Domingo 19 de Agosto
de 2012.
¡Porque te ama!
Por Riqui Ricón*
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has
dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido;
esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me
parece que tú eres
profeta (Jn 4.16-19).
Este es uno de los episodios más
hermosos y emocionantes en la vida de Jesús. Puedes constatar aquí que, con su
propio ejemplo, el Señor demuestra la naturaleza de Dios. Aquí tienes a Jesús
quien después de conversar con una mujer samaritana (lo cual era considerado
totalmente impuro por parte de los judíos de esa época), no le recrimina su
vida, ni sus pecados, pues esta mujer había tenido cinco maridos y en ese
momento cohabitaba con otro hombre. ¡No hay un solo reproche departe del Señor
hacia ella!
Presta mucha atención ya que ahí
tenemos a la persona más despreciable del momento. Es una mujer y ha sentido en
carne propia el prejuicio sexual. Es samaritana y conoce el desprecio racial
por parte de romanos y judíos. Cinco veces ha fracasado como esposa y como
mujer y ha experimentado el profundo rechazo no sólo de las demás mujeres, sino
de la comunidad entera. Y, por si fuera poco, el hombre con el que actualmente vive
no le quiere dar su nombre. ¡Es a este insignificante ser humano que Dios hecho
hombre, Jesús mismo, decide revelarle Su Identidad!
Le dijo la mujer: Sé que ha de
venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las
cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que
habla contigo (Jn 4.25-26).
¡Asombroso! Jesús no se lo reveló
a Juan, ni a Pedro, no se lo dijo a Nicodemo, ni a Jairo, no se manifestó a
Caifás, ni a Poncio Pilato, sino que se reveló a una mujer samaritana, allá en
la soledad de aquella tarde en el pozo de Jacob. ¡Maravilloso! ¡Jesús no está
buscando perfectos sino sinceros!
Jesús es amor puro. Él no anda
llevando la cuenta de tus pecados y transgresiones con el propósito de
echártelos en cara y así darte algún tipo de lección o reprimenda. ¡No! ¡De
ninguna manera! Mira el carácter de Jesús, Él es amor y sólo está buscando tu
corazón. ¡Es a ti a quien Él busca! ¡Eres tú el (la) importante para Él!
¡Dios te ama tanto que prefirió
entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.17-17).
¡El Amor que Él siente por ti lo
ha llevado no sólo a justificarte pagando todos tus pecados en esa cruz, sino
que, precisamente por eso, ahora te llama Hijo(a) Suyo(a)!
Mirad cuál amor nos ha dado el
Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).
Así que, sin lugar a dudas,
puedes contar con Él. Si en estos días estás experimentando cualquier tipo de
problema o aflicción, sólo escucha a Jesús decirte, Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde
de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga (Mat 11.28-30).
Recuerda siempre
que, sin importar cómo haya sido tu vida pasada, si has hecho a Jesús el Señor
de tu vida, en esa cruz fuiste justificada(o) con Su Sangre, perdonada(o) por
Su amor, santificada(o) y perfeccionada(o) por su Gracia y ahora eres un(a)
Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras permanecerán
para siempre (Mar 13:31 CST).
Todo esto no
es algo que Dios vaya hacer a tu favor sino algo que ya fue hecho, está escrito
en la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente. Y puedes estar cien por
ciento seguro(a) que si Dios lo dijo, entonces, Él lo va a cumplir; si Dios lo
habló, entonces, Él lo va a ejecutar. A ti te toca creerlo, recibirlo y
vivirlo.
Preguntó Jesús al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le ocurre
esto? Él le contestó: Desde niño. Y muchas veces el espíritu lo arroja al fuego
o al agua, para matarlo. Si puedes, ayúdanos. ¡Ten compasión de nosotros! Dijo
Jesús: ¿Cómo "si puedes"? Para el que cree, Todo es posible (Mar 9:21-23 CST).
Sea que estés enfrentándote a la
enfermedad, pecado, necesidad económica, problemas familiares, depresión,
soledad o te encuentres perfectamente bien, Jesús siempre te amará y te buscará
a ti, no para condenarte sino para salvarte.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en esta
hora te doy gracias por tan grande y hermoso Amor que estando yo muerto(a) en
delitos y pecados me diste Vida juntamente con Cristo. ¡Por Tu gracia soy
salvo(a)! Hoy sé que aunque ande en valle de sombra y de muerte, puedo dejar de
temer pues Tú estás conmigo. También sé que caerán a mi lado mil y diez mil a
mi diestra más a mí no llegará ya que Tú, Jesús, mi Rey, Señor y Salvador, me
guardas y el maligno no me puede tocar. Soy un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de
Nuevo y todo le que es nacido de Dios vence al mundo. Gracias Jesús, Tú me
hiciste así. Gracias Espíritu Santo, Tú estás aquí conmigo, no me has dejado ni
me dejarás. Me determino, con Tu ayuda, a resistir al espíritu de temor pues no
me ha dado Dios espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor sino que he
recibido el espíritu de adopción y hoy puedo decirte Abba, Padre, Papá, Papito.
Así que, creo y declaro que de todo problema, angustia o enfermedad voy a salir
más que vencedor(a) por Tu Gran Amor. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)!
¡Soy Feliz! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Agosto
19 Jn
4.1-26 /
1 Cr 15.1-16-6 / Zac 4
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