jueves, 27 de febrero de 2020

¡Cómo lograr que Dios me escuche!






27 de Febrero



¡Cómo lograr que Dios me escuche!


¡Dos condiciones!
Por Riqui Ricón*
Sin importar cuán sólo(a) y abandonado(a) tú te sientas, ¡Dios siempre te escucha!
“Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días” (1Re 9:3 RV1960).
Si Dios se comprometió a hacer esto con un templo construido con piedras, ¿cuánto más hará Dios por ti, un(a) Hijo(a) Suyo(a)? Sin importar cuán sólo(a) y abandonado(a) tú te sientas, sábete muy bien que ¡Sus ojos y corazón los tiene siempre sobre de ti!
Dios está comprometido a responderte cuando tú lo busques a Él.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer 33:3 RV1960).
Además, Él siempre te responde, sólo tienes que pedir, utilizando con FE, creyéndole a Dios, creyendo Su Palabra, ¡en el nombre de Jesús!
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (14)  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Jua_14:13-14 RV1960).
Si yo algún día pienso o me descubro diciendo que Dios no me está escuchando, entonces quiere decir que de alguna forma fui engañado y estoy creyendo una mentira, pues Dios siempre me escucha y me responde.
Job cayó en ese engaño y creyó esa mentira.
Clamo a ti, y no me oyes; Me presento, y no me atiendes” (Job_30:20 RV60).
Sin embargo, por La Gracia y El Amor de Dios, pudo darse cuenta de su error y se arrepintió ante Dios mismo.
Respondió Job a Jehová, y dijo: 2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.  4 Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:1-6 RV60).
A este respecto La Palabra de Dios es clara en cuanto a que si le pido a mi Padre, Él me dará buenas cosas.
Pedid,  y se os dará;  buscad,  y hallaréis;  llamad,  y se os abrirá.  (8)  Porque todo aquel que pide,  recibe;  y el que busca,  halla;  y al que llama,  se le abrirá.  (9)   ¿Qué hombre hay de vosotros,  que si su hijo le pide pan,  le dará una piedra?  (10)   ¿O si le pide un pescado,  le dará una serpiente?  (11)  Pues si vosotros,  siendo malos,  sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,  ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?“ (Mat_7:7-11 RV60).
Al estar peleando la buena batalla de la FE, el estar consciente de que Dios siempre escucha mi oración, me posicionará (Yarésh) en el inicio de la Victoria sobre mis enemigos.
El SEÑOR ha escuchado mis ruegos; el SEÑOR ha tomado en cuenta mi oración.  (10)  Todos mis enemigos quedarán avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder!“ (Sal_6:9-10 NVI).
Dios me responderá. ¡Es un hecho! Y debe ser una certeza tan segura como la que tengo acerca de que los dedos de mis manos son míos y no de alguien más.
El SEÑOR ha escuchado mi ruego; el SEÑOR responderá a mi oración” (Sal 6:9 NTV).
Lo más maravilloso de ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo es que ¡Puedo estar seguro(a) de que YA tengo lo que he pedido! Así lo estableció Dios en Su Palabra, La Biblia.
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.  (15)  Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” (1Jn_5:14-15 NVI).
Se muy bien que Dios no hace acepción de personas y mucho menos lo hará con Sus Hijos(as), entonces, si Dios siempre escucha a Jesucristo, entonces también me escucha a mí.
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto.  Y Jesús,  alzando los ojos a lo alto,  dijo:  Padre,  gracias te doy por haberme oído.  (42)  Yo sabía que siempre me oyes;  pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor,  para que crean que tú me has enviado” (Jua_11:41-42 RV60).
Así es, sin importar cuán sólo(a) y abandonado(a) tú te sientas o lo difícil y complicado de mi situación, Dios siempre me oye.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,  Y he aquí,  oh Jehová,  tú la sabes toda” (Sal_139:4 RV60).
Además, ¡Dios ya sabe lo que voy a pedir!
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá” (Jua_15:7 NVI).
¿Es verdad esto? ¿Puedo pedir lo que quiera? Bueno, existen DOS condiciones para que Dios me de lo que le pido.
1. Pedir con confianza, pedir con certeza, pedir con FE.
Diré yo a Jehová:  Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré” (Sal_91:2 RV60).
Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. 7 Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; 8 es indeciso e inconstante en todo lo que hace” (Stg_1:6-8 NVI).
2. Para pedir con FE hay que Pedir de acuerdo a la Palabra de Dios.
Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones” (Stg_4:3 NVI).
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá” (Jua_15:7 NVI).
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.  (15)  Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” (1Jn_5:14-15 NVI).
Así que, busca en tu Biblia las promesas que Dios te hace respecto a cualquiera de tus problemas y comienza a declarar el cumplimiento de esas promesas. Mientras lo haces, ten por seguro que Dios, tu Padre celestial, cumplirá Su Palabra, pues todo lo que Él te a dicho lo hará y todo lo que Él te ha hablado lo ejecutará. ¡Dios no puede mentir!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, quiero agradecerte por tanto y tan grande Amor, que estando yo muerto(a) en delitos y pecados Tú me diste Vida juntamente con Cristo. Señor Jesús, sé que el ladrón sólo viene a hurtar, matar y destruir, pero Tú has venido a mí para darme Vida, y Vida Abundante. Por lo que hiciste por mí al morir en esa cruz y resucitar venciendo a la muerte, ahora yo tengo Vida Eterna. ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! Por lo tanto, puedo estar seguro(a) de que me escuchas y atiendes mis oraciones; yo también voy a atender a Tu Palabra y hacer de La Biblia la norma máxima de mi existencia; yo sí creo a Tu indicación y la voy a leer y meditar de día y de noche para guardarla en mi corazón y poner en práctica todo lo que en ella está escrito. Voy a buscar y establecer primeramente Tu reino, Señor, y sé que todas mis necesidades serán suplidas, pues de acuerdo a Tu Palabra, yo, _________ (tu nombre aquí), haré prosperar mi camino y todo me saldrá bien. Por lo tanto, creo y declaro que de todo problema, angustia o enfermedad voy a salir más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy más que vencedor(a)! Y, por la Palabra de Dios, soy dichoso(a) para vivir una vida plena y abundante. Muchas gracias, Señor Jesús. Gracias por esta Nueva Vida en Plenitud que ahora tengo. Gracias por mi sanidad. Gracias por mi salud. Gracias por mi prosperidad. Gracias por el Amor, la paz y el gozo que ahora disfruto. En el nombre de Jesús. Amén
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Febrero 27       Mat 7 /  Ex 37-38 /  Pro 17









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RV60






NVI







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1 comentario:

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