Sábado 25 de Agosto
de 2012.
¡Todo por creerle a Él!
Por Riqui Ricón*
Jesús les
dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que
en mí cree, no tendrá sed jamás… Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al
que a mí viene, no le echo fuera… De cierto, de cierto os digo: El que cree en
mí, tiene vida eterna (Jn 6.35,
37, 47).
La
palabra Evangelio significa buenas noticias y eso es la Verdad, como todo lo
que dice la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente. ¡Tú has venido a
Jesús y Él jamás te echará fuera! ¡Lo ha prometido!
Pon
atención, pues la Escritura no dice si te portas bien o si haces obras de
justicia. Sólo se te pide una cosa, venir a Jesús creyendo en Él, o mejor dicho
creyéndole a Él, creyendo Su Palabra.
Que conste que venir a Jesús
creyendo no significa que puedes portarte mal o hacer obras de injusticia sino
todo lo contrario pues, De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago,
él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14.12).
Ésta es una
declaración contundente de Jesús sobre tu vida pues no da opción a preguntarte
si quieres, sino que afirma enfáticamente, el (la) que en mí cree.
Así que se
trata primero de creer para luego actuar, primero ser para luego hacer.
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin
obras está muerta (Sgo 2.26).
Entonces, venir a Jesús creyendo
Su Palabra produce forzosamente un cambio en tu vida, ya que, escrito está, Todo aquel
que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios… Porque todo lo que es
nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo,
nuestra fe. ¿Quién es el
que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn 5.1, 4-5).
¡Buenas Noticias! Eres un(a) Hija
de Dios Nacida(o) de Nuevo y, por esto, ya has vencido al mundo. En Cristo
Jesús tienes la victoria sobre cualquier aflicción, problema o enfermedad.
Por el gran Amor con que el Padre
te ha amado y por haberle creído a Su Palabra, ahora has sido trasladado(a) de
una vida en tinieblas a Su luz admirable, de muerte a vida, y no cualquier
clase de vida sino la vida plena y abundante de un(a) Hijo(a) del Rey.
El ladrón no viene sino para
hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia (Jn 10.10).
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postrero (Jn 6.54).
Comer el
pan y beber de la copa que Jesús con Su cuerpo y Su Sangre nos ha ofrecido,
significa entrar a la dimensión del Nuevo Pacto establecido sobre mejores
promesas.
He aquí que vienen días, dice Jehová,
en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con
la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para
sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui
yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su
prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me
conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová;
porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).
Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas
vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y
pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón
de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Ez 36.25-27).
Esto es
lo que significa ser justificado(a), perdonado(a), santificado(a) y
perfeccionado(a) mediante el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Significa que ahora
tú eres Nacido(a) de Nuevo como un(a) Hijo(a) de Dios.
siendo
renacidos (Nacidos de Nuevo), no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
Es
precisamente por el Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, que ahora tú no serás
rechazado sino que has sido hecho(a) aceptable por esa Sangre.
Oremos en
voz audible:
Amado Padre celestial, qué puedo
decir a todo esto: si Tú estás conmigo ¿quién contra mí? No escatimaste ni a Tu
propio Hijo sino que lo entregaste por Amor a mí. ¿Cómo no me darás juntamente
con Él todas las cosas? ¿Quién me acusará si yo fui escogida(o) por Ti? Dios,
Tú eres el que me justificas. ¿Quién me condenará? Cristo es el que murió por
mí; más aún, es Jesús el que resucitó y está sentado a Tu diestra, Padre,
intercediendo por mí. ¿Quién me
separará del amor de Cristo Jesús? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa
de ti soy muerto todo el tiempo; Soy contado como oveja de matadero. Antes, en
todas estas cosas yo, Riqui Ricón (pon tu nombre aquí) soy más que vencedor(a)
por medio de aquel que me amó. Por lo cual, oh Dios, estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida,
ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni
lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar de Tu Amor,
que es en Cristo Jesús mi Señor. ¡Gracias Padre! ¡Lo creo y lo confieso! Por
lo tanto, en el nombre poderoso de Cristo Jesús, declaró que soy sana(o) y
libre de toda enfermedad o dolencia; creo y recibo la voluntad expresa de mi Padre,
Dios Todopoderoso, para ser y vivir prosperado(a) en todas las cosas. Echo
fuera de mi vida todo pensamiento de temor y duda resistiendo todo engaño y
mentira acerca de mí. Yo soy lo que la Biblia dice que soy. Un(a) Hijo(a)
amado(a) de Dios; especial tesoro de mi Padre; todo lo puedo en Cristo que me
fortalece y en todas las cosas, absolutamente todas las cosas, soy más que
vencedor(a) por medio del Amor de Cristo Jesús, mi Rey, Señor y Salvador. Señor
Jesús, hoy me alegro en el gozo y la paz que brindan el ser la persona que Tú
dices que soy. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Agosto
25 Jn
6.22-59 / 1 Cr 24 / Zac
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