1 de Enero
¡Tú harás de este año el mejor año de tu vida!
Por Riqui Ricón*
Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan (Luc 5.38).
Siempre es hermoso recibir un presente. Abrir una bolsa de regalo o abrir la envoltura de un paquete que acabamos de recibir es emocionante. Se trata de la sorpresa por recibir algo nuevo que aún no conocemos. Tú puedes hoy comenzar este año nuevo con la misma sensación y expectativa pues tienes por delante los mejores días de tu vida.
Cuando alguien se convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su existencia anterior queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser parte de una nueva creación (2 Cor 5.17 CST).
No importa la edad que tengas, la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, no hace acepción de personas y te enseña claramente que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí TODAS son hechas NUEVAS. Ahora bien, o esto es verdad o no lo es. ¡No hay medias tintas!
¡Nada de eso! Dios, que es fiel, sabe que al escribiros no hemos vacilado entre el sí y el no, sino que al decir "sí" decimos sí, y al decir "no" decimos no. Porque Jesucristo, el Hijo de Dios, no representa ningún titubeo; ni tampoco es un "Sí" y un "No" simultáneos, dado que él es el "Sí" de Dios, aquel a quien yo, y también Timoteo y Silvano, os hemos predicado. En Cristo, todas las promesas de Dios son "Sí" y "Amén"; es decir, están confirmadas. Y para gloria de Dios se cumplen en nosotros, los que somos de Cristo (2 Co 1.18-20 CST).
¡Buenas noticias, puedes comenzar este Año Nuevo sabiendo que las promesas de Dios están confirmadas, y para gloria de Dios se han de cumplir en tu vida, pues tú eres de Cristo!
De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe [por creerle a Dios, creyendo Su Palabra] de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe [por creerle a Dios, creyendo Su Palabra].» (Ro 1.17 NVI).
Amado(a), no te dejes engañar por el acusador, quien es padre de mentira y homicida desde el principio, no le permitas robarte tu esperanza con sus mentiras. Él te chillará al oído, “¡No! Yo no miento. Esta es la realidad. Etc.”; mas tú fortalécete en el Señor y en el poder de Su Fuerza, permanece firme en la Palabra de Dios y declara: “Puede que esa sea la realidad, diablo, pero yo conozco la Verdad, y ésta es que yo soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y, entérate bien, yo soy más que vencedor(a) y TODO, absolutamente TODO, lo puedo en Cristo Jesús que me fortalece”.
Así es, ¡Tú eres esa Nueva creación que la Biblia habla! ¡Eres el vino nuevo que Dios tiene preparado para endulzar y alegrar este año que comienza! ¡En el Año Nuevo tú eres, y seguirás siendo, un(a) Hijo(a) del Todopoderoso Dios!
Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se arruinarán tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos (Mar 2.22 NVI).
Recuerda que el vino nuevo se pone en odres nuevos.
No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios (Ro 12.2 CST).
¡No escuches otras voces! Escucha solamente la Voz de tu Padre celestial que te anima a cambiar tu antigua forma de pensar. Renuévate en el espíritu de tu mente con la Palabra de Dios, la Biblia, y espera con gozo y alegría lo mejor de parte de Él, en este año que comienza.
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe 4.22-24).
A pesar de todo lo que el diablo diga, chille o patalee, tú, y solamente tú, eres ese(a) nuevo(a) hombre (mujer); ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, creado(a) según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Así es, ¡la Biblia está hablando de ti!
Puedes comenzar este año sabiendo que es año de ESPLENDOR, donde la Gracia Abundante, que está sobre ti, se manifestará para que desarrolles el máximo potencial en tu vida, salud, familia, economía y ministerio.
Por lo tanto, tómate de la Palabra de Dios, la Biblia, y has que suceda. Créele a Él, y has de la lectura y meditación de la Palabra de Dios la prioridad máxima en tu vida.
¡Recibe la Gracia Abundante para reinar!
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará (Sal 1.1-3).
Por difícil que parezca, ahora tú eres este(a) hombre (mujer) bienaventurado(a), y estás destinado, por la Palabra de Dios, para ser, en este Nuevo Año, un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; todo lo que hagas, prosperará.
¿Cómo podrás hacer esto posible? ¡Sencillo!
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
¡Escrito está! Hazte el firme propósito de leer y meditar TODA la Biblia durante este año, ponla en tu mente, boca y corazón, y la fe crecerá en ti, y comenzarás a guardar y hacer todo lo que en Ella está escrito, y entonces (no antes, ni después, ni de ningún otra forma), harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.
¡Dios lo dice! Y si Dios lo dice así, entonces forzosamente es Verdad y se cumplirá.
Otra cosa muy importante y necesaria para comenzar este año es que recuerdes siempre que,
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Por el Amor que Dios siente por ti, Jesús fue a la cruz y pago el precio de todos tus pecados para adoptarte en Su familia como un(a) Hijo(a) legítimo y hacerte partícipe de Su naturaleza mediante todas estas preciosas y grandísimas promesas.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Dado que tú eres ese(a) Hijo(a) legítimo y amado(a) de Dios, despójate de la vieja naturaleza viciada como si fuera un vestido viejo, renuévate en el espíritu de tu mente, sabiendo, y creyendo, que eres un(a) Hijo(a) del Dios Altísimo y comienza a reinar con la Gracia Abundante, pues este año es el año de tu ESPLENDOR.
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
¡Créele a Dios! ¡Créele a Su Palabra!
Toma todas y cada una de Sus promesas y vive este año sabiendo que primero el cielo y la tierra dejarán de existir antes que Dios, tu Padre, deje de cumplirte Su Palabra. Confía en Él y serás dichoso(a), pues Él lo hará.
¡Prepárate a reinar utilizando la Gracia Abundante que Dios, tu Padre, te ha dado!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, este día me dispongo a comenzar un nuevo año con la certeza, la convicción, de quién yo soy. Señor Jesús, por lo que Tu hiciste, por Amor a mí, ahora tengo identidad, soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Hoy me olvido, ciertamente, de lo que está atrás y me extiendo a lo que tengo por delante, la meta, el premio del Supremo llamamiento de vivir esta vida como un(a) Hijo(a) del Rey. ¡Cómo pagar todo esto! ¡Cómo no vivir en Tu Gracia Abundante, precioso Dios! Declaro, en el nombre de Jesús, que este año será el mejor año de mi vida. Este es el año de mi sanidad y de una vida en salud. Llamo a la prosperidad económica y a la restauración de todos los lazos familiares. Bendigo mi casa y mi familia, declarando que Tú, glorioso Espíritu Santo, nunca faltarás en la vida y corazones de mis seres queridos y que tu Palabra morará abundantemente en todos nosotros. Llamo a la luz y la libertad que me dan el saberme un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Año Nuevo, tú serás el año de mi Esplendor donde voy a reinar mediante la Gracia Abundante. ¡En todas las cosas saldré más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, mi Señor Jesús! ¡Todo lo puedo! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡El Amor, el gozo y la paz son las características de mi Nueva Naturaleza en Cristo! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 1 Luc 5.27-39 / Gen 1-2 / Sal 1
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