu
boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
Si edificas tu vida sobre
este fundamento, ¿Qué problema, enfermedad o angustia te podrán derrotar? ¡Tú estarás
siempre cimentado(a) sobre la Roca! Conocerás la Verdad, y la Verdad te hará
libre.
Oremos audiblemente:
Amado padre celestial, este
año estoy más que dispuesto(a) a caminar en la Verdad de Tu Palabra. Con Tu
ayuda, Espíritu Santo, voy hacer de este año el mejor año de mi vida. Gracias,
Señor Jesús, pues es por Ti que podré conseguirlo, ya que por Tu Amor, por Tu
muerte y por Tu resurrección me hiciste un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de
Nuevo y tengo Vida Eterna. Tu Palabra, la Biblia, dice claramente que en esto
se hace perfecto Tu Amor, que así como Tú eres, así soy yo en este mundo. Por
esto sé que puedo hacer las cosas que Tú hiciste y vivir como Tú viviste. Por
esto sé que en todas las cosas, buenas y malas, soy más que vencedor(a), pues
todo lo puedo en Ti, mi Señor, en Tu Palabra y en Tu nombre. ¡No voy a temer!
Este es mi año de luz y libertad en la identidad que me da Tu Palabra. Este es
mi año para reinar con Tu Gracia Abundante. Este es mi año de Esplendor. En
medio de cualquier problema, enfermedad o aflicción, creo y declaro que este
año será un año de salud y prosperidad porque sé que esa es Tu Voluntad para
conmigo: buena, agradable y perfecta. Por lo tanto, ¡resisto a la enfermedad!
¡Resisto a la pobreza y a la escasez! ¡Resisto la desintegración familiar!
¡Resisto al miedo y a la incredulidad! ¡Resisto a la tristeza y a la depresión!
¡En todas las cosas saldré más que
vencedor(a) por medio de Tu Amor, mi Señor Jesús! ¡Todo lo puedo! ¡Soy sano(a)!
¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡El Amor, el gozo y la paz son las
características de mi Nueva Naturaleza en Cristo! ¡Soy dichoso(a)! En el nombre
de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
3 Luc
6.27-49 / Gen 6-7
/ Sal 3
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