23 de Abril
¡Tu prioridad es La Palabra!
Por Riqui Ricón*
¡Quién
me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. Expondría mi
causa delante de él, Y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría lo que él me
respondiese, Y entendería lo que me dijera. ¿Contendería conmigo con grandeza
de fuerza? No; antes él me atendería. Allí el justo razonaría con él; Y yo
escaparía para siempre de mi juez (Job 23. 3-7).
Encontrar a Dios y tener una relación con Él es la
más grande garantía de éxito y felicidad en la vida. ¡Cuántas personas quieren
saber dónde hallar a Dios! ¡Cuántas personas necesitan encontrar a Dios! Sin
embargo, pareciera que no son tantas las que en verdad lo están buscando.
Yo
amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan (Pro 8.
17).
La mayoría de los cristianos confiesan creer que la
Biblia es la Palabra de Dios. Muchos de ellos han llegado a llamarla El Manual
del Fabricante, dando a entender que ahí, en las Escrituras, se encuentra la
solución y respuesta a todos los problemas e interrogantes de la vida. Sin
embargo, son muy, pero muy, pocos los que dedican más de cinco minutos diarios
de su tiempo para el estudio de la Palabra de Dios.
Estudia
constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para
asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás
y te irá bien en todo lo que hagas (Jos 1.8 NTV).
Dios mismo te da el secreto, la clave para el
verdadero éxito en la vida: Hacer de tu lectura y meditación de la Biblia la
norma máxima de tu vida, leyéndola de día y de noche.
¿Qué pasa entonces?
Como escribí hace un par de días:
“- Pero, pero, Riqui Ricón,
¡yo no puedo hacer eso! ¡No tengo tiempo! Eso quizá esté bien para un Pastor o
ministro, pero yo tengo que ir a trabajar, estudiar, atender mi hogar, a mi
familia,…
”El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un
terreno. Un hombre viene y se lo encuentra. Emocionado y lleno de ilusiones,
vende todo lo que tiene y compra el terreno, con lo cual está adquiriendo,
también el tesoro. ”El reino de los cielos es como un mercader de perlas que
anda en busca de perlas finas. Cuando por fin descubre una verdadera
oportunidad en una perla de gran valor que le ofrecen a buen precio, corre y
vende lo que tiene para comprarla (Mat 13.44-46 BAD).
Si Dios te revelara el secreto
para tener una Vida dichosa y la forma en que puedes hacer prosperar tu camino
y todo te salga bien, ¿no harías todo lo que esté de tu parte por conseguirlo?...
… Así que, no se trata de si
tienes tiempo o no tienes tiempo, tampoco se trata de si eres un(a) ministro(a)
o no lo eres, sino que se trata realmente de si crees o no crees que la Biblia
es Verdaderamente la Palabra de Dios. Y aquí entre nos, yo sé que sí crees”.
Pero el
que se une al Señor, un espíritu es con él (1 Co 6.17).
Dios te creó a Su Imagen, conforme a Su Semejanza,
esto es, espíritu, alma y cuerpo. Ahora, tú, que has hecho a Jesucristo el Señor
y Salvador de tu vida, has Nacido de Nuevo; eres espíritu Nuevo creado por
Dios, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Sin embargo, a diferencia de tu cuerpo, el cual
alimentas tres veces al día, ¿pretendes desarrollar todo tu potencial como Hijo(a)
del Reino alimentándote de la Palabra de Dios, la Biblia, tan sólo una o dos veces
a la semana?
Y
le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en
seguida se levantó… Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró;
y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al
ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó;
entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. (Hch 9. 34, 40-41).
¡Qué asombrosa es la vida de Pedro! Llena de poder
y autoridad. Sin embargo, no siempre fue así; por poco se ahoga por tener miedo
y dudar cuando intentó llegar a Jesús caminando sobre las aguas del mar de
Galilea; además, poco después de haber jurado que él moriría por Jesús le negó
tres veces, maldiciéndolo.
