17 de Noviembre
¡Algo mucho mejor: un Plan de
Vida!
Por Riqui Ricón*
… yo os visitaré, y despertaré
sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar. Porque
yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y
oraréis a mí, y yo os oiré; y
me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón (Jer
29.10-12).
La Biblia, la Palabra de Dios,
que no miente, es buena y fue hablada por Dios para tu beneficio. Todo lo que
Dios dice en ella fue establecido para tu propio bien. Él no miente ni se
arrepiente y ha definido perfectamente, en Su Palabra, que Él tiene un Plan
para tu vida, que es una Vida Eterna, plena y abundante.
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
Dios te ama tanto que prefirió
entregar a Su propio Hijo para pagar el precio de todos tus pecados antes que
perderte a ti. Él lo sabe muy bien y está muy consciente que Su voluntad y
pensamientos para contigo son de bien, buenos, agradables y perfectos.
No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Rom 12.2).
Es por esto que Dios te anima
hacer de Su Palabra, la Biblia, la prioridad máxima de tu vida, pues en Ella,
está contenido el Plan de Amor, paz, éxito y victoria que siempre ha deseado
para ti.
Nunca se apartará de tu boca
este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te
mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu
Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Jos
1.8-9).
En las lecturas del día de hoy
podrás encontrar y meditar cómo este plan de amor es tan perfecto e infalible
que, al contemplar un cambio total y radical en tu propia naturaleza a través del
NUEVO NACIMIENTO, ahora como Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, tienes
garantizado el éxito mediante la Palabra de Dios. No por nada, Dios llamó a
este Plan, El Nuevo Pacto.
»Se acerca el día —dice el SEÑOR—, en que haré un nuevo pacto con el
pueblo de Israel y de Judá. Este pacto no será como el que hice con sus
antepasados cuando los tomé de la mano y los saqué de la tierra de Egipto.
Ellos rompieron ese pacto, a pesar de que los amé como un hombre ama a su
esposa», dice el SEÑOR. «Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de
Israel en ese día —dice el SEÑOR—. Pondré mis instrucciones en lo más profundo
de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi
pueblo. Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de
enseñar a sus parientes diciendo: “Deberías conocer al SEÑOR”. Pues todos ya me
conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande —dice el SEÑOR—. Perdonaré
sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados» (Jer 31.31-34 NTV).
En esta nueva relación con Dios,
tanto el Nuevo Pacto como el Nuevo Nacimiento son tan categóricamente
definitivos que está determinado que orarás a Él y Él te escuchará, le buscarás
y le hallarás porque le buscarás de todo tu corazón.
Y
esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera
cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho (1 Jn
5.14-15).
A diferencia de lo que aún muchos
piensan, Dios no te pide esfuerzo, ni sacrificio de tu parte para orar o buscar
Su Presencia. Él sólo quiere que CREAS que por medio de Su Hijo Jesucristo tienes
el camino despejado y YA PUEDES orar y buscarle con toda confianza y seguridad pues
ahora Él te escucha y está contigo.
En aquel día no me
preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al
Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta
ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro
gozo sea cumplido (Mat 16.23-24).
Recuerda siempre que esto te
pertenece, no por algo que tú hayas hecho o puedas hacer, sino por lo que Jesús
hizo al morir en esa cruz y porque Él te ama tanto que, de acuerdo a Su Palabra, se te ofrecerte un Nuevo Pacto, establecido
sobre mejores promesas, donde Jesucristo, en persona, es el mediador de tan
hermoso Pacto.
Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí (Jn 14-6).
Con Jesús hay algo mejor que el
simplemente tener un lugar en el cielo, con Él tienes pleno acceso a los
pensamientos que Dios, tu Padre, tiene acerca de ti; pensamientos de paz y de
bien para hacer de ti el (la) Hijo(a) que Él siempre soñó: tú.
¡Con Cristo Jesús SIEMPRE tendrás
algo mucho mejor!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, te doy
gracias por amarme tanto. Hoy puedo orar a Ti con la certeza de que me escuchas
y me respondes. Tengo gozo y paz en mi corazón pues puedo pedir y recibir. Por
lo tanto, en el nombre poderoso de Cristo Jesús, declaró que soy sano(a) y
libre de toda enfermedad o dolencia; creo y recibo la voluntad expresa de mi
Padre, Dios Todopoderoso, para ser y vivir prosperado(a) en todas las cosas.
Echo fuera de mi vida todo pensamiento de temor y duda resistiendo todo engaño
y mentira acerca de mí. Yo soy lo que la Biblia dice que soy. Un(a) Hija(o)
amada(o) de Dios; especial tesoro de mi Padre; todo lo puedo en Cristo que me
fortalece y en todas las cosas, absolutamente todas las cosas, soy más que
vencedor(a) por medio del Amor de Cristo Jesús mi Rey, Señor y Salvador. Señor
Jesús, creo y recibo el gozo y la paz que brindan el ser la persona que Tú
dices que soy. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! Y
estoy determinado a vivir la vida plena y abundante que Tú, Jesucristo,
compraste para mí al precio de Tu propia Sangre. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre
17 Sgo 5
/ Jer 29-30
/ Sal 133
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