sábado, 2 de agosto de 2014

¡Cómo puedes vencer la adversidad!

 
2 de Agosto

¡Con las Promesas de Dios!

Por Riqui Ricón*

Todos vivirán en paz y prosperidad; disfrutarán de sus propias vides e higueras porque no habrá nada que temer. ¡El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales ha hecho esta promesa! (Miq 4.4 NTV).

La buena Voluntad de Dios para tu Vida siempre ha sido agradable y perfecta; los pensamientos que Él tiene acerca de ti son pensamientos de paz y no de mal. Tu Padre celestial quiere que vivas en paz y en prosperidad, que no le temas a nada y que disfrutes de la Vida. Y no solamente desea todo esto para ti, sino que además te lo promete en Su Palabra, la Biblia.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza (Jer 29.11 NTV).

Todas las Promesas que Dios, tu Padre, te ha hecho en la Biblia son sí y amén para todo aquel que le cree. Para todo aquel que le cree a Dios creyendo Su Palabra.

En Cristo, todas las promesas de Dios son "Sí" y "Amén"; es decir, están confirmadas. Y para gloria de Dios se cumplen en nosotros, los que somos de Cristo (2 Co 1.20 CST).

Todas las Promesas que Dios te ha hecho en la Biblia están ahí para que tú puedas participar de Su naturaleza divina; esto es, para que te des cuenta que ahora eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, amado(a) de tu Padre y por lo tanto, puedes estar seguro(a) que Él te dará todas las cosas.

Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia. Y, debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos (2 P 1.3-4 NTV).

¡Dios no miente! ¡Todo lo que Él ha dicho acerca de ti lo va a cumplir! ¡Todo lo que ha hablado acerca de ti en Su Palabra, Él mismo lo va a ejecutar!

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.31-32).

Así que, sin importar cuál sea la aflicción, enfermedad o problema que estés enfrentando el día de hoy, ten por cierto que Dios va a actuar a tu favor si sólo se lo pides.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mat 7.7-11).

Ya es tiempo que asimiles y comprendas tu Identidad como Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo:

Si Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti,

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Si Dios te ama tanto que ahora te llama Su propio(a) Hijo(a),

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).

Entonces, ¡Cómo no te dará juntamente con Él, TODAS las cosas!

Sin importar tus problemas, aflicciones o circunstancias, tú sólo tienes que saber y creer que Dios, tu Padre, es digno de confianza y entonces, sólo entonces, serás el hombre o la mujer más dichoso(a) en toda la tierra.

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

Para salir más que vencedor(a) de cualquier problema, angustia o enfermedad tienes que dejar de poner tu atención a lo difícil o tremendo de tu situación; en lugar de eso, pon tus ojos en Jesús, el autor y consumador de tu fe. Presta atención a Su Palabra. Busca y encuentra esas promesas que Él te ha hecho tocantes a tu necesidad. ¡Créelas! ¡Confiésalas en voz alta! ¡Llama las cosas que no son como si fueran! Y entonces, ¡alégrate! ¡Gózate porque tu redención está cerca!

Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación (Isa 25.9).

Así es, mi amado(a), sólo tienes que creer y confiar en la Palabra de Dios; sólo tienes que creer y confiar en Su Palabra de Honor.

Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!». Y, por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria. Es Dios quien nos capacita, junto con ustedes, para estar firmes por Cristo. Él nos comisionó y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió (2 Co 1.20-22 NTV).

Entonces, Ahora puedes contar con la salvación que Dios te ha prometido; ahora puedes afirmar sin temor a equivocarte que la salvación es tuya, porque Él siempre cumple Su Palabra.

Mantengamos con firmeza, sin vacilar, el testimonio de la esperanza de nuestra salvación; pues Dios, que hizo la promesa, es absolutamente fiel y no dejará de cumplirla  (He 10.23 BAD).

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, este día quiero agradecerte Tu Gran Amor para conmigo, que estando yo muerto(a) en delitos y pecados me diste Vida juntamente con Cristo. Sólo por Tu Gracia soy salvo(a). Sólo por Tu Gracia soy lo que soy: ¡Un(a) Hijo(a) legítimo(a) y amado(a) de Dios! Señor Jesús, gracias por la Vida Nueva que compraste para mí. Gracias porque no es una vida común y corriente. Por ti, Señor Jesús, ahora puedo gozar la Vida Eterna de un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Tengo Vida de Reino! ¡Tengo Vida de Poder! Por Ti, mi amado Jesús, he Nacido de Nuevo y ahora Dios, el Todopoderoso, es Abba, Padre, mi Papá. Gracias por todas y cada una de Tus Promesas que me has hecho. Leer de ellas en Tu Palabra, la Biblia, me hace conocer la Verdad y la Verdad me hace libre. ¡Tengo entendimiento y resplandezco como el resplandor del firmamento! Soy libre para recibir, por medio de la fe en Ti, Jesucristo, esta Nueva Vida. Soy libre para recibir, por medio de la fe en Tu Palabra, esta identidad de Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, siendo renacido(a), no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Soy libre para recibir, por medio de la fe en Tu Palabra, el cumplimiento en mi Vida de todas y cada una de Tus Promesas. Por lo tanto, amado Padre celestial, todas y cada una de las Promesas que están en Tu Palabra son mías y para mí. Hoy puedo orar a Ti con la certeza de que me escuchas y me respondes. Tengo gozo y paz en mi corazón pues puedo pedir y recibir. Por lo tanto, en el nombre poderoso de Cristo Jesús, declaró que soy sano(a) y libre de toda enfermedad o dolencia; creo y recibo la voluntad expresa de mi Padre, Dios Todopoderoso, para ser y vivir prosperado(a) en todas las cosas. Echo fuera de mi vida todo pensamiento de temor y duda resistiendo todo engaño y mentira acerca de mí. Yo soy lo que la Biblia dice que soy. Un(a) Hijo(a) amado(a) de Dios; especial tesoro de mi Padre; todo lo puedo en Cristo que me fortalece y en todas las cosas, absolutamente todas las cosas, soy más que vencedor(a) por medio del Amor de Cristo Jesús, mi Rey, Señor y Salvador. Señor Jesús, hoy me alegro en el gozo y la paz que brindan el ser la persona que Tú dices en la Biblia que ahora soy. Amén.

Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Agosto 2                                            2 Co 1.1-2.4  /  2 R 14  /  Miq 4

 

 
 

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