martes, 9 de diciembre de 2014

¿Qué esperar para el año entrante?

 


7 de Diciembre

¡Plenitud!

Por Riqui Ricón*

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef 4.13).

¡Propósito! Esta es la característica en la vida de cualquier Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO.

De acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, quien no puede mentir, ahora, en Cristo Jesús, tú tienes una naturaleza totalmente nueva y diferente; tú has Nacido de Nuevo no de simiente corruptible, sino de la semilla incorruptible que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23). Tu origen, tu inicio en esta Nueva Vida es Cristo Jesús, pues Él es el Verbo, la Palabra, de Dios.

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres...  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Jn 1. 1-4, 14).

Si tu origen es Cristo Jesús, ¿cuál es, entonces, el propósito de ésta tu Nueva Vida? El propósito de ésta tu Nueva Vida es desarrollar esa semilla, esa identidad que ya está dentro de ti, puesta ahí por el Espíritu Santo. Eres embajador(a) en nombre de Cristo y has sido hecho(a) por Dios conforme a la imagen de Su Hijo, Jesucristo.

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14.12).

Llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Jesús NO es cuestión de intentar desarrollar cualidades que pareciera que careces de ellas o que no las tuvieras en absoluto. ¡No! Llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Jesús SI es cuestión de creer, creer que, por lo que Jesús hizo por ti en la cruz y por haber vencido a la muerte al resucitar de entre los muertos, ahora eres la persona que Dios dice en la Biblia que tú ya eres.

Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios. Debemos seguir creciendo hasta que seamos maduros como Cristo y compartamos su perfección (Efe 4.13 PDT).

Por el otro lado, llegar a la unidad de la fe significa creerle a Él, creerle a Su Palabra y hacer de la Biblia la norma máxima de tu existencia. El primer paso para llegar a la unidad de la fe es comenzar por creer en Su Amor, pues es por Su Amor y sólo por Su Amor que tú, efectivamente, eres el (la) Hijo(a) que Dios ama.

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! (1 Jn 3a. BAD).

¿Sabías que Dios te ama CON EL MISMO AMOR con el que ama a Su Hijo Jesús?

yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí (Jn 17.23 Biblia al Día).

La Biblia te confronta y te hace reflexionar, ¿qué más estatura de la plenitud de Cristo puedes alcanzar que saber que, por el precio que Él ya pagó, Su sacrificio en la cruz, Su muerte y Su resurrección, tú ya eres tal y como Él es?

Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo (1 Jn 4.16-17).

Ahora ya lo sabes, pues está escrito en la Palabra de Dios, pero, ¿podrás creerlo? ¿Podrás creer que lo que dice la Biblia es la Verdad ya que es la Palabra de Honor de Dios?

¡Claro que sí! ¡Tú eres un(a) Hijo(a) del Rey! ¡Tú eres un(a) Hijo(a) de Dios!

Ser perfeccionado en el Amor significa recibir la identidad de Hijo(a) que Jesús ya pagó por ti. Y eso, mi amado(a), ¡eso es la plenitud de Cristo Jesús!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, que grandioso es saber que me amas tal y como amas a Jesús. Entre más estudio y medito Tu Palabra, la Biblia, más conozco de Tu Amor por mí y más me maravillo de lo perfecto y asombroso que es tu Plan de Redención. Me has hecho Nueva creatura, esto es, Nueva creación, esto es, una nueva especie de ser que no existía antes, esto es, un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Oh, amado Señor Jesús! Gracias por tanto Amor. Tú Palabra es la Verdad y yo soy la persona totalmente Nueva que Tú dices que ahora soy. No voy a escuchar, ni a creer, las voces de fracaso y derrota que quieren impedir que me manifieste a la estatura del varón perfecto que eres Tú, Jesucristo. Yo no he recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que he recibido el espíritu de adopción por el cual clamo, ¡Abba, Padre! Tú me has llamado en justicia y me sostienes de la mano. Tú eres el que me guarda y, por lo tanto, el maligno no me toca. Me determino, con tu ayuda, Espíritu Santo, a cumplir el propósito de mi estancia aquí en la tierra: manifestarte a Ti, Jesús, haciendo las cosas que Tu hiciste y aún mayores. Así que, resisto al espíritu de temor y duda. Recibo la Plenitud de Cristo. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy Hijo(a) del Rey! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Diciembre 7                                  Efesios 4.1-16   /  Ez 10-11  /  Isa 42

 



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