Como puedes ver, él no era muy diferente a ti o a
mí. Lo importante aquí es que él Nació de Nuevo, recibió al Espíritu Santo como
el cumplimiento de la promesa del Nuevo Pacto y puso la Palabra de Dios en su
boca, mente y corazón. ¡Nunca más fue el mismo!
Entonces
los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que
nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas… Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra (Hch 6. 2,
4).
La Biblia, que es la palabra de Honor de Dios y no
puede mentir, es la fuente de tu fe y el fundamente de tu relación con Dios
mediante Su Hijo Jesucristo.
Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde
ahora le conocéis, y le habéis visto (Jn 14. 6-7).
Para conocer bien a una persona necesitas pasar
tiempo con ella, para conocer a Dios necesitas dedicarle tiempo a Su Palabra.
No es la oración lo que te permite conocerle sino Su Palabra. La mayoría de los
creyentes acuden a la oración para pedir, interceder, alabar y adorar, pero
escuchan poco de Él y le conocen menos pues no le han dado a la Biblia el lugar
y la prioridad que merece en sus corazones y en sus vidas.
Josué amaba tanto la presencia de Dios que nunca se
separaba del tabernáculo de reunión, sin embargo, no fue en esa comunión en la oración
que Dios le dijo que se esforzara y fuera valiente y así lograría los objetivos
de su llamado y ministerio.
Nunca
se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Jos 1. 8).
Josué fue un hombre de oración efectiva porque,
obedeciendo a Dios, hizo de la Palabra de Dios la norma máxima de Su Vida.
Ese día en que el SEÑOR entregó a los amorreos en manos
de los israelitas, Josué le dijo al SEÑOR en presencia de todo el pueblo: «Sol,
deténte en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón.» El sol se detuvo y la luna se
paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el
libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de
allí por casi un día entero. Nunca antes ni después ha habido un día como
aquél; fue el día en que el SEÑOR obedeció la orden de un ser humano. ¡No cabe
duda de que el SEÑOR estaba peleando por Israel! (Jos 10.12-14).
Como en el caso de Josué, puedes ver que,
efectivamente, la oración es poderosa, pero la Palabra de Dios, la Biblia,
puesta en la boca, mente y corazón de un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo,
y que la usa para orar, es muchísimo más poderosa.
Conocer a Dios y tener una relación con Él es
sencillo. Cristo Jesús abrió el camino. ¡Cristo Jesús es el Camino!
El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Y
estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán (Mar 16.17-18).
Vivir la Vida Plena que Cristo Jesús adquirió para
ti es fácil. Sólo sigue las instrucciones del Manual del Fabricante. Lee y
medita la Palabra de Dios todos los días. Haz de la Biblia la norma máxima de
tu existencia poniéndola en tu boca, mente y corazón, pues entonces harás
prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Al fin y al cabo, es la Palabra de
Dios, es Palabra de Honor.
Oremos en coz audible:
Amado Padre celestial, hoy quiero darte las gracias
por Tu hermosa, Eterna e Infalible Palabra, la Biblia. Gracias porque es
lámpara a mis pies y luz en mi camino; es viva y eficaz y más cortante que toda
espada de dos filos. Sé que Tú no mientes, ni te arrepientes, que lo que has
dicho lo vas hacer, lo que has hablado lo vas a ejecutar y por lo tanto, tengo
en Tu Palabra la garantía, la seguridad y convicción de que yo soy quién Tú,
Señor, dices que soy: un(a) Hijo(a) Tuyo(a) Nacido(a) de Nuevo y amado(a) por
Ti; Padre, yo soy Tu especial tesoro; en todo problema, angustia o enfermedad
soy más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, Cristo Jesús, mi Rey, Señor y
Salvador; todo lo puedo; soy sano(a) y soy libre. No moriré pues tengo Vida Eterna
y tengo todo el derecho y los recursos para hacer de mi vida una vida Plena y Abundante
en Tu Nombre, Señor Jesús. Tú lo has dicho y esta es Tu Palabra de Honor. Muchas
gracias. En el nombre poderoso de Cristo Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril
23 Hch 9.
26-43 / Jos 5-6
/ Job 23
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