martes, 9 de diciembre de 2014

¡Cómo resplandecer en esta Vida!

 

9 de Diciembre

¡Brilla con la Luz que YA ESTÁ en ti!

Por Riqui Ricón*

Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios… Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz  (Efe 5.1-2, 8 NVI).

Todo(a) hijo(a) amado(a) de su padre (que se sabe amado(a)), será un imitador(a) de su padre: hará lo que mira a su padre hacer y hablará lo que escucha a su padre hablar.

Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho (Jn 12.49-50).

Lo hermoso del Evangelio, las Buenas Noticias de Jesucristo, es que, sin importar como sea o haya sido tu relación con tu padre natural, de acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, si has aceptado a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida ahora tú eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y tu Padre es el Todopoderoso quien te ama con todo Su Corazón.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Así es, Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti. Jesús no vino a este mundo para señalar tus fracasos y pecados y condenarte, sino a pagar por ellos, para que tú ya no tengas que pagar y puedas recibir la Vida plena y abundante que Él te ofrece.

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).

A este mundo le cuesta mucho trabajo aceptar un Dios así, lleno de Amor por ti. Un Dios que no mira tus pecados, ni fracasos, sino te mira a ti. Un Dios que ideo un Plan perfecto para que, cumpliendo toda justicia, tú fueras hecho(a) parte de Su familia como Hijo(a) y Heredero(a).

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Co 2.14).

Para el mundo es impensable que ahora te llames del nombre de Dios; unos piden señales para creer; otros piensan que estamos locos.

Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador (Isa 43.1-3a).

Dios lo ha dicho y es la verdad; Él lo va a cumplir. Dios la ha hablado y Él lo va a ejecutar en tu Vida y para ti.

»Pero ahora, Jacob, mi siervo, Israel, a quien he escogido, ¡escucha! Así dice el SEÑOR, el que te hizo, el que te formó en el seno materno y te brinda su ayuda: “No temas, Jacob, mi siervo, Jesurún, a quien he escogido, que regaré con agua la tierra sedienta, y con arroyos el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus vástagos, y brotarán como hierba en un prado, como sauces junto a arroyos. Uno dirá: ‘Pertenezco al SEÑOR’ ; otro llevará el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy del SEÑOR’, y tomará para sí el nombre de Israel.”  (Isa 44.1-5 NVI).

La única Verdad es la que sale de la boca de Dios y Él ha establecido en Su Palabra que tú eres Su Hijo(a) amado(a) por creer y recibir el precio que Jesús pagó por Amor a ti.

Entonces, efectivamente, puedes andar como Hijo(a) de luz y amar a tu próximo como a ti mismo(a), pues tú eres lo que Dios dice que eres, ni más, ni menos.

Les digo esto porque ustedes estaban antes en la oscuridad, pero ahora están en la luz del Señor. Por lo tanto, vivan como hijos que pertenecen a la luz (Efe 5.8 PDT).

La luz no se esfuerza por alumbrar, simplemente ES luz y alumbra. El Amor no intenta amar, ES Amor y, por lo tanto, ama. Tú eres como tu Padre es: lleno(a) de Amor y de luz. Recuerda que no se trata de algo que tienes que hacer o alcanzar, sino de alguien que tú ya eres gracias a Cristo Jesús y, por lo tanto, puedes y debes manifestarte como lo que ahora eres.

La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Ro 8.19-21 NVI).

¡Créele a Dios, creyendo Su Palabra!

Así que, sábete amado(a) por Dios, pues esa luz y ese Amor ya están en ti, en tu Nueva Naturaleza. Y si estás enfrentando algún tipo de enfermedad, problema o aflicción, puedes confiar que el mismo Dios y Padre que te ha dado la identidad de Hijo(a) ha prometido guardarte y darte la victoria dondequiera que vayas.

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Jos 1.9).

y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mat 28.20b).

¡Tú has nacido de Dios, ya no practicas más el pecado, pues Cristo Jesús te guarda y el demonio no te toca!

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).

Este es tu día y este es tu tiempo. ¡Vive como un(a) Hijo(a) de Luz!

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Co 10.3-5).

Oremos en voz audible:

Amado padre celestial, muchas gracias porque, en Cristo Jesús, me has constituido Tu Hijo(a) y puedo vivir mi vida con Tu Luz y con Tu Amor. Me determino, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a andar en luz y amor. Me despojo de todo engaño y mentira, así como del pecado que me asedia, y corro con constancia y persistencia la carrera que tengo delante poniendo mis ojos en Ti, Señor Jesús, el autor y consumador de mi fe. No temeré a nada, ni a nadie, porque Tú estás conmigo; Tú me redimiste; me pusiste nombre, Tuyo yo soy. Cuando pase por las aguas, Tú estarás conmigo; y si por los ríos, no me anegarán. Cuando pase por el fuego, no me quemará, ni la llama arderá en mí, porque Tú, Señor Jesús, eres mi Salvador. Creo y recibo éste Tu Gran Amor por mí que me hace libre, sano(a), prospero(a) y feliz, pues en todos mis problemas soy más que vencedor(a). En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Diciembre 9                                  Efesios 5.1-20   /  Ez 14-15  /  Isa 44

 


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