Martes 23 de Agosto de 2011.
¡Nacida(o) para triunfar!
Por Riqui Ricón*
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. (Jn 5.24).
La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, nos enseña que la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.23), y que Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 1a). Lo cual significa que si tú habías hecho de tu vida lo que la gana se te dio, llenándola de pecado, pero hiciste a Jesús el Señor y Salvador de tu vida; ahora, has pasado de muerte a vida. Has Nacido de Nuevo a través del Espíritu Santo y la Palabra de Dios para recibir la vida eterna, una vida plena y abundante que solamente los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo pueden disfrutar.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Jesús nos asegura enfáticamente que aquella o aquel que escucha Su Palabra para creer, no vendrá a condenación sino a vida eterna. Ahora bien, vida eterna significa vivir para siempre una sola vida. No existe una vida aquí sobre la tierra y otra diferente allá en el cielo. Como Hijos de Dios Nacidos de Nuevo tenemos una sola vida, vida eterna, y ésta ya comenzó.
Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos (Zac 8.13).
La maldición de la pobreza, enfermedad, temor, tristeza, depresión, etc., terminó con Cristo Jesús y ahora, tú y yo, hemos sido dejados en este mundo como instrumentos de bendición, como embajadores de Jesús y depósitos del Amor de Dios para establecer el Reino de Nuestro Padre sobre esta tierra.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros (2 Co 5.20a).
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Ro 5.5).
Por lo tanto, la vida plena y abundante a la que has sido llamada(o) a manifestar en esta tierra tiene propósito en el Amor y la representatividad de Jesucristo que te han sido dadas para bendición de los demás.
¡Gloria al Rey! Dios te necesita sobre esta tierra. Eres Su Hija(o) amada(o), representante y encargada(o) de los negocios del Reino, pues recuerda las palabras de Jesús:
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14.12).
Jesús te dejó en Su lugar y todos los problemas y circunstancias adversas que puedas enfrentar no son más que el intento del diablo para distraerte de dicho propósito. Su intención es desenfocarte de Jesús y enfocarte en tus circunstancias para que NO CREAS que eres esa(e) Hija(o) de Dios nacida(o) de Nuevo, amada(o) del Padre, que Dios dice en Su Palabra, la Biblia, que ahora tú eres, gracias a Jesús.
Oremos:
Amado Padre celestial, yo sé que me has amado con tal Amor que preferiste entregar a Tu Hijo Jesús para pagar mis pecados antes que perderme a mí. Sé y declaro que, por la Sangre de Jesús, soy un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo para triunfar y establecer Tu Reino sobre la tierra. Señor, yo escucho y creo Tu Palabra la Biblia. La reconozco como la única Verdad y declaro, conforme a Ella, que TODO lo puedo en Cristo pues en todo problema, circunstancia o aflicción, yo saldré más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, Señor Jesús. No voy a temer, sólo voy a creer. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Agosto 23 Jn 5.19-47 / 1 Cr 20.1-22.1 / Zac 8
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